Barranca paga los platos rotos de Reficar

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La Unión Sindical Obrera, USO, está convocando a una protesta contra la decisión de no modernizar la refinería en representación del Foro Social por Barrancabermeja, organización que aglutina a sindicatos, gremios, Cámara de Comercio, Alcaldía y sociedad civil.

De Barrancabermeja, el próspero puerto petrolero más grande del país, poco queda ya.

De Barrancabermeja, el próspero puerto petrolero más grande del país, poco queda ya.

En el último año, 765 empresas cerraron, el desempleo pasó de 19 por ciento al 23 por ciento y de la industria del petróleo se empezó a hablar en pasado. La decisión la semana pasada del presidente de Ecopetrol Juan Carlos Echeverri de abortar el proyecto de la modernización de la refinería de Barrancabermeja – Pmrb- es el tiro de gracia para una ciudad que como ninguna otra tiene su suerte amarrada al petróleo.

Por primera vez en muchos años, en Barrancabermeja desde empresarios y sindicatos, hasta autoridades y gremios están actuando en conjunto para tratar de frenar la crisis que tiene a la segunda ciudad más grande de Santander al borde de declarar una ‘emergencia económica y social’.

Esta es la historia del fallido proyecto de la refinería, de la que nadie habla en el país.

´Nos retaron y cumplimos´

El proyecto de modernización de la refinería de petróleo de Barrancabermeja -la más grande del país, que procesa el 80 por ciento de los combustibles que se consumen-  se concibió desde 1996, y de 2000 a 2008 se contrataron los estudios para convertir el proyecto en una realidad. Pero fue en 2011 cuando arrancó en forma (o al menos eso se creía).

Desde ese año, a Barrancabermeja le vendieron la idea de que el desarrollo llegaría por la puerta grande, que era necesario prepararse para él, y que en esa medida desde las empresas, hasta la fuerza de trabajo, debía capacitarse y modernizarse.

No era para menos. La refinería empezaría a procesar crudos pesados (que se extraen en los nuevos campos de Los Llanos, como Campo Rubiales) y podría convertir el 96 por ciento de cada barril en productos aprovechables, cuando hoy por las condiciones de la planta actual (preparada para crudos livianos) el máximo de aprovechamiento de cada barril está en el 75 por ciento.

En 2011 el boom de la refinería estalló, todo el mundo empezó a hablar de eso en Barrancabermeja, y la gran pregunta que nos hacían era si íbamos a ser capaces con lo que se venía. Nos retaron y nos dijeron si no nos preparábamos otros iban a aprovechar.

Se estimaba que con la modernización 5 mil empleos más serían generados, que las visitas de contratistas y de los inversionistas a Barrancabermeja iban a subir ostensiblemente por lo que era necesario construir hoteles, que las industrias tendrían la capacidad de procesar más derivados del petróleo y de subcontratar para la construcción de la refinería, y que en general, se iban a necesitar más restaurantes, tiendas de ropa y centros de entretenimiento.

“En 2011 el boom de la refinería estalló, todo el mundo empezó a hablar de eso en Barrancabermeja, y la gran pregunta que nos hacían era si íbamos a ser capaces con lo que se venía. Nos retaron y nos dijeron si no nos preparábamos otros iban a aprovechar. Con base en eso, todos los sectores empezaron a unirse”, le dijo a La Silla uno de los grandes empresarios de Barrancabermeja, que pidió no dar su nombre porque es cliente de Ecopetrol.

Según el panorama que les vendieron a los barramejos, las empresas responsables de la modernización estarían obligadas a vincular trabajadores del puerto petrolero y a comprarles a las empresas locales.

“Ahí fue donde empezó el problema. Todos nos proyectamos con miras a eso, y nos endeudamos”, indicó otro comerciante.  “Hubo empresas que compraron equipos de excavación especializados, otros empezaron a invertir en construcción de apartamentos para luego alquilarlos, y todo se empezó a dinamizar. De hecho se hicieron ruedas de negocios en las que participaron más de 140 empresarios para ofrecer lo que teníamos y a todos les gustó”.

La Cámara de Comercio, la Alcaldía de Barrancabermeja, los gremios y la Unión Sindical Obrera, USO, coinciden en que si algo hizo bien Barranca, fue prepararse para el día de la entrada en operación de la refinería. Que ya no llegará.

La incertidumbre

De 2012 a 2013 todo empezó a crecer en Barrancabermeja, se empezaron a ver edificios nuevos, las empresas emergían, el costo de vida se disparó y las propiedades se valorizaron.

Según indicadores de la Cámara de Comercio de Barrancabermeja, en ese rango de tiempo se licenciaron 510 mil metros cuadrados de nuevas construcciones y la tasa de creación de empresas (el procentaje de empresas nuevas sobre el total) pasó de un 20 por ciento a un 24 por ciento al año.

No obstante, mientras eso pasaba, Ecopetrol inició una ola de aplazamientos y el proyecto que debía estar listo en 2015, empezó a verse difuso en el horizonte.

En 2012, el retraso se dio por cuenta del plan de manejo ambiental de la obra; en 2013 y 2014 se habló de que estaban actualizando los estudios, que debían ser aprobados por la Junta Directiva; y también se reveló que los 3 mil millones de dólares que costaría el proyecto ya no eran suficientes y que el nuevo valor superaría los 7 mil millones de dólares (mas o menos el presupuesto anual de Bogotá y Antioquia combinados o más del doble del cheque chimbo que le dio Santos a Petro para hacer el metro).

