En un pueblo estratégico de Sucre, porque es una suerte de corredor hacia el mar y ha sido usado para el narcotráfico por delincuentes como el paramilitar Cadena, aspira a la Alcaldía un político con una historia que tiene a algunos de sus habitantes asustados. Aunque él dice que todo son calumnias de sus opositores.
La sombra de la bacrimpolítica que acosa al golfo
En un pueblo estratégico de Sucre, porque es una suerte de corredor hacia el mar y ha sido usado para el narcotráfico por delincuentes como el paramilitar Cadena, aspira a la Alcaldía un político con una historia que tiene a algunos de sus habitantes asustados. Aunque él dice que todo son calumnias de sus opositores.
El campesino ladea la cabeza, acerca su mano derecha a la boca, como para que nadie que lo vea alcance a leerle los labios, y dice bajito: “Vea, lo que yo sí le digo a usted es una cosa: si ese señor gana, ganan las ‘bacrines’, ¿oyó?”.
La asustadora sentencia parecería no tener nada que ver con el estático pueblo que, al sofoco de la media mañana, luce más vencido por el sol y el polvo de sus calles que por cualquier arma de fuego de las bandas criminales, o bacrim.
Nadie en su hirviente plaza principal. Pocos en sus arenosas calles. La vida, las labores, el amor, los odios, transcurren principalmente de puertas para adentro, mientras “baja el sol”. Así como pasa en los pueblos pequeños del Caribe. Y pensar que a poco menos de media hora está el mar, refrescando.
Dos días antes, en una cafetería de Sincelejo, la capital del departamento, el campesino sí se refería a este pueblo: San Antonio de Palmito, ubicado en la misma vecindad de los balnearios sucreños de Tolú y Coveñas, en el golfo de Morrosquillo, en donde la comidilla en voz baja por estos días es la aspiración a la Alcaldía de Fernando Barrios Hernández. Un hombre al que algunos aseguran haberle conocido hace unos años el alias de “comandante Iván”.
Administrador de empresas de 43 años, Barrios fue el tesorero de Palmito hasta octubre pasado y su nombre ocupó titulares regionales un mes antes porque la Policía capturó en su finca La Alemania, vecina al municipio, al jefe local de la bacrim conocida como ‘Los Urabeños’ o ‘Los Úsuga’.
“Estaban tomando trago”, nos dijo hace dos semanas el coronel Óscar López, comandante de la Policía de Sucre.
Luis Humánez, alias Maik, era buscado por concierto para delinquir con fines de homicidio y extorsión. Cuando lo atraparon, cargaba con ocho celulares de alta gama, una camioneta y tres escoltas armados con tres pistolas, un revólver y abundante munición. Tenía a cargo, según la Policía, un ejército de 90 hombres entre Sucre y Bolívar. Todos trabajando para la banda que tiene la hegemonía entre bandas en la región desde que aquí desapareció otra, llamada ‘Los Paisas’.
El Tesorero respondió públicamente a los seis días. Dijo en medios que no conocía a Maik, que si éste estaba en su propiedad era porque quería comprar 18 vacas, negocio del que él no se encarga en su finca; y que nunca vio la botella de licor que el visitante se tomaba junto a otra persona aunque él sí estaba ahí.
A las pocas semanas renunció a la Alcaldía para no inhabilitarse y hasta ahora se vuelve a tener noticias públicas de él.
Sí, claro, él ya dijo que va a aspirar, y está visitando barrios y todo, nada público porque después de lo de alias Maik se cuidan. Hace un mes se escuchó que tuvo una reunión grande en una finca que se dice que es del alcalde
En San Antonio de Palmito, en donde 10 policías, incluyendo al comandante de la estación y a dos auxiliares, cuidan a unas 15 mil personas, el 80 por ciento de ellas indígenas, nos detallaron esas noticias.
Un político, una funcionaria y dos personas que han estado en organizaciones campesinas del pueblo, cuyos nombres no mencionamos para su protección, contaron que Barrios es el ungido del alcalde José Andrés Meza de los Ríos para sucederlo en el cargo.
