El periodista Manolo Duque, sentado hace un mes y 10 días en la silla principal de Cartagena, dice que quiere que lo recuerden como un alcalde humilde que no cambió su forma de ser y que transformó a la ciudad en una menos excluyente. Nacido y formado en una barriada popular, la sencillez natural que evidencia en su trato ya lo tiene cumpliendo lo primero. Sobre lo segundo, hay expectativa por su nula experiencia en lo público y porque muy temprano supo repartir bien el pudín burocrático de la Alcaldía entre varias casas políticas cuestionadas. Acerca de eso, de Transcaribe, de la influencia de su hermano y hasta del periodismo cartagenero, habló en su primera entrevista a La Silla Caribe.
“Lo que no puedo dejar es que me metan el dedo a la boca”: Manolo Duque
El periodista Manolo Duque, sentado hace un mes y 10 días en la silla principal de Cartagena, dice que quiere que lo recuerden como un alcalde humilde que no cambió su forma de ser y que transformó a la ciudad en una menos excluyente. Nacido y criado en una barriada popular, la sencillez natural que evidencia en su trato ya lo tiene cumpliendo lo primero. Sobre lo segundo, hay expectativa por su nula experiencia en lo público y porque muy temprano supo repartir bien el pudín burocrático de la Alcaldía entre varias casas políticas, algunas cuestionadas.
Acerca de eso, del proyecto Transcaribe, de la influencia de su hermano y hasta del periodismo cartagenero, habló en su primera entrevista a La Silla Caribe.
La Silla Caribe: El recuerdo más reciente que tiene Cartagena de un periodista en la Alcaldía es el del fallecido Campo Elías Terán, quien recibió críticas por su falta de experiencia. ¿Qué le responde a los que tienen sienten lo mismo frente a su gobierno?
Manolo Duque: Yo creo que ese era uno de los puntos clave con los que teníamos que arrancar. Y para eso teníamos que armar un buen equipo, un gran gabinete. Yo creo que hasta los que no votaron por mí nos han felicitado, no creo que hipócritamente, porque el gabinete, que era el punto de partida de la Administración, lo estaban mirando con celo. Y en ese punto creo que estamos ganando la batalla. He combinado parte técnica, combinación política también allí, y experiencia y juventud.
Usted puso alguna gente considerada técnica (como la secretaria de Planeación Luz Elena Paternina, quien viene de ser subdirectora de la banca de inversión del Ministerio de Hacienda en Bogotá), pero también repartió puestos entre casas políticas, algunas cuestionadas como la de William Montes (condenado por parapolítica) y Juan José ‘Juancho’ García (condenado por corrupción)...
Te respondo con casos concretos. Por ejemplo, el doctor William García (excandidato a la Alcaldía) está en Corvivienda, pero las decisiones no tienen que ver con temas políticos sino de ciudad. La doctora Luz Estela Cáceres (hija del exsenador condenado por parapolítica Javier Cáceres), que está en la secretaría general y su padre fue Senador, ella tiene todas las condiciones para ejercer esas funciones y ha sido mi brazo derecho en lo que va de la Administración. Entonces creo que en esa medida, mientras nosotros marquemos el derrotero y no se traten de volar la cerca, como decimos popularmente, no va a haber ningún tipo de problema. Yo he sido claro, no me adorno para hablar, yo marco la pauta y doy libertad para que ellos trabajen. Esa confianza no puede ser defraudada. Tiene que refrendarse en beneficio de la gente y no de una casa política.
Otra pregunta obligada para usted tiene que ver con su hermano José Julián Vásquez, cuya historia contamos en La Silla. ¿Cuál es su influencia en la Administración y por qué varios líderes políticos dicen que es con él con quien tienen que hablar de los acuerdos burocráticos?
Yo lo que creo es que, lo he dicho, a mi me han intentado atacar por el lado de mi hermano, pero yo la verdad es que dejo que hablen. La gente que está aquí sabe quién es el que pone a operar las cosas y finalmente toma las determinaciones. Yo le pido muchas veces consejo, como mi hermano que es y como hombre que conoce lo público, no te miento, y él me dice ‘hombre hay esta y esta posibilidad’, y yo finalmente tomo la mejor determinación.
Si eso es así, ¿por qué algunos líderes políticos dicen que es con él con quien hay que hacer los acuerdos?
Finalmente no es así. La muestra de eso es lo que está pasando aquí en cada consejo de gobierno, en cada línea que mandamos, con los mismos concejales. Entonces, yo los dejo que hablen. Tu sabes que la ciudad no es fácil, es una ciudad complicada, nosotros entendemos que eso iba a ser así, que tengo el estigma de mi hermano, pero como lo he dicho yo es una persona buena, trabajadora, que conoce mucho lo público, y estamos ahí trabajando.
