La ‘moñona’ de Vargas en el Caribe con los Gnecco de aliados

Silla Caribe

El exvicepresidente Vargas Lleras junto al senador de La U José Alfredo Gnecco y el representante conservador Ape Cuello en campaña por la segunda vuelta de la reelección de Santos. (Foto tomada de: @JoseAlfreGnecco)

Aunque oficialmente milita en el partido de La U, la poderosa casa política del Cesar jugará para Cambio Radical en 2018. Así va hoy la estrategia electoral de cara a Congreso y Presidencia.

La gasolina para la aspiración presidencial de Germán Vargas Lleras en el Caribe ya no estará sólo en cabeza de la poderosa casa política Char, que lidera el alcalde barranquillero Álex Char y su padre el exsenador Fuad Char, si no que tendrá otro aliado que es clave por su poder electoral y económico y con el cual el exvicepresidente hace ‘moñona’ en la región que definió la elección de Juan Manuel Santos en la segunda vuelta, en 2014.

 

Se trata del poderoso y cuestionado clan Gnecco del Cesar, que lidera la matrona Cielo Gnecco Cerchar.

Aunque oficialmente militan en La U, donde tiene al senador José Alfredo Gnecco (sobrino de Cielo) al gobernador del Cesar Franco Ovalle Angarita y en las elecciones de 2018 buscan repetir curul con José Alfredo, los Gnecco se moverán también por Cambio Radical en dos frentes: respaldando una candidatura a Senado por ese partido y poniéndole votos al exvicepresidente en las Presidenciales.

Lo harán luego de una alianza que sellaron en las regionales y que se evidenció cuando le consiguieron aval de La U y respaldaron la candidatura del gobernador Ovalle Angarita que, como es bien sabido en el Cesar, es amigo personal de Vargas Lleras.

Tener de su lado a los Gnecco no es algo menor para el proyecto presidencial de Vargas porque se trata de una de las casa políticas con más fuerza en la región: lleva dos periodos seguidos mandando en la Gobernación del Cesar, tiene al único senador cesarense, alianzas con los cuatro representantes a la Cámara (Christian Moreno, de La U; Eloy ´Chichí´ Quintero, de Cambio Radical; Ape Cuello, conservador; y Fernando De la Peña, de Opción Ciudadana) e injerencias en casi todas las 25 alcaldías del departamento, incluida la de Valledupar.

En las regionales pasadas le ayudaron a conseguir a Ovalle gran parte de los 238.872 votos con los que se hizo Gobernador y José Alfredo Gnecco dio el salto en 2014 de Cámara a Senado con la quinta mayor votación de La U: 97.741 apoyos.

Ese poder electoral de la casa Gnecco también quedó ratificado en la reelección de Santos en la que fueron pieza clave. Como lo hemos detallado en La Silla Caribe, ese grupo se echó al hombro la búsqueda de votos para el santismo en segunda vuelta sin pedir recursos a la campaña en Bogotá.

En primera vuelta, cuando las maquinarias de los caciques políticos no se pusieron a andar como cuando se juegan su propio pellejo, Santos logró en el Cesar 102.860 votos y en la segunda, ya con los Gnecco al frente de esa campaña, se duplicó esa votación: fueron 200.452 los respaldos.

Así se llegó a la alianza

Hasta 2015 los Gnecco y Vargas Lleras no tenían las mejores relaciones.

De hecho, según nos contaron por aparte dos políticos activos y un periodista local que cubre Gobernación, tenían relaciones poco cordiales que se evidenciaban en la poca importancia que le daba el entonces gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco (hijo de Cielo y primo hermano del senador José Alfredo) a los eventos que organizaba el entonces Vicepresidente en el Cesar.

Por ejemplo, en septiembre de 2014 Vargas mostró su descontento porque Monsalvo lo dejó plantado a él, a su ministra de Transporte Natalia Abello y a miembros del Consorcio Ruta del Sol en un encuentro en Valledupar para hablar de las obras de algunos tramos viales que estaba haciendo ese consorcio y que, según el Gobernador, afectaban la economía en poblaciones como Aguachica.

Tras ese episodio las relaciones entre Vargas y los Gnecco estuvieron cada vez más distantes, pero por el poder que tenía el entonces vicepresidente al ser el encargado de manejar las tres políticas más importantes y con más dinero del gobierno de Santos II (Vivienda, Agua e Infraestructura), los Gnecco entendieron que era clave tenerlo de su lado.

Según nos detalló alguien que conoce de cerca las movidas de ese grupo, el acercamiento se dio a principios de 2015 cuando el gobernador Monsalvo, ya en su último año en el cargo, presentó una segunda fase del plan de infraestructura vial departamental que necesitaba de la bendición de Vargas para que se empezara a ejecutar.

En el marco de esa ayuda que necesitaba, Gnecco como Gobernador se acercó a Vargas y luego su casa política terminó respaldando al mejor amigo del hoy exvicepresidente como su candidato a la Gobernación y lo llevaron a esa silla.

“Ellos tenían varios nombres para la Gobernación, entre esos el de Franco y vieron ahí la oportunidad de congraciarse con él (con Vargas) para que a la vez le diera el banderazo al plan vial”, nos detalló la fuente que lo sabe porque en ese momento hacía parte de ese grupo político, aunque La Silla Caribe no tiene pruebas de que haya sido así.

Lo cierto es que las buenas relaciones entre esa casa política y Vargas empezaron a hacerse evidentes tras la llegada de Franco Ovalle al poder.

Vía esa relación se concretó la alianza Gnecco-Vargasllerista que ya hoy va en una candidatura a Senado que, más que ser un rumor en el Cesar político, está muy cerca de oficializarse.

