La salida de Arturo Zea de la Unidad de Víctimas pone en el tapete la politización de esa entidad con la llegada de Alan Jara a la dirección nacional. Las víctimas reclaman que se mantengan los procesos que se venían dando.
La movida política que sacó al Director de Víctimas de Bolívar
El representante Silvio Carrasquilla y el senador Lidio García en un acto político en la Asamblea de Bolívar.
Hoy el director nacional de la Unidad de Víctimas Alan Jara asistirá a un encuentro con víctimas en El Carmen de Bolívar, en el que varios de los afectados le pedirán que no permita que se politice la entidad y con ello se les arrebate la esperanza de sentirse escuchados y atendidos. Según nos anticipó una de esas líderes de víctimas, eso lo harán ante los rumores de movidas políticas dentro de la entidad, en la que Jara completa dos meses como cabeza.
La Silla Caribe encontró un caso puntual que evidencia que las preocupaciones de esas víctimas no son gratuitas.
Tiene que ver con la salida de quien fue por más de cuatro años el director de víctimas de Bolívar: el abogado magangueleño Arturo Zea Solano, esposo de la excandidata liberal al Senado y exalcaldesa de Cartagena Judith Pinedo; a quien Jara le pidió la renuncia para darle el puesto al senador liberal de Bolívar Lidio García y a su fórmula el representante Silvio Carrasquilla.
Como se sabe, la Unidad de Víctimas es de los liberales. Estaba en manos de Paula Gaviria y cuando se dieron los cambios en el gabinete del presidente Juan Manuel Santos pasó a manos del exgobernador del Meta por esa colectividad, Alan Jara.
Una fuente que lo sabe de primera mano nos contó que el representante Silvio Carrasquilla venía pidiendo el puesto que tenía Arturo desde hace dos años, porque los liberales de Bolívar no se sentían representados por Zea. Pero, según la misma fuente, Paula no había sacado a Arturo porque en el tiempo que él llevaba en la entidad lograron crear una amistad.
La propia Paula Gaviria le confirmó a La Silla Caribe su amistad con Arturo, pero anotó que más allá de eso lo que la llevó a mantenerlo en la Unidad fue su cercanía con las víctimas y su trabajo en pro de recuperar la confianza de la comunidad de los Montes de María con el Estado.
Carrasquilla ya habló con Alan y le presentó dos hojas de vida para que de ahí escoja la persona que llegará al cargo de la territorial en Bolívar.
Con tres fuentes La Silla Caribe confirmó que esas personas son Javier Pineda López y Soraya Paz.
Aunque propuestas por Silvio, las dos personas son también cercanas al senador Lidio García e incluso al gobernador Dumek Turbay Paz, quien también es liberal. Pineda López trabajó en la Gobernación del parapolítico Libardo Simancas como Secretario de Minas y es cercano a García y al mismo Dumek, al punto que al último lo acompañó en su ceremonia de posesión en El Carmen de Bolívar. Soraya Paz es abogada y familia del gobernador Turbay Paz.
A los candidatos de Carrasquilla para llegar a la Unidad de Víctimas poco los conocen en Bolívar por trabajos con las víctimas, según nos contaron dos líderes de víctimas y una congresista bolivarense.
La carrera de Zea
Arturo Zea llegó a la Unidad de Víctimas por su trayectoria y el trabajo que había desarrollado con las víctimas en los Montes de María y también respaldado por su esposa la política Judith Pinedo.
Zea siempre ha sido cercano a las víctimas y apreciado en los Montes de María por la labor que venía realizando en esta zona desde cuando fue Defensor del Pueblo entre 2002 y 2007 y cuando hizo parte de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, donde estuvo hasta 2011.
Uno de sus máximos logros fue haber propiciado el acercamiento y la confianza de las víctimas a la Unidad. “Además de haber ayudado y acompañado en el retorno a la comunidad de Las Palmas, en San Jacinto, a Arturo hay que destacarle su aporte a la reconciliación: lograr que algunas víctimas de Mampuján se sentaran a dialogar con los postulados (paramilitares) fue un gran hito”, nos contó Soraya Bayuelo, premio Nacional de Paz y líder de los Montes de María.