“Sí, claro, él ya dijo que va a aspirar, y está visitando barrios y todo, nada público porque después de lo de alias Maik se cuidan. Hace un mes se escuchó que tuvo una reunión grande en una finca que se dice que es del alcalde”, comentó uno de los campesinos.
El mismo Barrios le confirmó a La Silla que la reunión sí se hizo y sí fue en la finca del Alcalde. Asistieron el mandatario, el aspirante y el excongresista investigado por parapolítica Yahir Acuña, quien lo quiere como una de sus fichas en octubre. Los acompañaron seguidores de Palmito y sus veredas.
En Sincelejo, a una hora larga por un camino destapado, dos periodistas y otro líder campesino, hablaron también de la aspiración de Barrios y del pequeño revuelo que ha causado.
El mandatario Meza de los Ríos es aliado del senador sucreño Antonio Guerra de la Espriella y por eso recibió el aval de su partido, Cambio Radical. Se eligió bajo esa sombrilla pero con todo el respaldo de Fernando Barrios Hernández, quien había sido concejal en Palmito por el Partido Liberal entre 2003 y 2006 y no milita en Cambio.
Fue el grupo de Barrios Hernández el que le entregó a Meza el cetro de la Alcaldía, que hasta ese momento estaba en cabeza de un tío del extesorero. Se trata de Nayro Hernández, destituido por la Procuraduría por irregularidades en el manejo de unos recursos.
Consultado sobre esta historia, el senador Guerra dijo que Meza sí ha sido su aliado, pero que Barrios hace política es con el grupo de Álvaro ‘el Gordo’ García Romero (condenado a 40 años por la masacre de Macayepo). Es decir, con la senadora del viejo PIN Teresita García, hermana del Gordo.
Efectivamente, es a través de la casa García Romero de Sucre que se está gestionando el aval de Barrios en el viejo PIN (rebautizado Opción Ciudadana, aunque conserva sus mismas prácticas políticas de siempre). Preguntamos en la oficina de prensa de la congresista y allí nos dijeron que ese trámite está andando, aunque aún no hay solicitud formal.
Pero como el viejo PIN es manejado ahora en Sucre por Yahir, con quien ya se reunió Barrios, es posible que la candidatura termine en la lista de apuestas de Acuña por las alcaldías.
El pasado
Aunque no hay ninguna condena en contra de ellos, Fernando Barrios y su aliado y exjefe, el alcalde José Meza de los Ríos, comparten unos cuestionamientos similares relacionados con la parapolítica.
A Barrios lo capturaron en 2007 junto a un grupo de funcionarios durante los primeros operativos contra la parapolítica. Ese terremoto político había empezado a sacudir Sucre el año anterior por el apresamiento de varios diputados.
Operación Diamante, dijo la Policía que se llamaba el operativo en el que cayó el extesorero Barrios. Fue en Sincelejo, una mañana de mayo a las 4. Entre los detenidos estuvo también la entonces alcaldesa de San Antonio de Palmito Greeicy Zulay Díaz, a quien la justicia condenó después por parapolítica.
Cuando reseñó esa noticia, El Tiempo se refirió a Fernando Barrios como “alias Iván, exconcejal y precandidato a la Alcaldía de San Antonio de Palmito”.
“Alias Iván”, nos dice el viejo campesino acercándose de nuevo la mano a la boca para evitar que alguien pueda leer sus labios.
“Alias Iván”, repitió dos días después en Palmito otra de las personas que nos habló.
“Así es: Fernando Barrios, conocido en ese momento en su pueblo como alias ‘Iván’”, dice un periodista que cubrió la captura.
El extesorero, que en realidad aún era concejal, fue detenido y se le embolató su aspiración a la Alcaldía. En su reemplazo, jugó con su tío Nayro Hernández, quien ganó las elecciones y antecedió a Meza de los Ríos. Es decir, que el grupo de Fernando Barrios lleva ocho años mandando en Palmito.
Meza, el actual alcalde, había sido ya mandatario en San Antonio de Palmito entre 2001 y 2003. Eran los tiempos en los que el sangriento paramilitar alias Cadena, que comandaba el bloque Héroes de Montes de María las AUC, tenía a ese pueblo como su segunda casa, después de San Onofre.