Su hermano trabajó y ha sido aliado político de la familia Gnecco del Cesar. Esta es una familia poderosa y polémica. Muchos se preguntan si tendrán alguna influencia en su Gobierno…
Ninguna. Yo te confieso, vine a conocer a un Gnecco fue en el concierto de Juan Luis Guerra aquí en Cartagena este año. A José Jorge (Monsalvo Gnecco, hijo de Cielo Gnecco). Se echó a reír. Me dijo ‘¡Alcalde!’ y yo le dije ‘¡hermano!’, y lo abracé, porque tanto que han hablado y lo vine a conocer fue ahí. Pero no, ningún tipo de influencia. Como bien lo dices, mi hermano trabajó con ellos en el Cesar, tiene las mejores relaciones con ellos, pero nunca han llegado acá, ni una llamada ni mucho menos.
¿Su hermano es el poder a la sombra en Cartagena?
No, para nada. Mi hermano es mi hermano, pero no es el poder a la sombra ni mucho menos.
¿Alcalde y quién más lo asesora a usted para administrar una ciudad tan compleja?
Bueno, tengo al doctor Orlando Periñán (excontralor regional, cercano al grupo de la senadora Daira Galvis), que fue hombre de la Contraloría y se sabe ese tema al dedillo. Tengo a la doctora María Eugenia García (reconocida abogada, jefa de la oficina jurídica), que es una mujer con una buena charretera en el tema de lo público. Y en temas legales yo no firmo nada si ellos no lo han visto antes. A mi no me traen nada que no haya sido revisado por ellos, como para blindarme, porque son personas de mi confianza y en las que creo.
Hablemos de una tarea que está en los ojos del país: el sistema Transcaribe, que está sin gerente titular. Hay un rumor según el cual no lo van a dejar armar una terna, como usualmente se ha hecho, sino que el nuevo gerente va a ser decidido por la Ministra de Transporte y su jefe político Germán Vargas Lleras. ¿Eso va a ser así?
Yo lo que le he dicho a la Ministra es que no podemos estar discutiendo, tenemos que ir en llave, lógicamente el Gobierno Nacional tiene mayorías en la junta. Pero yo particularmente creo que tiene que ser una persona con un perfil especial, con un perfil que le permita gerenciar este tema, sobre todo en esta parte definitiva no nos podemos equivocar. No se todavía cuándo es la próxima junta, pero me parece que podría ser esta semana para echar eso para adelante.
Yo lo que no puedo dejar es que me metan el dedo a la boca. Si bien es cierto que aquí hay una clase política conmigo, yo no soy bobo, yo tengo el instinto para saber cuándo quieren hacer las cosas bien y cuándo no. En el momento en que yo vea que están haciendo las cosas mal, se van.”– Manolo Duque
También hay expectativa sobre si la casa García Zuccardi, que tenía este cargo y que quiere continuar con él, se va a volver a quedar con la Gerencia de Transcaribe. ¿Usted cómo va a blindar del clientelismo a este megaproyecto?
Yo creo que es una apuesta que yo tengo que hacer, de la credibilidad que va a tener el Gobierno en ese sentido, yo creo que Transcaribe tiene que traspasar todas esas barreras políticas. Los políticos habían manejado eso y lo habían hecho mal, nosotros creemos que en esa medida, como tema de ciudad, con el Gobierno Nacional apoyándonos, tenemos que blindarlo totalmente de eso y decir ‘vamos a echar para adelante este tema’ con un tipo prestante y lógicamente con la Administración detrás.
¿O sea que los García no se van a quedar con Transcaribe?
No, para nada. Nosotros creemos que si bien es cierto ellos han incidido en la historia de esto, podemos echar para adelante y como Administración el Alcalde es el que va a imponer el candidato.
Otra entidad sobre la que hay expectativa es Edurbe, la Empresa de Desarrollo Urbano, que tiene recursos y en la que hubo un carrusel de contrataciones hace unos años que hicieron pensar incluso en su liquidación. Usted no ha nombrado titular y lo que se dice es que está esperando para darle ese puesto a los García. ¿Eso es cierto y por qué no ha nombrado aún a un gerente ahí?
Edurbe para lo que viene va a ser definitiva, en el tema de ciudad, en el tema de movilidad, de apropiación de tierras. Me decía un inversionista español que Edurbe es único en el mundo porque fue pensada hace 40 años y tiene una capacidad tremenda. Vuelvo y te insisto: la decisión que se tome ahí la va a tomar el Alcalde. Y va a recaer todo lo que venga en el Alcalde.
¿Por qué no ha nombrado?
Ahí hay un tema de que tengo que nombrar junta directiva. Inclusive en estos días, porque no se cuántos son los miembros que tengo que nombrar, estábamos en ese tema para ya comenzar a proceder con eso.
Para cerrar lo de Transcaribe, me llama la atención que usted siendo Alcalde electo había anunciado que detendría la etapa pedagógica para esperar que estuviera la mayoría de buses chatarrizados, como proponen algunos. ¿Por qué se echó para atrás?
