La anulación de la elección de Hugo Arley Tobar como rector de la Unipacífico deja al centro educativo en la inestabilidad a pesar de la intervención de la ex ministra.
Hasta Gina Parody perdió contra el caos de la UniPacífico
Hugo Tobar fue el candidato de Gina Parody a la rectoría de Unipacífico. Esta foto fue publicada por Tobar en su twitter después de la ceremonia de la firma del acuerdo con las FARC en septiembre.
Esta semana Hugo Arley Tobar renunciará a la rectoría de la Universidad del Pacífico. Tobar cedió ante la guerra jurídica que entabló el candidato perdedor, Félix Suárez, desde noviembre del año pasado y que terminó el pasado 6 de octubre con el fallo del Consejo de Estado que anuló su elección. Después de una tensa calma de 8 meses, la institución volverá al limbo del que ni el poder de la entonces ministra Gina Parody pudo librarla.
Unipacífico es un hueso duro de roer para el Ministerio de Educación, tanto así que sus funcionarios le sacan el cuerpo a participar en el consejo directivo, como nos informó una especialista en temas universitarios que pidió la reserva de su nombre. Gina Parody manifestaba su objetivo de limpiarla de los intereses politiqueros y eso se evidenció la medida preventiva del Ministerio que quería corregir las irregularidades que el Ministerio encontró en la Universidad, la expedición de un plan de mejoramiento y la presión para realizar elecciones para elegir rector, que por fallos judiciales contradictorios tuvo a la universidad con tres rectores en menos de un año.
Funcionarios del Ministerio niegan que se pudiera ejercer tal presión, debido al fuerte carácter regional de los estamentos. No obstante, el representante de los docentes, José Carlos Rivas, nos informó que la amenaza de una intervención era constante. “Nosotros le pedimos que lo hicieran, si eso significaba una mejoría, pero luego de evaluar dijeron que no daba para tanto”, le contó a La Silla Pacífico.
También se habló de la mano de Parody en la elección de Tobar, que era su candidato desde que se reunió con él en Bogotá, según informó un asesor del ex rector.
Tobar es de Buenaventura, estudió en los Estados Unidos y fue secretario de Hacienda de la Gobernación del Chocó, al mando de Luis Gilberto Murillo, hoy ministro de Ambiente. Algunos detractores lo acusan de representar los intereses de Murillo en el Pacífico, al que se sumaría el Plan Pazcífico. En entrevista con La Silla Pacífico, Tobar afirmó su relación con Murillo, y la posible alianza con Luis Alfonso Escobar, gerente del Plan. “Para sacar a la universidad adelante se requiere articular, esto no puede ser un ejercicio individual”, aclaró. A su vez, el ministro Ambiente declaró que no apoyó su candidatura a la rectoría, pero que conoce su trabajo y cree que no le faltarán nuevas ofertas.
La rectoría solo le duró 8 meses, en los que intentó abrir la universidad a intercambios internacionales y envió tres estudiantes a universidades estadounidenses. También entabló alianzas con organizaciones tecnológicas y otras universidades del país. Abrió un programa para estudiantes con discapacidad auditiva y amplió los apoyos de transporte y almuerzos, pues la institución recibe alumnos de bajos recursos. “Cada alianza solo pedía una cosa, el respaldo de una estabilidad administrativa, que hoy se derrumba con la renuncia de Hugo Arley”, manifestó su asesor.
Al parecer, desde antes de la votación final ya se sabía que no cumplía con los requisitos. Algo que corroboró la sentencia del Consejo de Estado donde afirma que se cometieron errores en el proceso, pues el elegido no había convalidado sus títulos obtenidos en el extranjero a la hora de presentarse y, por falta de certificaciones, no cumplía con la experiencia administrativa y académica mínima requerida.
“A pesar de que la Procuraduría ya había hecho una advertencia en caso de que eligiéramos a Hugo Arley, se insistió en hacer la votación en la que resultó ganador. Yo me abstuve de votar”, explicó Wilson Caicedo, representante de la gobernación en el consejo hasta el año pasado, que además señala como responsable de todo a la delegación del Ministerio.
Después de la elección comenzó la tutelatón, y en uno de tantos fallos un juez de Buenaventura pidió retirar a Tobar y nombrar en su lugar al otro candidato, Félix Suárez. Parody contrademandó el fallo y anunció que demandaría penal y disciplinariamente al juez. "Este es un atentado contra la autonomía universitaria. Después vendrán los jueces de decir a quién podemos recibir", declaró en rueda de prensa.
Este show jurídico duró casi un mes, en el que Parody además le exigió a Suárez no hacer contrataciones y el consejo directivo se reunió para limitar el monto, porque sin contratos no se podía arrancar el 2016. A principios de este año el Tribunal de Buga apoyó al Ministerio y restituyó a Tobar. La exministra ganó esta batalla, pero no la guerra.
Del otro lado están los profesores que no estuvieron de acuerdo con su gestión. “Está bien invertir en mejorar la imagen de Unipacífico, pero aquí se requieren otras intervenciones más profundas para recuperar la calidad académica”, afirmó el docente José Carlos Rivas.
