El nombramiento de Miguel Peñaloza, ¿una concesión a los contratistas?

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El nombramiento de Miguel Peñaloza, ¿una concesión a los contratistas?

Miguel Peñaloza será, si nada cambia en los próximos días, el nuevo Ministro de Transporte. Caracol Radio ya lo dio como un hecho y La Silla Vacía también comprobó con fuentes en el ministerio que eso es lo que allí se rumora. De darse este reemplazo, Santos estaría reemplazando un técnico por un político, un planificador por un ejecutor. Y sobre todo, estaría concediendole un triunfo a los contratistas, y en particular, a William Vélez, uno de los mejores amigos de Álvaro Uribe.

Miguel Peñaloza es el actual Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana de Santos. Oriundo de Cúcuta, es un ingeniero eléctrico de la Universidad Industrial de Santander e ingeniero financiero del Instituto Tecnológico de Monterrey, en México.

Hasta hoy su relación con el negocio vial y de transporte ha sido por el lado de los contratistas, y en particular de William Vélez, quien es contratista público desde hace dos décadas pero se convirtió en el zar de la contratación durante la administración de Uribe. En los ocho años de su gobierno, se ganó licitaciones de alumbrados públicos hasta las grandes obras de infraestructura. A través de diferentes empresas en las que Vélez es socio importante, fue uno de los favorecidos con el corredor vial Girardot-Ibagué-Cajamarca y el aeropuerto Eldorado de Bogotá, entre otras millonarias obras.

Peñaloza fue gerente de mercadeo de Termotécnica Coindustrial S.A. (no vicepresidente de Planeación del Grupo Ethuss, como equivocadamente aparece en la página de la Presidencia de la República), cuyo principal accionista es William Vélez, y presidente de la junta directiva de Odinsa, donde también Vélez es uno de los socios más grandes.

Esta cercanía con Vélez provocó un escándalo, en el que se reveló que Peñaloza habría presionado a funcionarios del Gobierno de Uribe para beneficiar a las empresas de Vélez o sus amigos. Además, cuando llegó la actual administración del Instituto Nacional de Concesiones, Inco, encontró que había un buen número de cuotas de Peñaloza y de William Vélez.

En el gobierno de Juan Manuel Santos, Miguel Peñaloza fue nombrado Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana. Tiene a su cargo el manejo de los alcaldes y gobernadores, pero también la organización de los Acuerdos para la Prosperidad.

Hace un par de semanas el Congreso realizó el primer foro sobre el proyecto de modificación del Código de Tránsito.

Foto: Juan Pablo Pino

Peñaloza logró esos cargos en las empresas de Vélez gracias a su amistad con otros empresarios antioqueños, Fabio Echeverri y José Roberto Arango. Todos del círculo empresarial cercano a Álvaro Uribe Vélez, que lo tuvo en la nómina del gobierno durante casi todo su gobierno como gestor de los consejos comunales.

Durante el gobierno de Uribe, Peñaloza fue el  Consejero Presidencial para las Regiones. Santos lo 'heredó' en su campaña como coordinador y luego lo encargó de las relaciones con los alcaldes y gobernadores y de la coordinación y organización de los Acuerdos para la Prosperidad.

La jugada de Santos

Quienes trabajaron con Peñaloza durante la presidencia de Álvaro Uribe lo describen como una persona muy eficiente en montar sistemas que funcionen. Es una persona completamente operativa.

“Durante las dos campañas a la presidencia de Uribe y la de Santos, Peñaloza fue quien se encargó de que todo saliera bien. Es un operativo muy grande, con un presupuesto millonario y con mucha gente. Sólo mover la comida ya es una cosa enorme. Y él lo hizo las tres veces sin fallas”, le dijo un ex compañero de trabajo a La Silla Vacía.

Esta fortaleza ejecutiva de Peñaloza será útil para esta nueva fase del Ministerio que será ejecutar el sistema de licitaciones que dejó montado Cardona, que es ante todo un planificador pero que demostró no ser un buen ejecutor de las obras físicas.

Aunque a Peñaloza lo ven como la persona que hace que las cosas funcionen, algunas fuentes cercanas a Cardona dicen que su salida es el costo político por haber frenado la ejecución de obras como se venían haciendo.

Como lo contó Héctor Riveros en una columna de La Silla Vacía, desde su llega al Ministerio, Cardona cuestionó las millonarias concesiones otorgadas en el Gobierno de Uribe y especialmente las adiciones que se firmaron entre 2008 y 2010, que suman más de once billones de pesos, que se entregaron sin licitación y además sin estudios ni diseños.

Cardona también había dicho que no habría más anticipos, o que éstos serán muy pequeños. "Con la modalidad de “pago contra entrega” que se quiere imponer, los riesgos por las demoras son del contratista y no de todos los colombianos. Será sin duda un incentivo para acelerar", explicó Riveros, al escribir sobre las quejas de los contratistas a Santos durante el Congreso Nacional de la Cámara de Infraestructura a finales del año pasado.

Los contratistas no lo querían y quizás por eso tampoco muchos congresistas. Con el modelo promovido por Cardona no era posible que los contratistas que financian sus campañas ganaran los contratos. Cardona tampoco les daba puestos. Y además, tampoco ejecutaba las obras que se necesitan en las regiones.

El congresista que promueve su moción de censura es Wilson Gómez, la ficha del ex concejal Hipólito Moreno en el Congreso,  quien se ha visto salpicado por el escándalo de contrataciónn en Bogotá.  El argumento de la moción de censura es que no atiende las necesidades viales de las regiones y porque no da la cara al Congreso, pues no ha atendido ni siquiera el 30 por ciento de las citaciones al Congreso.

Lo que dejó Cardona son los cimientos para el salto hacia una forma diferente de contratar las grandes obras en el país. La idea era dejar un plan de largo plazo para el Ministerio de Transporte porque una vía perfectamente puede demorarse entre uno y quince años y hasta ahora la planeación se hacía solo para los cuatro años de Gobierno.

Y ahora que esa maqueta está lista, sería Peñaloza quien la llega a ejecutar. La pregunta es si podrá ser independiente de William Vélez, su ex jefe.

Lo que sí es claro es que si se produce este nombramiento, Santos le habrá 'quitado' a Uribe otra ficha clave para una eventual campaña política suya en el próximo año.

Nota de la Editora: después de publicada esta historia, nos dimos cuenta que habíamos cometido un error y que William Vélez no había ganado la licitación de la Ruta del Sol aunque sí había participado en ella. Y que participa del consorcio adjudicatario de la ruta Girardot-Ibagué-Cajamarca y no Bogotá-Girardot-Cajamarca como dijimos inicialmente. Ofrecemos disculpas por este error.

La Directora de comunicaciones del Grupo Ethuss envió a La Silla Vacía algunas observaciones sobre la información aquí publicada. El texto completo se puede leer aquí.

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