Le sale un segundo contrincante a Char: el señor Blanco

Imagen

Mientras en Cartagena, apenas a hora y media por tierra, cae una lluvia de 23 aspirantes a la Alcaldía, en Barranquilla el nombre del nuevo alcalde está más que cantado. Con entre 70 y 80 por ciento de intención de voto según cada encuesta, el exmandatario Alejandro Char es un imbatible Goliat enfrentado a un único candidato que no pasa del 8 por ciento.

Con entre 70 y 80 por ciento de intención de voto según cada encuesta, el exmandatario Alejandro Char es un imbatible Goliat enfrentado a un único candidato que no pasa del 8 por ciento y a un voto en blanco que ha venido subiendo a paso lento con cifras inéditas que comienzan a mostrarlo como una tercera fuerza.  Pero ahora al señor Blanco le llegó un poderoso impulsor. Un promotor que, aunque no logre ganarle a Char y hacer repetir las elecciones, sí podría golpear la imagen del exalcalde sacando muchos votos, polarizar la ciudad y capitalizar esos apoyos para hacerle oposición durante los próximos cuatro años de su mandato.

El hombre detrás de la opción blanca será el presidente del Congreso y jefe de La U en el Atlántico José David Name, quien ha estado trinando a su favor desde hace varias semanas y busca ir mucho más allá.

El candidato oficial de Name y de La U en Barranquilla será el voto blanco.  Tanto que, nos confirmó el mismo Senador, inscribirá un comité promotor en la Registraduría (lo que le permitirá acceder a la reposición de gastos de campaña) y pondrá toda su estructura para impulsarlo en los barrios.

Durante su administración, Alejandro Char se esforzó en mostrarse como un alcalde cercano a la comunidad.
?
Sin un candidato para la Alcaldía de Barranquilla en esta contienda, José David Name le apuesta al voto en blanco.

Rival histórico de la Casa Char (así en ocasiones hayan sido aliados), Name -quien obtuvo cerca de 30 mil votos en Barranquilla en las pasadas legislativas- ya tiene parte del discurso que usará en su nueva empresa: “El señor Blanco no ha hecho casas que se caen ni maneja un cartel de contratos”, le dijo a La Silla.

El Senador, heredero de la maquinaria electoral del fallecido José Name Terán (su padre) y miembro de una familia históricamente beneficiada con las concesiones de infraestructura, se refirió a las críticas que en la capital del Atlántico le hacen a las dos administraciones charistas por concentrar la contratación en unas cuantas firmas y por las construcciones que Alejandro Char & Cia edificó en zonas de deslizamiento en el barrio Campo Alegre y que nunca debieron haber recibido la autorización del Distrito.

El capítulo más reciente de este litigio lo protagonizó un fallo del Juzgado Once Penal Municipal de Barranquilla. En la providencia el juez reafirmó el pago de 75 millones de pesos que la Alcaldía y la constructora deben hacerle a cada uno de los 157 propietarios del conjunto residencial Altos del Campo por los daños y perjuicios que les causó vivir en apartamentos construidos en zonas de deslizamiento.

Que en los últimos ocho años el voto en blanco no haya pasado del ocho por ciento en las encuestas a la Alcaldía de Barranquilla, y que hoy vaya en 18 por ciento, según datos de la más reciente Polimétrica de la firma Cifras y Conceptos, le pone picante a una contienda que por lo previsible promete ser aburrida (en otros sondeos como el de Gallup el blanco no sobrepasa el seis por ciento). Sin embargo, en Barranquilla auguran que la opción blanca no pasará de ser una brisa. 

Incluso en las toldas de Char hay consenso en que lo más conveniente es tener varios candidatos contra quienes enfrentarse (así nos lo admitió una fuente de esa campaña), pero nadie parece estar dispuesto a perder plata ni tiempo en una contienda que se ve perdida de entrada. “Es pelea de tigre con burro amarrado”, la definió el profesor Jairo Parada, doctor en economía y ciencia política. 

Fuentes consultadas aseguraron además que una campaña por la Alcaldía de Barranquilla puede costar hasta 10 mil millones de pesos en un escenario reñido, pero dadas las condiciones actuales “esta debería salir más económica”, calculó Horacio Brieva, director de la ONG Protransparencia. 

Lo que el voto en blanco sí podría hacer es afectarle la imagen a Char si en las mediciones futuras llega a registrar entre un 30 por ciento y un 40 por ciento, planteó el gerente de Cifras y Conceptos César Caballero.

Además del blanco, el otro David que se le mide a la casa Char es el exconcejal Rafael Sánchez Anillo.

?
Rafael Sánchez Anillo comenzó a recoger firmas desde la primera semana de mayo para inscribirse por el movimiento 'Firme Barranquilla, sí se puede'.
Desde que fue elegido alcalde de Barranquilla, Bernardo el 'Cura' Hoyos es protagonista de la arena política de esa ciudad.

