El clientelismo tecnocrático de Santos

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Lo que se dice en el Congreso es que Germán Chica, el Alto Consejero Político de Santos, maneja un programa de computador, un software, que cruza diferentes datos para lograr una distribución equitativa de cuotas políticas entre los diferentes partidos y las diferentes regiones, de acuerdo con el número de votos logrados en las elecciones parlamentarias y multiplicados -o no- en los votos para Juan Manuel Santos a la Presidencia.


Por estos días en el Congreso hay revuelo total. La urgente aprobación del presupuesto, la discusión del proyecto de regalías y la estructuración de lo que será el Plan Nacional de Desarrollo tienen a la mayoría de congresistas peleando por lograr una posición que les permita mostrarse en sus regiones. Nadie se quiere quedar por fuera.

El nuevo estilo anunciado por el presidente Juan Manuel Santos no se las ha dejado fácil. Desde el día de su posesión, el Presidente dijo que no entregará puestos ni repartirá al Estado y que en su estilo de Unidad Nacional los consensos serán con los partidos y no con las personas.

Algunos de los congresistas antiguos no saben exactamente cómo lograr una participación burocrática y económica en el nuevo cuatrenio y la idea de una mesa de Unidad Nacional en que sólo participan los presidentes de los partidos de la coalición oficial los ha hecho sentirse marginados, con lo cual no tienen forma de hacer pesar sus votos en las regiones.

Sin embargo, en las dos últimas semanas el camino se ha comenzado a despejar.

Hace unos días, uno de los voceros del Partido Liberal que hace parte de la Unidad Nacional, les dijo a sus compañeros de bancada: “Les traigo una razón, que Chica los espera, solo tienen que pedir una cita”.

Chica, es Germán Chica, el alto Consejero para Asuntos Políticos que se ha reunido con buena parte de los congresistas para contarles que en este Gobierno todos los parlamentarios tendrán la posibilidad de “priorizar y gestionar proyectos para sus regiones”. Y también les aclaró que no están vetados para postular hojas de vida para los cargos que aún están vacantes (40 de primer nivel y cientos de ahí para abajo).

La prioridad para la mayoría de los senadores y representantes hoy es asegurar cuotas burocráticas en el Estado. Los congresistas saben que los principales cargos, de orden nacional y regional, serán entregados en poco tiempo pues Santos requiere armar sus equipos para empezar a gobernar con la gente escogida por él mismo.

En las reuniones de bancada, de comisiones y de corrillo se está hablando de la “forma en que hay que llegarle a Chica” para lograr la participación. A partir de la invitación, los congresistas comenzaron a planear el petitorio que le harán al consejero más mentado de Santos.

Un congresista conservador que ya estuvo reunido con Chica les recomendó a varios de sus compañeros de coalición no llegar con las manos vacías a su turno de reunión, una especie de manual para lograr la representación que quieren.

Lo primero es tener claras las postulaciones que quieren hacer y los proyectos que quieren impulsar. Es claro que cada congresista postulará sus aspirantes a un cargo y cada presidente de partido será el encargado de llevar los nombres para que la Presidencia los seleccione.

El primer consejo fue ir en grupo para lograr mostrar su peso, ya sea en una región o en una comisión. Deben ponerse de acuerdo para postular un solo nombre o impulsar un mismo proycto.

Lo que contaron algunos congresistas de tres diferentes partidos de la Unidad Nacional a La Silla Vacía es que Chica tiene en su computador varios cuadros que muestran la distribución de los congresistas por comisión y por partido. La Silla Vacía comprobó eso en la oficina del Alto Consejero.

Pero además del cuadro ampliado y distribuido según los colores de los partidos, Chica también tiene en su computador cuadros de los congresistas organizados por su posición frente a los proyectos que el Gobierno tiene como prioridad. Ahí está, por ejemplo, la posición frente al proyecto de regalías en que el senador conservador Hernán Andrade figura como claro opositor al proyecto y cuyo voto es inmodificable, como efectivamente ocurrió en la sesión de hoy en la Comisión Primera del Senado. La idea del Gobierno es buscar una mayoría, aunque algunos congresistas no voten los proyectos.

Pero los congresistas van mucho más allá. Lo que se dice en el Congreso es que existe un programa de computador, un software, que cruza diferentes datos para lograr una distribución equitativa entre los diferentes partidos y las diferentes regiones, de acuerdo con el número de votos logrados en las elecciones parlamentarias y multiplicados -o no- en los votos para Juan Manuel Santos a la Presidencia.

Como lo explicó a La Silla Vacía un Representante a la Cámara, es una fórmula que establece cuántos cargos tiene cada departamento y les da una puntuación. Ese inventario se cruza después con un listado que muestra cuántos votos sacó cada partido, cada senador o cada representante, en las regiones y cuántos de ellos se direccionaron a la candidatura de Juan Manuel Santos. La conclusión es que entre más votos, mayor será el ranking del cargo que se les entregará.

A esos cargos, según entienden los congresistas consultados por La Silla Vacía, deberán postular los Partidos a sus candidatos.

Pero eso no es todo. También se están multiplicando las claves para tener en cuenta a la hora de presentar las hojas de vida. Lo fundamental, dicen, es seleccionar los cargos donde más cupos podrían existir y mayor aumento generaría en el presupuesto, como Acción Social, ICBF y Sena, precisamente las tres entidades donde Juan Manuel Santos ratificó a los antiguos directores y hubo denuncias por manejos inadecuados para beneficiar a la campaña de Santos.

