Con la designación de Maldonado, Santos se sale con la suya

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Designando a María Mercedes Maldonado como encargada de la Alcaldía en Bogotá, Santos logra lo que le conviene con miras a las presidenciales. 

Diecinueve días después de haber recibido oficialmente la terna para encargar un alcalde de Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos designó esta mañana a la secretaria de Hábitat María Mercedes Maldonado como la nueva mandataria de la ciudad. La tercera mujer que llega a ese cargo como encargada. Con esa movida, Santos calma los ánimos de una opinión pública molesta por la demora de su decisión, que ya le había comenzado a cobrar en las encuestas el no haber mantenido en el cargo al titular Gustavo Petro. Y también se asegura al haber escogido a la ternada que menos molestias políticas podría causarle en la recta final de las presidenciales.

Pero además, al haber esperado hasta después de Semana Santa para elegir a Maldonado, el Presidente garantiza para su campaña de reelección que las elecciones atípicas en Bogotá serán hasta después de la segunda vuelta presidencial, algo que quería desde un principio.

A Santos no le convenía que las atípicas en Bogotá coincidieran con las presidenciales (primera vuelta el 25 de mayo y segunda vuelta el 15 de junio) porque corría el riesgo de que sin un candidato fuerte, el suyo perdiera frente al petrismo indignado o al uribismo, que tiene el partido más votado en la capital en las recientes legislativas, y eso generara un impacto negativo en su campaña de reelección.

Por eso, para sus intereses electorales era mejor designar alcalde de Bogotá tras este mini receso laboral para que los tiempos no coincidieran: luego de designar a la nueva mandataria, Santos tiene que sacar otro decreto convocando a las elecciones atípicas que deberán realizarse 55 días después de hacer ese llamado. Algo que podría haber hecho al mismo tiempo pero que se abstuvo de hacer.

Para que las atípicas coincidan con la segunda vuelta, ese nuevo decreto tendría que salir hoy mismo pues estamos justo a 55 días del 15 de junio. Pero Santos hoy, al hacer el anuncio de la designación, advirtió que una vez regrese de asistir en México al funeral de Gabriel García Márquez se reunirá con el registrador Carlos Ariel Sánchez “para ver en qué momento y en qué condiciones se va a hacer el llamado (a elecciones)”.

Alfonso Portela, registrador delegado para asuntos electorales, explicó a La Silla que los 55 días se empiezan a contar a partir de la fecha de la convocatoria a las atípicas y no a partir de la designación del alcalde por encargo, como muchos creen. “Lo que sucede es que en muchos casos en el mismo decreto en el que se hace la designación se llama de una vez a las atípicas”, agregó. Ese, sin embargo, no es el caso del decreto en el que se designa a María Mercedes Maldonado alcaldesa, en el que no se menciona para nada el tema de las elecciones.

Los 55 días una vez se llame a comicios, prosiguió Portela, son necesarios para la Registraduría para abrir inscripciones durante 15 días y “ejecutar el evento” los siguientes 40 días.

Así las cosas, lo más seguro es que el decreto convocando a las atípicas salga, en el mejor de los casos, esta semana pero no hoy definitivamente. Con eso, y la cuenta de los 55 días, los comicios en Bogotá podrían terminar corriéndose para el fin de semana siguiente a la segunda vuelta, es decir, el 22 de junio que cae en puente festivo. Un puente suele bajar considerablemente la afluencia de votantes, incluso hasta en un 60 por ciento, según le dijo a La Silla una fuente de la Registraduría.

Aunque Santos logró que no coincidieran las dos elecciones, lo que sí es inevitable para él es que las dos campañas se hagan de forma paralela lo que de todas maneras sí podría generar escenarios que no le favorecen. Por un lado, la izquierda puede hacer campaña sobre el caballito de que Santos no acató las medidas cautelares de la CIDH que hubieran mantenido a Petro en su cargo. Por otro lado, el uribismo, fortalecido en Bogotá en las legislativas, querrá quedarse con la Alcaldía y arreciará sus críticas al Presidente. De hecho, podría darse el escenario de que quedaran haciendo campaña al tiempo Santos y su primo doble Pacho Santos que podría jugar en las atípicas.

A esto se agrega que unas atípicas en Bogotá podrían centrar mucho el foco de las presidenciales en Bogotá, donde Peñalosa es mucho más fuerte que Santos.

En cualquier caso, eso sí, con María Mercedes Maldonado Santos tendrá en la Alcaldía de Bogotá la figura más inofensiva políticamente hablando de las tres que conformaban la terna.

¿Por qué María Mercedes?

María Mercedes Maldonado acaso sea la más petrista de la terna de la que hizo parte con los exsecretarios del Distrito Guillermo Alfonso Jaramillo y Antonio Navarro quienes, sobre todo, son progresistas y tienen un vuelo político propio.

Maldonado no es política. Es una brillante académica y técnica. Graduada en Derecho de la Universidad Externado, con maestría en urbanismo de la Universidad de París-Este Créteil (antes conocida como París XII - Val de Marne) y candidata a doctorado en la misma universidad en esa área de estudio, llegó a la vida política de Petro en calidad de asesora externa cuando él era representante a la Cámara y le hizo debates al POT del entonces alcalde Enrique Peñalosa.