El David Sánchez 

Sánchez Anillo se presenta como el candidato que dará la pelea “sin temor a la clase política y sin miedo a las encuestas”. Desde el 4 de mayo recoge firmas para inscribirse por el grupo significativo ‘Firme Barranquilla, sí se puede’.

Concejal de la capital del Atlántico durante cuatro periodos, renunció en junio pasado a su curul y a su militancia del Polo Democrático. Fue dos veces secretario de educación durante las administraciones de Bernardo Hoyos y se define como la fuerza que cristaliza “todo el sentimiento anticharista que hay en Barranquilla”. En el primer día de recolección de firmas lo acompañaron pequeños empresarios, dirigentes comunales, madres cabeza de hogar, personas de la tercera edad y discapacitados.

Dijo que si bien el 'Cura' Hoyos es una de las fuerzas detrás de su campaña es él quien toma las decisiones y no el polémico exalcalde. Hoyos desde su popular tribuna El Rincón Latino (en el suroriente de Barranquilla) sigue pronunciando discursos y movilizando electores.

Entrevistado por La Silla, Sánchez Anillo aseguró que llegará hasta el final de la contienda y negó el rumor que desde hace semanas retumba en las calles de  La Arenosa sobre una supuesta candidatura de bolsillo para hacerle el favor a los Char de legitimar la aspiración de Alejandro y evitar que llegue a las urnas como candidato único. “Jamás haría alianza con ellos. Mi planteamiento es opuesto al neoliberalismo que representan”, dijo categórico.

El descontento que cuenta el blanco

Expectativas de un crecimiento abrumador del voto en blanco durante los próximos meses no existen hoy en Barranquilla. Sin embargo, los analistas consultados sí ven en esa estadística la representación de una inconformidad en un sector de la ciudad por tener que elegir, por tercera vez consecutiva, entre un candidato de la casa Char y otro de las entrañas del Movimiento Ciudadano del 'Cura' Hoyos.

En 2007 Alejandro Char se enfrentó a Máximo Noriega (cercano a Hoyos y hoy convertido al Petrismo), mientras que en 2011 Elsa Noguera tuvo de contrincante a Juan García, exfuncionario de la administración de Guillermo Hoenigsberg y concejal por el Movimiento Ciudadano.  

“En Barranquilla hay una crisis de liderazgo. Tenemos otra vez de candidato a uno que ya fue alcalde y deberíamos tener un ramillete de opciones como las tiene Bogotá, por ejemplo”, manifestó Horacio Brieva.

Aunque faltan opciones de dónde escoger, para que el voto en blanco haga tambalear las toldas charistas debe existir también una rebelión que está lejos de darse. Entre el grueso de los ciudadanos de a pie y los dirigentes locales los avances de infraestructura que ha tenido Barranquilla son suficientes para seguirle dando un voto de confianza a Alejandro Char, una carta conocida.

Desde que Char llegó a la Alcaldía logró que el barranquillero promedio volviera a tener más confianza en su ciudad al ver, inauguración tras inauguración, calles pavimentadas, colegios remodelados y nuevos hospitales. Las obras, que sus contrincantes denominaron 'la gestión del cemento', se volvieron una constante durante sus cuatro años de mandato.  

La popularidad de Char se mantiene arriba. En la reciente medición de Cifras y Conceptos obtuvo un 63% de intención de voto y un 81% de imagen favorable, mientras que en la medición de mayo de Gallup logró 80% de favorabilidad.

Su imagen parece blindada, pese al lío de Campo Alegre, a la polvareda que en Barranquilla despertó la adjudicación del recaudo del sistema masivo, un martes de Carnaval, a una empresa en la que su cuñado Guido Nule Marino era socio y a unos mercados para los damnificados del invierno que su administración terminó contratando con supermercados Olímpica, propiedad de su familia.

La Contraloría inhabilitó en diciembre de 2013 a Char para ejercer cargos públicos durante cinco años y le impuso el pago de 487 millones de pesos por el manejo que le dio a los recursos para los damnificados del invierno de 2011. Ese mismo mes, el exmandatario inició una conciliación con la Contraloría por la condena fiscal para quitarse así la inhabilidad.

Por la adjudicación a la unión temporal Recaudos SIT hubo dos investigaciones en la Fiscalía y en la Procuraduría por los presuntos delitos de peculado, celebración indebida de contratos sin el cumplimiento de los requisitos legales y prevaricato por acción. Ambas fueron cerradas porque no se encontraron méritos suficientes para seguir investigando que la licitación hubiese sido otorgada un martes de Carnaval -en el resto del país era un día hábil- y porque una de las empresas involucradas en la controversia fue liquidada e hizo la devolución de los dineros de los que pudo haberse lucrado.   

Los próximos meses mostrarán qué tanta fuerza cogerá el señor Blanco de la mano de José David Name y si a Char no le terminará golpeando su legitimidad, ante su eventual segundo mandato, el salir triunfante de las urnas sin haber sostenido una lucha real por el despacho del noveno piso en el Paseo Bolívar.

Compartir
0