Según el exjefe paramilitar Edward Cobos Téllez, citado en Verdad Abierta, Cadena ponía a varios de los alcaldes del golfo, entre ellos al del pueblo de Palmito.
Tres personas, incluyendo una que dice haber estado allí, nos contaron que para esa época Cadena hizo una reunión en la gallera del municipio para decidir su candidato a Alcalde. Les preguntó a varios aspirantes por qué querían ser mandatarios allí.
“Todos le decían cosas como: ‘Es que yo quiero trabajar por la gente’, o ‘es que yo quiero trabajar por el bienestar’... y al final Cadena les respondió: ‘bueno, yo veo que aquí todos quieren trabajar, pero al que más veo yo trabajando es al chofer de la ambulancia del pueblo. Ése va a ser el alcalde’. Y así fue, el chofer de la ambulancia era José Andrés Meza de los Ríos”, detalló la persona que lo escuchó.
Desaparecido Cadena, Meza repitió victoria electoral hace cuatro años, con Barrios como principal impulsor.
Al extesorero la justicia le precluyó el caso por concierto para delinquir que comenzó en 2007. Pero hace cuatro años, cuando de nuevo estaba considerando lanzarse o no, un anónimo en su contra llegó a la Fiscalía y fue remitido a una investigación por parapolítica en la que están mencionados varios políticos sucreños.
Así es que hoy el abogado del exfuncionario tiene una certificación oficial en la que reza que éste no tiene ninguna investigación formal abierta. La entregarán al respectivo partido cuando pidan oficialmente un aval.
Así nos lo dijo el propio Barrios cuando lo llamamos por esta historia. El aspirante cree que sus opositores quieren atacarlo para que no llegue a la Alcaldía, que así lo hicieron en 2007 y así lo quieren hacer ahora.
“Yo sabía que con este tema político (su candidatura) venían varios ataques. El hombre contra el que me enfrenté por la Alcaldía en 2007 (llamado Alcides Pérez, quien de nuevo aspirará en octubre, posiblemente con el apoyo del “indio” Pedro Pestana) fue el que atestiguó en mi contra, pero a mí la justicia me precluyó. A mí me inventaron el alias de Iván, Lo hacen porque yo tengo nueve de 11 concejales y les voy a ganar”, agregó el exfuncionario.
Sobre la captura del jefe de una bacrim mientras tomaba licor en su finca, Fernando Barrios destaca que la Fiscalía no lo interrogó al respecto ni lo vinculó de ninguna forma al caso. Y concluye: “Es un infortunio que a cualquier pudo haberle pasado”.
El miedo
San Antonio de Palmito, en donde viven de cultivos de pancoger, siembran palma de iraca para hacer sombreros y la luz se va entre 10 y 15 días al mes, es lamentablemente atractivo para las bandas criminales, por ser una suerte de corredor de la droga que viene del sur de Córdoba rumbo al mar.
Está apenas a una media hora de Tolú y Coveñas en carro. Y a dos kilómetros de su casco urbano tiene la finca Simba, hoy en extinción de dominio, en donde acamparon y tuvieron su centro de operaciones los primeros paramilitares que se asentaron en Sucre.
Luego de la desmovilización paramilitar y con la llegada de las bacrim, el pueblo entró en una calma parecida a la que produce todos los días el sol que se levanta a hervir sus calles y pone a la gente a hacer sus actividades resguardados. Es decir, una calma en la que pasan cosas, pero parece que no pasaran.
Pero en 2012 estalló una pequeña ola de violencia, que prendió todas las alarmas. Hacia mediados de ese año, empezaron a contarse varios asesinatos a unas horas que hicieron concluir a muchos que era mejor quedarse en las casas al caer la tarde.
Los habitantes de Palmito se auto impusieron una suerte de toque de queda, entre 7 de la noche y 5 de la mañana.
En junio, por ejemplo, había sido asesinada una mujer que iba en bicicleta a su trabajo a las 4 de la mañana desde Palmito hasta Sabaneta, en el vecino Córdoba. En julio, el muerto fue un veterinario al que mataron mientras salía de su finca, a las 7 de la noche.
San Antonio entero denunció la situación, y algunos hablaron de unos retenes invisibles de las bacrim, pero las autoridades siempre negaron eso último.
Por esto es el miedo.