Para la campaña a la Alcaldía, Petro la invitó a formar parte de su equipo programático, en el que se mantuvo durante la época del empalme con la Alcaldía saliente de Samuel Moreno. Como secretaria de Planeación primero y de Hábitat después, María Mercedes Maldonado ha sido -como pocos otros funcionarios de Petro- una de las principales traductoras de las ideas de ciudad del exalcalde a quien ha acompañado como parte de un grupo que en el petrismo llaman “el combo de los académicos”, en donde también están el secretario Gerardo Ardila y el asesor Jorge Iván González.

Maldonado ayudó a estructurar el Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana y, según confirmó La Silla con tres fuentes del petrismo, estuvo detrás de la redacción del decreto que modificó el Plan de Ordenamiento Territorial que hoy se encuentra demandado y suspendido por el Consejo de Estado. Aunque ella dice que no tuvo tanto que ver con esa redacción y que más bien eso fue obra de su colega Gerardo Ardila, quien la reemplazó en la Secretaría de Planeación.

La realidad es que su concepción de ciudad -que es la misma que tiene Petro-, que replantea la expansión desordenada, propone menos desigualdad urbana y busca capturar lo más que pueda las rentas de los constructores y dueños del suelo urbano, está ahí plasmada en esa modificación.

Un periodista que la conoce bien le dijo a La Silla que detrás de esas posturas hay una fuerte influencia del Instituto Lincoln de Política de Suelos gringo, uno de los think tanks más importantes para temas de urbanismo en ese país, con quien Maldonado tiene una muy buena relación. De hecho, con ese Instituto coordinó un proyecto en apoyo al gobierno en una de las alcaldías de Antanas Mockus.

Las posiciones políticas de Maldonado, especialmente en el tema de vivienda, la han llevado a convertirse en una de las mayores contradictoras del Ministerio de Vivienda, cuando estaba de ministro Germán Vargas Lleras y ahora que está a cargo el vargasllerista Luis Felipe Henao. En los corrillos políticos de la ciudad se dice, incluso, que la nueva alcaldesa y Vargas Lleras - la fórmula vicepresidencial de Santos- se detestan.

En el Ministerio de Vivienda han dicho que, mientras otras Alcaldías del país están pidiendo más cupos para el programa de viviendas gratis, los cupos entregados a la Administración Petro no han sido usados. La cifra oficial señala que de los 8.110 cupos destinados para Bogotá solo se alcanzó una oferta de 4.837 cupos, es decir apenas el 60% de lo destinado para la capital. Esos resultados en una política clave han hecho que, incluso en el petrismo, algunos consideren que Maldonado es una gran académica, pero no una buena gerente.

La mandataria ha explicado que han habido inconvenientes y que otro proyecto, que incluye subsidio de vivienda para víctimas, más otros cupos gestionados por el alcalde (encargado por Santos antes que ella) Rafael Pardo harán que Bogotá se aproxime a la meta de viviendas gratis. Pero además su oficina de prensa cuenta logros como por ejemplo haber gestionado 7.700 VIP terminadas y habilitadas (se verifica por la conexión a acueducto y alcantarillado).

¿Por qué la puso Santos si es tan petrista y antivargasllerista? Una fuente que está metida en el alto gobierno y escuchó hablar del tema le dijo a La Silla que la razón es que a pesar de esas diferencias en la política de vivienda, María Mercedes Maldonado es la menos “peligrosa políticamente hablando” para Santos.

“El cálculo fue que poner a Jaramillo era poner a otro Petro y poner a Navarro era exponerse a que él adquiriera mucha visibilidad mediática y le pudiera dar juego a los verdes y a (Enrique) Peñalosa (competencia de Santos en las presidenciales)”, explicó esa fuente.

“Aunque la señora es la que más peleas tiene con la Nación de los tres, no es tan mediática ni tan cercana a Peñalosa”, agregó la misma persona.

Maldonado, de hecho, es tan opuesta a Peñalosa que representa el modelo de ciudad contrario al que propone ese exalcalde de Bogotá.

Su talante técnico y académico y poco dado a las maniobras políticas es tan obvio que algunos petristas hoy se sienten frustrados con respecto a las posibilidades de mover una candidatura a las atípicas: “Ella va a hacer su trabajo de administrar, no creo que tenga la capacidad de mover una aspiración a la Alcaldía y por eso la nombraron”, nos dijo un líder del progresismo off the record.

“Nos dejan sin maniobras porque ella poco y nada se moverá para las atípicas, ese fue el cálculo de Santos”, agregó por aparte un concejal progresista. 

Mucho habrá que esperar para saber cómo termina esta historia. Entre otras cosas, habrá que ver si el Consejo de Estado le otorga a Petro las medidas cautelares que muchos están anticipando y que podrían devolverlo a la Alcaldía mientras se resuelve una demanda de nulidad contra el proceso por el cual fue destituido. Si eso pasa, el encargo de María Mercedes Maldonado sería más corto de lo que todos piensan.

Por lo pronto, la nueva mandataria llega al Palacio de Liévano a defender el Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana, a priorizar el énfasis social, pero dando un parte de tranquilidad y proponiendo lazos de unión entre los gobiernos nacional y local. “Son muchos más los puntos que nos acercan que los que nos alejan”, le dijo hoy a La W. Por eso la nombró Santos.

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