Ángela Hernández, la diputada que desató una polémica tras debatir la ley de Convivencia Escolar que promueve inclusión para las comunidades Lgtbi, es ahijada política del ex gobernador de Santander
La diputada anti-gay es aliada de Aguilar
Ángela Hernández, diputada de Santander de La U.
No es usual que los diputados lleguen a medios nacionales. Pero Ángela Hernández, diputada de Santander por La U, levantó una polvareda en todo el país por promover un debate en la Asamblea contra la ley de convivencia escolar, que contempla la promoción de la igualdad de género.
Diciendo que desde que Gina Parody llegó al Ministerio cambió la formade aplicar esa norma, manifestó cosas como que “exigimos no ser colonizados a ultranza por sus pensamientos (los de la comunidad Lgbti) y sus costumbres” o con su propuesta de que el Ministerio “cree un baño transgénero” o “colegios Lgtbi“, Hernández pasó del anonimato a figurar como una de las voceras de comunidades cristianas en el país y a convertirse en la antagonista de quienes defienden la diversidad sexual.
En medio de ese debate, que tocó su punto más alto al mediodía en una entrevista con La W, no se ha contado quién es esta abogada de la Universidad Uniciencias de Santander, de 25 años.
Hernández sonó por primera vez en la política santandereana en 2011 cuando La U la avaló para el Concejo de Floridablanca, municipio en el que su papá, Oscar Hernández, fue concejal en 2003 por el Movimiento Nuevo Liberalismo.
Aunque inicialmente se quemó con 700 votos, en enero de 2013 llegó al Concejo luego de un fallo de la Procuraduría que inhabilitó a nueve de los 19 concejales de la época, por irregularidades en la aprobación de una prima técnica a un ex alcalde de ese municipio.
En las regionales del año pasado, se volvió a lanzar al ruedo electoral para buscar una curul en la Asamblea con el aval de La U y con el impulso de varias iglesias cristianas, incluyendo la Iglesia Cuadrangular a la que pertenece desde muy joven.
En esas elecciones, tras hacer campaña con el candidato de La U a la Gobernación Holguer Díaz, su votación aumentó más de 20 veces y con 15.286 votos se quedó con uno de los 16 cupos de la Asamblea de Santander.
En esa corta carrera en lo público ha sabido rodearse de poderosos.
Por un lado, en las elecciones más recientes fue conocida por ser la candidata a la Asamblea del entonces gobernador Richard Aguilar Villa, hijo del cacique y parapolítico Hugo Aguilar. El respaldo que Richard le dio en la campaña se dio no solo porque eran del mismo partido sino también porque en 2011 Hernández y su familia lo apoyaron en su carrera por la Gobernación.
Su principal trabajo en la Asamblea lo ha hecho al lado de la bancada de Cambio Radical. Aún así, los uribistas de Santander la ven como cercana a ellos. Un militante del Centro Democrático le contó a La Silla que antes de lanzarse a la Asamblea con el apoyo de Richard, cada vez que Álvaro Uribe venía a Santander ella buscaba la posibilidad de hablar con él.
Además de esos apoyos políticos, el año pasado Hernández se apalancó en iglesias cristianas, algo que no hizo de lleno en 2011.
Su iglesia es Plenitud de Vida, una comunidad que aglomera a cerca de mil personas en Bucaramanga y que pertenece a la comunidad cristiana Cuadrangular, que solo en Santander tiene bajo su ala a 500 iglesias más. En su carrera por la Asamblea también recibió el apoyo de la Movimiento Misionero Mundial.
Con esos variados apoyos políticos y el músculo que le dan las iglesias cristianas, Hernández se ha dado a conocer.
Aunque es ahijada de Richard Aguilar, ha impulsado debates de control político que han dejado mal parada su administración, y aunque es del partido del Presidente también ha tomado posiciones en contra de Santos (por ejemplo, en el paro camionero estuvo del lado de los transportadores), por lo que un político de Santander la describrió como una diputada que "se acomoda bajo el palo que más le de sombra”. Esas afirmaciones las ha rebatido Hernández asegurando que su trabajo es independiente y que por eso le hace debate a quien sea.