En el Congreso algunos senadores y representantes a la Cámara empezaron a llamar la atención sobre lo que estaba pasando en la Refinería de Barrancabermeja, pero el Gobierno siempre se mantuvo en que el proyecto iba.

El último debate que se hizo al respecto fue en abril de 2014, en momentos en los que el presidente Juan Manuel Santos estaba en plena campaña de reelección.

 

Ante el simple anuncio de ese debate, llamado por el entonces congresista santandereano, Holger Díaz, el ministro de Minas de turno Amylkar Acosta salió a decir que el proyecto “no tenía marcha atrás”, y la expectativa sobre la obra se mantuvo.

Igual fue el discurso de Santos, quien en junio de ese año y a 15 días de medirse en las urnas contra el candidato uribista Óscar Iván Zuluaga, luego de haber perdido contra él en la primera vuelta, llegó a Barrancabermeja a decir que el proyecto de la modernización sería “un compromiso solemne” en su mandato.

La promesa finalmente se aguó, y el pasado 3 de febrero el presidente de Ecopetrol Juan Carlos Echeverry anunció oficialmente que el proyecto no va, como se venía rumorando hace varias semanas.

Todo se fue a pique

El proyecto de la refinería era muy importante para el país: un estudio de Felipe Castro de Fedesarrollo de 2013 mostró que tendría un impacto de crecimiento de 0,2% del PIB hasta 2020 y eso solo en obras. En operación, para el 2020 aportaba al PIB un dos por ciento adicional.

Para Barrancabermeja, significaría $2,9 billones adicionales del PIB (un aumento de casi una quinta parte), y por eso el anuncio del Presidente de Ecopetrol produce la sensación de que comienza una caída libre en esa ciudad.

La economía de Barrancabermeja depende en esencia de la industria del petróleo. Se calcula que el 70 por ciento del producto interno bruto – que asciende a los $15 billones – proviene la cadena productiva que genera la extracción, producción y comercialización del crudo y sus derivados. El otro 30 por ciento está relacionado con alojamiento, comidas, comercio y confecciones.

Y el puerto petrolero es decisivo en la economía de Santander: es el municipio que más le aporta al producto interno bruto del departamento y que lo mantiene como la cuarta economía más grande del país.

La crisis por cuenta de la caída del precio del petróleo ya se lleva sintiendo hace unos años.

De 2013 para acá, el índice de creación de empresas cayó al 6,4 por ciento, y solo entre 2014 y 2015 cerraron 1.460 empresas.

El 2015 cerró con 37 firmas que se acogieron a la ley de insolvencia, varias de ellas entre las 20 más grandes de la ciudad.

Una de las tradicionales contratistas de Ecopetrol, Transportes y Equipos, quebró y cerró sus puertas este año.

“Las deudas ahogaron y están ahogando a todo el mundo. Aunque Ecopetrol dice que los que compraron equipos especializados pueden venderlos, lo cierto es que eso no es así, porque solo se pueden utilizar para obras de ese tipo. Muchas máquinas se están oxidando parqueadas, otras están siendo vendidas a precios de huevo para tratar de calmar a los bancos y otros están buscando refinanciación de la deuda, eso es insostenible”, aseguró uno de los empresarios.

La situación ha obligado al despido masivo de personal. La Cámara de Comercio calcula que uno de cada tres empleados de la industria ha sido despedido, y por eso hoy el desempleo en el municipio triplica al promedio nacional. Hay 18 mil personas más buscando trabajo en Barrancabermeja, que muy probablemente llegarán a las ventas ambulantes y el transporte informal.

El efecto Reficar

El descalabro de la Refinería de Petróleo de Cartagena, para todos en Barrancabermeja, es la causal de que hoy el Pmrb se hubiera enterrado.

Las hipótesis que se manejan son varias. Mientras que algunos se lo achacan a la falta de planeación y de seguimiento de Ecopetrol, otros dicen que el problema se veía venir porque era un hecho que Reficar costaba al menos 7 mil millones de dólares, y otros señalan que pudo más la presión del Caribe para acelerar el proceso de esa refinería porque en los santanderes poco se vio la intención.

“Lo que es un hecho es que aquí tenemos una situación muy grave. No puede ser que por Reficar, Barrancabermeja termine pagando los platos rotos”, le dijo a La Silla Darío Echeverri, el alcalde de ese municipio. “Las falsas expectativas nos hundieron en una espiral de desastre y lo que más nos preocupa es que si no hay modernización de la refinería, la refinería se va a acabar porque con el ritmo que lleva solo le quedan de 4 a 6 años de vida útil”.

El Alcalde también dice que la excusa del Gobierno sobre la falta de caja es “mentira”. “Los precios de los combustibles están regulados en Colombia y a pesar de que el petróleo está por el suelo, el precio de venta se ha mantenido. Refinar es el mejor negocio y la Nación podría buscar otra salida para asegurar la modernización”.

En la Unión Sindical Obrera, USO, las protestas ya empezaron a programarse y están convocando a todos los sindicatos para que hagan una marcha a Bogotá con el fin de reclamarle a Santos la promesa incumplida.

Quieren protestar también por las declaraciones del director Nacional de Planeación, Simón Gaviria, quien dijo que la única manera de destrabar el proyecto de modernización es con una Alianza Público Privada (lo que implicaría privatizar el manejo de la refinería).

El próximo 17 de febrero también llegará la Asamblea de Santander a Barrancabermeja para pedir explicaciones.

Entre tanto, la crisis se agudiza en Barrancabermeja por la promesa incumplida de Santos.

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