Aunque últimamente Zea había enfrentado el malestar de un grupo de víctimas que en mayo de 2015 viajó hasta Bogotá para manifestarse por la politización de la territorial de la Unidad en Bolívar, que según una de las víctimas que protestó, ya se venía sintiendo en Bolívar desde 2014 cuando las elecciones de congreso; logró mantener hasta su salida la simpatía con la comunidad.
Jara le pidió a Arturo la renuncia a la Unidad, pero le propuso un nuevo cargo, que él mismo reconoce como importante porque se trata de liderar un proyecto de fortalecimiento de los sujetos de reparación colectiva de Montes de María. “Esto implica trabajo en dos de los departamentos más golpeados por el conflicto y seguir el contacto con las comunidades”, expresó Zea, quien aceptó la propuesta.
Un fortín de políticos
Aunque aún no se han anunciado más cambios a raíz de la llegada de Alan, La Silla Caribe averiguó y encontró que hay sombra de manejos políticos en las tres regionales de la Unidad que más víctimas atienden en la región Caribe.
Se trata de las regionales de Atlántico, Sucre y Córdoba, que suman entre las tres un millón de víctimas atendidas.
La territorial Atlántico de la Unidad de Víctimas es dirigida por el abogado liberal Alfredo Palencia Molina. Él está ahí apadrinado por el veterano senador rojo Álvaro Ashton, aunque la saliente directora nacional de la entidad asegura que conocía en él cualidades profesionales que le hicieron mérito para llegar al cargo.
Palencia aspiró en 2011 al aval liberal para la Gobernación, pero éste le fue dado al exgobernador José Antonio Segebre. A raíz de eso, el hoy director regional de víctimas entró al partido Aico, pero al final terminó adhiriendo al candidato de La U Jaime Amín.
Tras este episodio, Palencia se distanció del partido Liberal, pero no por mucho tiempo. En 2012, cuando se creó la Unidad de Víctimas, él propuso su nombre para la territorial de Atlántico y ante la necesidad de un padrino político liberal le pidió el apoyo a Ashton y éste se lo dio.
No se es claro por ahora si Palencia está entre los directores territoriales a los que Jara les pueda pedir la renuncia. En todo caso esto estará sujeto a su relación con el veterano senador Álvaro Ashton. “Desde la mesa departamental de víctimas comentan que se están dando cambios en Bogotá y que ahora vienen en las regionales, pero no se sabe nada”, nos dijo una fuente que conoce la situación.
En Sucre, la regional está en manos de Mirta Montes, cercana al senador de Cambio Radical Antonio Guerra De la Espriella. La cercanía se da vía Rosalba Cury, la diputada de Guerra en Sucre. Montes y Cury son de Sampués y de allá viene su amistad.
Como esta entidad a nivel nacional es de los liberales, desde la llegada de Jara algunos leen que podría salir Montes porque el partido Liberal en Sucre podría reclamar ese puesto que ahora está en manos de alguien de Cambio Radical. Por ahora no ha habido ningún cambio en esa territorial.
En Córdoba, la Unidad de Víctimas es de la senadora liberal Arleth Casado. Allá el director es alguien de su entera confianza. Se trata de Manuel Pacheco Salgado, quien antes había estado en encargo en Sucre.
Pacheco le copia a Casado, por lo que su permanencia en el cargo estaría garantizada. A él le abonan la buena labor que, según una fuente de la entidad en ese departamento, viene desempeñando con las víctimas.
Llamamos a Alan Jara para conocer su opinión sobre los cambios que suenan y la salida de Arturo Zea, pero no contestó las llamadas de La Silla Caribe.
Habrá que ver si movidas como la de Zea se repiten en otras regionales de una entidad cuya importancia crece a medida que se acerca la firma de los acuerdo de paz de La Habana con las Farc.