La conclusión de algunos congresistas es que Chica tiene como función ser enlace entre el Gobierno nacional y el Congreso, algo así como un facilitador de la representación de los partidos de la coalición en los cargos que es posible proveer en todo el país.

 

Lo que dice Chica

La Silla Vacía estuvo en el despacho de Germán Chica y allí evidenció que hay una fila de congresistas recibiendo audiencia. Uno que entró antes que nosotros y otro que nos siguió en la reunión. La agenda del Alto Consejero concreta a por lo menos diez congresistas cada día.

El Alto Consejero reconoció a La Silla Vacía que efectivamente el papel de los congresistas será incluyente, pero que aún no está claro el mecanismo que se va a utilizar. La base será el modelo usado por Santos cuando fue Ministro de Hacienda en el gobierno de Andrés Pastrana y que legitimó la Corte Constitucional cuando falló que los bancos de proyectos que permitían la regionalización de la inversion, eran constitucionales.

Sin embargo, el fallo de la Corte estableció parámetros muy exigentes para esa distribución y el primero de ellos fue que la selección de proyectos no tenga relación alguna con el número de votos logrado por un congresista. Y por ello el esquema no ha sido definido. La condición, según dijo Chica, es que esté jurídicamente soportado.

En un par de semanas, el presidente Juan Manuel Santos le dirá al país cuál fue el modelo seleccionado y Chica admite que es posible que a muchos congresistas no les guste.

Hasta ahora, está claro que se le permitirá a todos los congresistas presentar sus proyectos regionales y entregar hojas de vida para la distribución de los cargos, pero sólo a través de su partido, en el mismo esquema que se está estudiando la postura sobre los proyectos en la Mesa de Unidad Nacional.

En el estilo técnico del Gobierno de Unidad Nacional de Santos, Chica retoma la teoría de Maurice Duverger, donde cada partido tiene la obligación de presentar propuestas, ganar elecciones, preparar los cuadros de Gobierno y ser participativos en el Gobierno. Con esto lo que quiere decir, según explicó, es que es inherente del Congreso priorizar y gestionar.

Pero esa oportunidad de postular, según Chica, significa la obligación de los partidos de presentar los mejores perfiles.

Y como ejemplo dio a la bancada cordobesa que estuvo en su despacho para pedirle tener en cuenta a un cordobés en algún puesto de primer nivel. “La pregunta que finalmente me hicieron era si tenían que enviar hojas de vida de astronautas... y la respuesta fue que sí, que solo necesitábamos a los mejores”, contó Chica.

Sobre el modelo que está circulando en el Congreso, Chica dice que se trata de un 'mito' que está andando en el Congreso y nace de las prácticas de los últimos veinte años donde las bancadas del partido del Gobierno deberían tener obligatoriamente una representación en el Estado.

“Esto no va a pasar en este Gobierno. No hay entidades escrituradas a los partidos. La decisión del Presidente Santos es que las mejores hojas de vida lo acompañarán en el Gobierno”, dijo a La Silla Vacía el Alto Consejero. Esas hojas de vida deberán ser el significado de la corresponsabilidad con el Gobierno, es decir ser las mejores calificadas.

Dice Chica que es claro para el Gobierno que no son muchos los cargos que hay que repartir. Los limitantes son los cargos de carrera administrativa y los que en el gobierno de Álvaro Uribe fueron entregados por meritocracia, modelo al que se va a dar continuidad. “Lo que se va a evaluar es la idoneidad y la competencia de los perfiles que todos los partidos presenten”, aseguró Chica.

Chica reconoce que no se trata de un modelo recién estrenado por el Gobierno de Santos y que, por el contrario, fue el mismo que se para seleccionar al cuerpo ministerial. Se trata del Plan Cien Días, que comenzó exactamente cien días antes del 7 de agosto, cuando dos representantes de la campaña de Santos -Alberto Velásquez y Gustavo Mutis- recibieron las hojas de vida de un grupo de recomendados por los partidos que acompañaban la campana de Santos.

El mismo Chica defiende su posisión actual porque fue presentado por su partido, la U, para ocupar un cargo que iba entre los niveles 1, 2 y 3 , es decir, los grande: Ministro, Viceministro ó Consejero, su cargo actual.

El planteamiento del Gobierno es que la selección de los 120 más importantes cargos del Gobierno será hecha con tres raseros: que sean expertos, que sean referidos por un grupo de expertos ó que sean del algunos de los partidos de la Unión Nacional. Y estará a cargo de la Alta Consejería para el Buen Gobierno.

Para Chica, el modelo que conoció La Silla Vacía pertenece a un partido que ya intentó vendérselo en una reunión y así como ese grupo de parlamentarios le propuso ese esquema, los demás también lo han hecho, cada cual a su medida.

Y en cuanto a los proyectos, el Gobierno de Juan Manuel Santos aplicará la tesis de que el Congreso está hecho para priorizar y gestionar la inversión regional. "El Congreso debe participar", dice Chica al tiempo que explicar que se trata del mecanismo usado por el Parlamento inglés.

Finalmente, la decisión de quién ocupará cada uno de los cargos o de qué proyectos se priorizarán será del presidente Juan Manuel Santos o de su equipo de meritocracia.

 

 

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