El candidato Gnecco-Vargasllerista a Senado 

Como ya lo habíamos contado en La Caribe, la carta que por ahora tiene la bendición de Vargas y de la matrona Cielo Gnecco para cristalizar del todo su alianza de cara a 2018 es el exalcalde de La Jagua Didier Lobo Chinchilla, quien llegó al cargo en 2012 avalado por el viejo PIN y con el respaldo de 4.775 pobladores que le votaron.

Él cuenta hoy con activo político propio porque, además de haber sido alcalde, ayudó a elegir a su sucesora y puso de diputado a Eduardo Florez Vergara, un coterráneo suyo avalado por La U que se convirtió en el palo en las regionales pasadas al conseguir más de 18 mil votos sin tener ninguna trayectoria política.  Además de eso, respaldó a unos 14 aspirantes a alcaldías cesarenses, de los cuales hoy mandan tres: el alcalde de El Paso, el de Chiriguaná y el de Becerril.

Aunque muchos en el Cesar creen que la candidatura de Lobo fue una propuesta hecha por los locales a Vargas, dos fuentes que conocieron de cerca cómo se dio la movida nos contaron que hay indicios de que fue más bien lo contrario: el exvicepresidente probablemente propuso al exalcalde como candidato al Congreso.

Resulta que en una de sus últimas giras entregando obras, a finales del año pasado, Vargas fue a La Jagua, el pueblo de Didier, y en el acto de entrega de una urbanización coincidió con el exmandatario. Lobo estaba en el evento porque además de haber sido el gestor del proyecto cuando fue mandatario es el jefe político directo de su sucesora Yarcely Leonor Rangel.

Cuando la alcaldesa Rangel tomó la palabra y agradeció la gestión de Lobo el público lo ovacionó y empezaron a aplaudirlo en señal de complacencia por su gestión. “Eso le gustó a Vargas y enseguida empezaron a averiguar sobre él y a hacer los acercamientos”, nos detalló un parlamentario Cesarense.

Esa versión nos la confirmó el mismo Lobo quien en conversación con La Caribe nos dijo que el puente entre él y Vargas fue el exministro de Vivienda vargasllerista Luis Felipe Henao. “Él (Henao) conocía mi gestión como alcalde y habíamos tenido una buena relación”, nos detalló el exalcalde.

Henao viene haciendo la tarea política de afianzar el proyecto de Vargas, que aspira a pasar de nueve a 20 senadores para tener ahí su principal plataforma presidencial y una eventual coalición fuerte para gobernar.

A eso le han seguido una serie de reuniones de Didier tanto con Vargas en Bogotá como con Jorge Enrique Vélez, actual director de Cambio Radical, en Valledupar, por lo que su aspiración por las toldas vargaslleristas está casi cantada.

Sin embargo, Lobo nos dijo que eso es todavía incierto y que lo definirá el 30 de julio “porque hay un tema familiar que estoy analizando”.

Pero lo que en realidad podría frenar la aspiración del exmandatario, que es un candidato que le gusta a una parte de la casa Gnecco porque tiene votos y plata, es un lío con la Procuraduría y la Fiscalía por unos hallazgos que hizo la contraloría de un posible detrimento patrimonial, por la ejecución de un proyecto nutricional cuando fue Alcalde.

Pero eso no ha parado las movidas políticas a su alrededor. De hecho, Cielo Gnecco se reunió hace un mes con Vargas en Santa Marta, en medio de una gira de visitas que hizo el exvicepresidente por la Costa y que no incluyó Valledupar.

En ese encuentro, según nos detallaron por aparte dos políticos del Cesar (un Congresista y un exgobernador), quedó definida una estrategia para respaldar a Lobo sin que se ponga en juego la elección de José Alfredo, el sobrino de Cielo, por La U. Es decir, que el grupo Gnecco intentará aumentar su representación en el Senado de una a dos curules.

Las cuentas de ese clan para el Senado son las siguiente: como ellos tiene seguras de su lado unas 17 alcaldías y la Gobernación, esos espacios los van a poner a jugar del lado de La U para apoyar a José Alfredo Gnecco. Y como Didier apoyó a unos 14 candidatos a Alcaldías en algunos pueblos (cuatro de sus respaldados ganaron y 10 perdieron) y tiene a su diputado, ese sería el espacio que le respetarían para que él entre a jugar en la contienda y logre la curul en el Senado por Cambio Radical.

Para la lista a Cámara vargasllerista los Gnecco respetan el liderazgo que tiene ahí el representante Eloy “Chichí” Quintero, quien ahora tiene el reto de buscar su permanencia en la curul a la que llegó con 25.052 votos, esta vez sin el respaldo del exalcalde Fredys Socarrás que en 2014 jugó de su lado y hoy está en otra orilla.

En la lista de La U sí tienen planeado respaldar a un candidato distinto al actual representante Christian José Moreno, que en las pasados legislativas logró 29.177 votos respaldado por ellos. Esta vez la casa Gnecco se la juega con su aliado José Eliecer Salazar, un contratista que ha puesto a sonar su nombre para la Gobernación por La U en dos oportunidades y que termina declinando y respaldando a los Gnecco.

El súper poderoso representante godo Ape Cuello, que es aliado de los Gnecco en casi todo, no los apoyaría en su apuesta por impulsar a Vargas en su proyecto presidencial.

En cuanto a las Presidenciales: “el compromiso hasta ahora sería que ellos se echan encima todo el tema de campaña en Cesar y sur de La Guajira, como cuando la segunda vuelta de Santos”, nos detalló un parlamentario que está enterado de las movidas de ese grupo.  

Esta moñona con la que Vargas se lleva para su partido Cambio Radical a uno de los bastiones de La U, por la menos para las presidenciales, evidencia la debilidad que para esos comicios tiene el partido de Santos, como el mismo Presidente ya lo reconoció.

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