El dilema azul

Imagen

La más reciente noticia del descontento conservador con el presidente Santos corrió por cuenta del apoyo que dio el mandatario a la marcha por la paz del 9 de abril. Ese día Santos marchará al lado de movimientos de izquierda radical como Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos y Poder Ciudadano, y de líderes como Piedad Córdoba y Gustavo Petro en apoyo a los diálogos con las Farc en La Habana. Y aunque a Santos le sobran las razones para promover una jornada de respaldo a su proceso de paz, el gesto no cayó para nada en gracia en las toldas azules.

“Poco a poco nos están moviendo hacia la izquierda”, dijo la exsenadora Marta Lucía Ramírez. “No somos opositores a los diálogos, pero si Santos quiere marchar con Piedad le deseamos suerte. Hasta allá tampoco”, agregó por su parte el senador Hernán Andrade.

Juan Manuel Santos recibió el apoyo conservador para elegirse, tanto en primera como en segunda vuelta lo apoyaron muchos militantes azules. Foto: Juan Pablo Pino
Álvaro Uribe trasladó su encrucijada del alma al corazón de muchos conservadores.

Y esa marcha es apenas un argumento más para el descontento. El Partido Conservador no está contento con Santos porque siente que éste le ha dado un tratamiento de tercera en términos de burocracia. Los ministerios que supuestamente son de ellos, como el de Hacienda y el de  Agricultura, en realidad pertenecen a amigos de Santos "sin mayores compromisos con la colectividad", como le dijo a La Silla el senador Andrade.

El programa de Gobierno de Santos también ha sido más afín a ideas liberales, como la Ley de Víctimas, el programa de Primer Empleo y la posibilidad de replantear la lucha contra las drogas. En cambio, el Partido Conservador ha tenido poco éxito con sus banderas, que han sido principalmente de corte moral como la penalización absoluta del aborto. En realidad, de una época hacia acá al conservatismo ha sonado es en relación con escándalos como el de las notarías, la Dirección Nacional de Estupefacientes, la Dian y Agro Ingreso Seguro.

Eso a pesar de que ha sido una colectividad disciplinada para apoyar sin muchos reparos los proyectos del Gobierno en el Congreso.

Cuando arranca un año preelectoral, esa situación deja a los conservadores en un sánduche. El sánduche de la polarización entre Santos y Uribe. Si ellos estuvieran contentos con el presidente, su permanencia en la Unidad Nacional y apoyo a la reelección se daría por descontado y muy pocas voces en el partido podrían oponerse a ello. 

Con el antisantismo creciendo en el partido, la propuesta de Marta Lucía Ramírez y José Félix Lafourie de que los azules vayan con un candidato propio en alianza con el movimiento uribista Centro Democrático ha encontrado oídos. Y la semana pasada, el senador Juan Mario Laserna, el mayor aliado que tiene el Gobierno dentro de la bancada conservadora, sorprendió diciendo que el Partido debería ir con candidato propio.

Este miércoles, la dirección conservadora se reunirá y posiblemente fije fecha para la convención nacional en la que se decidirá si van con Santos en primera vuelta o si van con un candidato propio, y con qué perspectiva de alianzas para la segunda vuelta.

La carta propia

 

"Tener candidato conservador sería un rescate de la dignidad conservadora y de la independencia", le dijo a La Silla el senador Juan Mario Laserna, quien desde ya lanza el nombre del exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry como posible candidato.

Al senador José Darío Salazar le suena la idea del candidato propio, pero con alianza con el Centro Democrático.
Marta Lucía Ramírez dice que los conservadores en un acto de coherencia deberían salirse de la Unidad Nacional, pero más adelante. Foto: La Silla Vacía
Hernán Andrade dice que Santos se pasó al anunciar que marchará junto a Piedad Córdoba.

Juan Mario Laserna, el más santista del Partido Conservador, plantea una estrategia para garantizar el apoyo a Santos. Foto: La Silla Vacía

Laserna cree que al Partido lo han “manoseado” y que no debe terminar feriado entre uribistas y santistas.

La Silla estableció extraoficialmente que la propuesta de Laserna le suena al expresidente Andrés Pastrana y a Noemí Sanín y que senadores como Hernán Andrade y José Darío Salazar también están de acuerdo con ella.

Por ahora no hay nombres fijos en la baraja, pero con Laserna impulsando el de Echeverry también suenan nombres como el de Noemí Sanín. Marta Lucía Ramírez y José Félix Lafourie también son muy bien vistos en algunos sectores.

El problema del candidato propio es que, de todas maneras, en segunda vuelta presidencial los conservadores volverían a la misma disyuntiva: o Santos o Uribe.

De hecho, la propuesta del senador Laserna lo que busca en el fondo es que los uribistas no coopten desde el principio el Partido pues él es de lejos el más santista de los 22 senadores conservadores y le gustaría que en segunda vuelta apoyaran la reelección.

En igual situación, pero desde otra orilla, está Marta Lucía Ramírez, quien cree que el Partido debe ir con candidato propio, pero que también se debe realizar una consulta con el Centro Democrático, el MIRA, el Partido Verde e incluso personas sin partido para escoger un solo aspirante que represente la derecha de Uribe.

Ramírez y Laserna representan los dos estadios en los que se encuentran los conservadores. Ahí en esas toldas están los proclives a irse con Uribe, como los senadores Liliana Rendón, José Darío Salazar, Eduardo Enríquez Maya y Juan Manuel Corzo, además de casi todos los representantes a la Cámara; y los partidarios de apoyar a Santos, sobre todo si le va bien en el proceso de paz, como Hernán Andrade y Laserna. Una fuente que conoce por dentro el Partido le dijo a La Silla que, por supuesto, también están los clientelistas que le harán fuerza al que mejores propuestas les haga en esa materia. Que no serán pocas.

Y mientras los líderes debaten entre un lado y otro, en las bases también crece el antisantismo y, al tiempo, la idea de irse con candidato propio para primera vuelta.

La Silla supo que el viernes pasado varios funcionarios del Partido estuvieron en Pereira, dentro de unas giras internas que hacen para acercarse a las bases, y que muchos líderes locales manifestaron ese deseo.

Pero con el Centro Democrático  actuando en el escenario electoral, esas bases no sólo están pensando en las elecciones presidenciales sino también en las de Congreso, pues una lista uribista podría quitarles muchos votos.

Aunque el Partido Conservador solo no tiene ninguna opción de llegar al poder en primera vuelta, no son pocos los votos que arrastra esta colectividad. Por ejemplo, en la consulta interna de las presidenciales pasadas entre Andrés Felipe Arias y Noemí Sanín alcanzaron dos millones 200 mil votos, casi la misma votación que obtuvo el Partido al Congreso. Por lo tanto, cualquier decisión que tomen en su convención afectará en mayor o menor medida el panorama electoral del país. 

Compartir
0