El interés en Unipacífico
El fortín político en que se ha convertido Unipacífico se demuestra con el diagnóstico que en 2011 hizo la firma Abogados Consultores Ltda para el también rector destituido Florencio Candelo (apoyado por el senador Roy Barreras, según tres de las fuentes consultadas para esta historia).
El análisis sigue vigente en algunos aspectos como una contabilidad donde el presupuesto de 32 mil millones de pesos anuales, es realizada casi que manualmente en Excel. Además hay exceso de funcionarios administrativos en dependencias de poco rendimiento y un nivel académico bajo relacionado con un déficit de casi 80 profesores de planta.
“Hay un esquema de horas cátedra para cumplir cuotas burocráticas”, señaló Tobar a La Silla. Hoy la Universidad cuenta con un personal flotante de cerca de 200 catedráticos que el diagnóstico señaló como desequilibrado, pues para el 2011 ganaban salarios disímiles sin explicación justificada.
La misma Parody había denunciado que detrás de las elecciones había intereses de políticos por el manejo de un presupuesto de la Universidad. Además, el senador liberal Édinson Delgado hace tres años promovió en el Congreso la Ley Pro-Unipacífico, en la que se aprobó una estampilla con el objetivo de recaudar 300 mil millones de pesos por 10 años para inversiones en infraestructura, tecnología y administración de la universidad.
“De ese dinero ya se perdieron tres años, pues no ha habido un rector que lidere el proyecto ante las asambleas de los cuatro departamentos del pacífico (Chocó, Cauca, Valle y Nariño), que son los que al final deciden cómo se hará el cobro”, explicó Delgado. La analista universitaria señaló que otra evidencia de la corrupción es que se ejecutaron contratos para cabilderos ante la Asamblea, pero ninguno mostró resultados.
Tobar afirmó que estaba adelantado el proyecto de ordenanza para aprobar la estampilla Pro-Unipacífico con el apoyo de la gobernadora Dilian Francisca Toro y la luz verde de la Asamblea del Valle. “También me contacté con las asambleas de Nariño y Chocó”, contó Tobar. El proyecto estipula que casi el 60 por ciento del dinero sería destinado a infraestructura. Sin embargo, este cabildeo también quedó en veremos.
La elección del nuevo rector se vislumbraba como la oportunidad para cambiarle la cara a la UniPacífico. Sin embargo, desde la campaña ya parecía evidente que ese proceso iba a ser complicado.
Ni pa'lante ni pa'trás
“A Hugo Arley lo vamos a tumbar, me dijo con agresividad un amigo de Félix Suárez en Buenaventura”, contó un asesor de Tobar. Esta profecía empezó la guerra sucia en la campaña electoral, en la que se desacreditó la imagen académica de Tobar, hasta el punto de difundir que no sabía hablar español. Sin embargo, Tobar le dijo a La Silla que desconocía esas actitudes de Suárez. "Fue mi maestro”, anotó.
Félix Suárez – de Buenaventura y magister en lingüística-, ha perdido dos veces las elecciones y lleva un año luchando jurídicamente la rectoría. Ninguna de las fuentes entrevistadas se atrevió a señalar directamente a sus patrocinadores, ya fuera porque están amenazados, temen más líos con la justicia o no quieren fomentar más la idea de que los buenaverenses son corruptos. No obstante, entre los políticos sugeridos está el senador Édinson Delgado, quien negó su filiación con Suárez en declaraciones a La Silla.
Aunque el Consejo de Estado le dio la razón a Suárez, él tampoco es vencedor en este caso, pues el fallo solamente anuló la elección y negó sus otras pretensiones, entre esas nombrarlo como rector. Incluso, según los participantes en el proceso, Suárez tampoco cumple los requisitos para ocupar el cargo. “Entonces, para retrasar más la cosa pidieron una aclaración para saber si lo nombran a él o se abre otra vez la convocatoria”, explicó una fuente cercana a Tobar.
Unipacífico lleva casi 5 años en esta inestabilidad, lo que le ha causado un desprestigio académico y atraso administrativo, como aparecer en la lista de las 10 peores universidades del país el año pasado. Tiene una medida preventiva con un plan de mejoramiento que no se ha cumplido y que podría llevarla a una intervención.
Actualmente recibe cerca de 2500 estudiantes de los estratos más bajos de Buenaventura, e incluso acoge a comunidades lejanas de todo el Pacífico. Se creó con el objetivo de profesionalizar a la población y mejorar su calidad de vida. Sin embargo, tiene un alto índice de deserción.
La renuncia de Tobar se hará efectiva posiblemente este miércoles cuando se reúna el consejo directivo. La búsqueda de un rector encargado también ha sido toda una odisea, pues en una planta de 42 personas ha sido difícil encontrar quién cumpla con los requisitos para el cargo. A la espera de la aclaración declaración del fallo también se le suman los meses del proceso de convocatoria, que se alargaría con las vacaciones de los estudiantes. Entonces, seguramente solo hasta el 2017 Unipacífico podría salir del limbo.