El presidente Juan Manuel Santos, quien había dicho a cercanos suyos que no se iba a meter en la elección del próximo Contralor General, le hizo el guiño para ese cargo al exprocurador Edgardo Maya Villazón. Pero Maya no sólo tiene a varios parientes políticos y de sangre investigados por supuestos nexos con los paramilitares sino que además genera miedos jurídicos en algunos de los legisladores santistas, que junto a todo el Congreso deberán elegir en ocho días el reemplazo de Sandra Morelli.
Contraloría: Santos le hace el guiño a Maya, pero los congresistas...
El presidente Juan Manuel Santos, quien había dicho a cercanos suyos que no se iba a meter en la elección del próximo Contralor General, le hizo el guiño para ese cargo al exprocurador Edgardo Maya Villazón. Pero Maya no sólo tiene a varios parientes políticos y de sangre investigados por supuestos nexos con los paramilitares sino que además genera miedos jurídicos en algunos de los legisladores santistas, que junto a todo el Congreso deberán elegir en ocho días el reemplazo de Sandra Morelli.
Seis congresistas de la coalición santista le confirmaron por aparte a La Silla que, aunque no ha dado la instrucción directamente, el mandatario les ha hecho saber a sus aliados a través del presidente del Congreso José David Name que su favorito es Maya. Aparentemente también lo hizo a través de otros congresistas, como el representante liberal Édgar 'el Pote' Gómez, de Santander.
Una de las razones que habría tenido el Presidente para buscar una esquina en el pulso entre su vicepresidente Germán Vargas (quien respalda a Maya) y su aliado el expresidente César Gaviria (quien respalda al aspirante Gilberto Rondón), es que supuestamente el candidato de la casa Gaviria se reunió con la bancada uribista para pedirle el voto y eso molestó a Santos.
Ese encuentro, sin embargo, no fue confirmado por La Silla y de hecho el senador uribista José Obdulio Gaviria nos dijo que es falso que se haya dado.
En cualquier caso, Santos se comunicó con Name para pedirle en concreto que se metiera en la campaña a favor del exprocurador y la movida ha variado el panorama en los partidos de la Unidad Nacional que ya estaban definiendo su respectivo candidato.
Por ejemplo, en el Partido de La U se estaba armando un consenso alrededor del tercer aspirante: Carlos Ardila Ballesteros, que es santandereano, de la rosca del procurador Alejandro Ordóñez, tiene votos entre los conservadores y también es bien visto por Vargas ya que viene de Cambio Radical, partido por el que estuvo en el Consejo Nacional Electoral hasta hace un año. Y en el liberalismo estaban con Rondón hasta que se supo lo de Maya.
Sin embargo, y contrario a lo que sucede otras veces en las que la preferencia del Presidente lo define todo, no está claro si aún con ese espaldarazo Maya tiene el camino despejado entre los santistas.
Los temores sobre Maya
La razón de algunos congresistas santistas para dudar de votar por Maya es que se trata justo del candidato con más ruidos a su alrededor por posibles inhabilidades y ellos no se quieren exponer a una eventual demanda de pérdida de investidura por haber elegido a un inhabilitado, con todo lo que eso significa.
No sólo se trataría de tener que enfrentar la posibilidad real de salir de sus curules y pagar millones en abogados, sino que una demanda de ese tipo puede conllevar sanciones disciplinarias por parte del Procurador que está más cerca ideológicamente del uribismo que del santismo.
“El peligro es que (si se elige a Maya) podría quedar la Unidad Nacional en manos de (Alejandro) Ordóñez”, dijo a La Silla un senador santista que habló off the récord.
Edgardo Maya fue nominado por la Corte Constitucional luego de una cuestionada pirueta jurídica y su aspiración es bien vista además por el fiscal Eduardo Montealegre y el expresidente Ernesto Samper.
