Chocó, el triste título del rey del desplazamiento

Silla Pacífico

El desplazamiento del fin de semana en Alto Baudó es el cuarto este año en el Chocó, el departamento que el año pasado ocupó el primer lugar en la lista con más desplazamientos masivos del país. 

El pasado fin de semana se desplazaron más de 400 personas del municipio de Alto Baudó, en medio de enfrentamientos entre el ELN y las Autodefensas Gaitanistas. Es el cuarto desplazamiento este año en Chocó, el departamento que el año pasado ocupó el primer lugar en la lista de departamentos con más desplazamientos masivos ( de más de 50 personas) del país.

La incursión armada realizada por las Autodefensas Gaitanistas el pasado sábado en la vereda Peña Azul, hizo que gran parte de la comunidad afrodescendiente que vive allí saliera huyendo del sitio. Algunas de esas personas llegaron a Pie de Pató, la cabecera municipal, pero todavía no se sabe dónde están los demás. Hasta ahora se han registrado 170 familias desplazadas y la cifra sigue aumentando.

Según los medios que registraron la noticia, los Gaitanistas llegaron disparando indiscriminadamente contra la población. En la zona, como en el resto de los municipios del Pacífico chocoano, ya se han presentado enfrentamientos entre esta banda criminal y el ELN, que compiten  por el control territorial y las rutas del narcotráfico de los municipios que antes de que arrancara el proceso de paz eran controlados por el frente 57 de las Farc, como contó La Silla, en los municipios de Nuquí, Bahía Solano y Juradó. Y al sur en Alto, Medio y Bajo Baudó y el Litoral de San Juan eran controlados por el Bloque Cimarrón del ELN. Además, los desplazamientos también han sido causados por los constantes operativos de la Fuerza Pública contra estos grupos armados ilegales. 

 

“Es un nuevo llamado de atención. Aquí la gente está a la deriva, no se sabe qué va a pasar. La situación es muy crítica”, le dijo a La Silla Pacífico una funcionaria de la Alcaldía de Medio Baudó.  

“Da tristeza ver que cuando se habla de paz y muchos se desmovilizan, el Chocó está en esta situación. A muchos les toca llorar a su familia y pasar trabajos innecesarios por causa de la violencia. Ya es hora de que las autoridades pertinentes metan la mano y cuiden a su gente”, agregó Sandra Rodríguez, investigadora del Centro de Estudios Afrodiaspóricos de la Universidad Icesi en Cali y cuya familia vive en el municipio de Alto Baudó.

Ante los hechos, el gobernador Jhoany Palacios Mosquera convocó un consejo de seguridad extraordinario en Pie de Pató y decidió enviar 100 hombres del Ejército a la zona y fortalecer la presencia de la infantería de Marina en el Río Baudó. Después de terminada la reunión, quedó claro que mientras organizaciones humanitarias trabajan en la adecuación de albergues y la activación de rutas de protección para tomar las declaraciones de quienes huyen de la violencia, aún no se sabe exactamente cuál es el paso a seguir por parte de la fuerza pública para garantizar la protección de la población civil ante estas situaciones.

Este es el cuarto desplazamiento forzado de este año en Chocó.

De acuerdo con los registros de la Oficina de la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA, de las Naciones Unidas, el primero ocurrió el 3 de febrero en el municipio de Lloró cuando cerca de 50 familias debieron salir de sus hogares luego de que 70 miembros del Clan del Golfo ingresaran a la comunidad.

El segundo se registró el 21 de febrero en el Litoral de San Juan y dejó un total de 106 familias desplazadas luego del enfrentamiento de la fuerza pública y un grupo armado sin identificar. Y en el tercero, el 28 de febrero en el municipio de Bajo Baudó, 11 familias salieron desplazadas cuando miembros del ELN asesinaron un miembro de la comunidad.

Según esta organización, entre enero y lo que va corrido de marzo de este año, más de 1.849 personas han sido obligadas a salir de sus territorios. Esta cifra supera en un 98 por ciento los casos registrados en el 2016 (935 personas desplazadas) para el mismo período de tiempo.

Aunque Leyner Palacios, líder de la organización de víctimas del municipio de Bojayá, había dicho que el primer desplazamiento ocurrió el 8 de febrero cuando 80 indígenas de Nuevo Olivo salieron desplazados luego de que un grupo de aproximadamente 200 hombres armados provenientes de Playa Guaca (en Bahía Solano) ingresaran al territorio, según registros de algunas de las organizaciones humanitarias que hacen presencia en la región, este desplazamiento sucedió en diciembre de 2016.

Según el último informe de monitoreo de la OCHA, en el 2016 se desplazaron más de 6.900 personas en Chocó, llevándose el primer lugar de desplazamientos masivos en el país. Las personas afectadas son sobre todo indígenas y afros que viven en los municipios que bordean el Pacífico.

Ayer, el presidente Juan Manuel Santos viajó a Chocó a entregar obras y se mostró preocupado con la situación que vive el departamento. “La paz tiene enemigos, tiene adversarios y es atacada por diferentes flancos. Pero vamos a defenderla porque es el propósito más noble de una sociedad”, dijo en Nuquí.

Mientras tanto, las autoridades departamentales y municipales no tienen cómo responder. Según una fuente que está en campo y prefiere no revelar su nombre para proteger su identidad, los niños son quienes enfrentan la peor parte, ya que las instituciones que deberían encargarse de protegerlos no tienen personal suficiente en la región para hacerlo.

Faltará ver si efectivamente el Presidente defiende al Chocó en el territorio y se esfuerza porque no ocupe también el primer lugar en la lista de desplazamientos este año.

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