Tres congresistas con peso en la coalición santista, consultados de manera independiente, coincidieron en que lo que más resistencia genera de él en el tema jurídico es en su orden: primero, su posible inhabilidad por haber ejercido como conjuez del Consejo de Estado menos de un año antes de la elección.
El avispero por ese punto lo alborotó el abogado constitucionalista Germán Calderón España, el mismo que curiosamente puso la demanda que le salvó el periodo al Fiscal Montealegre.
Calderón España mandó una carta al Congreso advirtiendo que un conjuez es un servidor público y que los congresistas que voten por Maya “podrían verse avocados a un proceso penal por un presunto prevaricato por acción o por omisión y también estarían incursos en una inhabilidad que les causaría la pérdida de investidura y un proceso disciplinario en la Procuraduría”.
Y aunque después de eso otro constitucionalista, Hernando Morales Plazas, aseguró que la inhabilidad no existe pues un conjuez no tiene estatus de funcionario público, la advertencia quedó hecha y la duda jurídica persiste en algunos congresistas que hablaron con La Silla.
Sobre todo porque hay otro abogado, Carlos Mario Isaza (el que demandó la reelección de Ordóñez y a través de una tutela logró suspender temporalmente la aspiración de Maya a la Contraloría), que argumenta que hay una sentencia de la Corte Constitucional (la C-037 de 1996) que estableció que los conjueces sí son servidores públicos.
Lo segundo que preocupa de Maya a varios legisladores “es que algunos de los magistrados que ternaron a Maya hayan sido sus procuradores delegados o le deban favores. Eso podría dejarnos frente al mismo carrusel de ‘yo te nombro y tu me nombras’ que ya ha sido sancionado antes”, como le explicó a La Silla un senador de La U.
En tercer lugar los congresistas consultados mencionaron como inconveniente el asunto de la edad de Maya, quien cumpliría la edad de retiro forzoso (65 años) en la mitad de su gestión en la Contraloría.
El feo a Gaviria
Si el guiño presidencial a Edgardo Maya deja en una situación difícil a los congresistas con temores jurídicos también hace lo propio con el mismo Santos, quien tomó partido en el pulso entre Vargas Lleras y César Gaviria.
No es descabellado anticipar, pues, que esto no caerá bien en la casa Gaviria (como se le llama a los intereses de Simón y César Gaviria) y evidencia de ello es lo que pasó en la posesión del Presidente el pasado jueves.
Ese día ya había empezado a conocerse la preferencia por Maya que está transmitiendo Santos a través de José David Name.
Dos congresistas le contaron a La Silla que, a raíz de eso, en algunos momentos del evento vieron a César Gaviria ofuscado recordándole a varios legisladores que Santos había dicho que no se iba a meter en la elección a Contralor.
Un senador nos dijo que Gaviria también tocó el tema de un acuerdo, que no se ha concretado, según el cual La U apoyará a Gilberto Rondón para que después los liberales apoyen al candidato de La U a la Procuraduría.
El problema es que en La U no tienen a Rondón ni siquiera como segunda opción. Un senador poderoso de esa bancada le dijo a La Silla que el consenso está más o menos logrado alrededor de Ardila Ballesteros y que ahora que Santos le dio el espaldarazo a Maya van a debatir pero entre esos dos aspirantes.
Ese senador dice que La U no quiere apoyar a Rondón porque considera que el Partido Liberal tiene ya “demasiadas” cuotas en el Estado y que aunque Maya es de origen liberal les ha manifestado estar dispuesto a ser el aspirante de La U.
Esta semana que comienza será definitiva en el primer gran pulso político desde que arrancó Santos II y uno de los actores que determinará qué va a pasar es precisamente La U, el partido mayoritario del santismo, que tendrá que decidir entre hacerle caso al Presidente, irse con Ardila Ballesteros o jugar en favor de los Gaviria con Rondón.
Sus congresistas se reunirán mañana martes para tomar la decisión y como le dijo el senador Roy Barreras a La Silla: “Somos los que vamos a inclinar la balanza”.