Hombre, yo llegué con esa intención, pero me hicieron caer en cuenta de la Procuraduría, la misma Ministra, que era un mal mensaje para la banca. Hoy nosotros lo que necesitamos es darle un buen mensaje a la banca. Y si bien es cierto la etapa pedagógica no ha sido lo que debió ser, también es cierto que la gente se ha logrado apropiar del sistema. Se logró porque la gente estaba ávida de algo distinto. De pronto era más el perjuicio parando el sistema. Los bancos podían decir que había una crisis en Cartagena. Por eso yo, que escucho a los que saben, dije ‘quédate quieto, no pares el sistema’. Por eso no la paré. Entré en razón, la Ministra me llamó, me pidió que le ayudara con eso. La misma Procuradora que asiste lo del sistema también nos llamó y dijo ‘analiza esto’, y yo no estaba cerrado.
Por lo que veo a usted le toca moverse entre los intereses de los políticos que lo apoyaron de un lado y los deseos del Gobierno Nacional del otro…
Yo creo que aquí el Gobierno Nacional se la está jugando. El tema Transcaribe es un tema tan sensible que el Gobierno no puede dar pasos en falso. La Alcaldía no puede hacerlo tampoco. Yo creo que este es un sistema que ha copiado los errores de todos para tratar de adaptarlo al mejor sistema de transporte público que hay, inclusive por encima de Transmilenio. Creo que aquí los errores que se han cometido en los sistemas de otras partes los han convertido en ventajas, en positivismo, para poder hacerlo mejor.
Su lema de campaña fue ‘Primero la gente’. Dígame las obras concretas que usted se compromete a dejarle a la gente dentro de cuatro años. Hay varias clave por hacer como la terminación de la Vía Perimetral, el alcantarillado pluvial, el traslado del mercado de Bazurto, la quinta avenida de Manga, la ampliación de la Santander…
El tema de drenajes pluviales para nosotros es clave, no queremos que nuestros pobres se sigan inundando, cada vez que voy a la comunidad estoy hablando de eso, estamos estructurando eso de una manera tal que pueda ser una realidad en cuatro años. Un tema que es de la ciudad es Transcaribe, que en realidad no ha arrancado, está en una etapa operativa y nosotros, como decía hoy en el Consejo de Gobierno, tenemos que dejarlo andando y andando bien. Y ese es un tema transversal a todas las secretarías. Tenemos que trabajar también en hacer vías, en mejorar la movilidad, hay que ser creativos, si es con puentes, si es con túneles, hay que cambiar ese caos. Tenemos que hacer muchas obras, estructurar bien sea APP con el Gobierno Nacional, buscar los recursos que permitan que Cartagena cambie en ese sentido.
Sobre las APP, usted trajo a Luz Elena Paternina, una experta de Bogotá para la Secretaría de Planeación, imagino que para poder hacer varios proyectos por esta vía. ¿Cuáles serían?
Ahí hay un tema y es que cuando uno llega a la Alcaldía le ofrecen 47 APP. Ya yo tengo miedo de contestar el teléfono porque ahora todo el mundo es experto en APP. Yo por eso le digo a la doctora Luz Elena Paternina, que como tu bien dices tiene su récord en Bogotá, que tiene libertad aunque hay varios temas en la baraja. Mira, me decía el doctor Simón Gaviria, y es una estadística, con el mismo Planeación Nacional, todo el mundo habla de APP pero pocos saben qué es. Entonces prácticamente lo que hemos hecho es cerrar los oídos porque sino no hacemos nada, y más bien enfocarnos en temas específicos.
¿Pero cómo cuáles temas?
Bueno, te hablaba de movilidad. Varios de esos proyectos podrían ser vía APP. Por ahí podría ser.
El tema del espacio público en el Centro de Cartagena ha sido un ‘coco’ para muchos mandatarios. Usted se ha dado la pela de recuperarlo del comercio en el sector de Getsemaní. Sin embargo, ¿por qué no sucede los mismo en la plaza de San Diego, en donde por años empresarios como Juan del Mar y otros ocupan con sus restaurantes vías y andenes que son de todos los cartageneros?
Esa es una buena pregunta. Fíjate, son dos casos distintos. Tengo entendido que en Getsemaní no hay ninguna plaza que haya sido concesionada. Aquí en el tema San Diego creo que es distinto. Estamos averiguando. Lo de Getsemaní, fíjate que ya tenemos críticas porque hay algunos que nos dicen que no los estamos dejando trabajar. Entonces en un problema social, como tu bien lo decías de años. Ahí la misma comunidad nos pidió que actuáramos porque hay cerveza en la plaza, porque hay sexo, porque hay droga, y hemos querido entrar a colaborar y no podemos aflojar. A Getsemaní hay que recuperarlo.
Yo, que escucho a los que saben, dije ‘quédate quieto, no pares el sistema’ (Transcaribe). Por eso no la paré. Entré en razón, la Ministra me llamó, me pidió que le ayudara con eso. ”– Manolo Duque
¿Pero por qué hay un rasero distinto con San Diego? La única diferencia es que en San Diego son ocupantes de estrato más alto…
En estos momentos en los que tu me estas haciendo la entrevista, yo no se cuáles son las condiciones de la plaza de San Diego, pero si no están con el espacio concesionado les va a pasar lo mismo. Nosotros en eso no tenemos contemplaciones porque, como bien lo dices, no podemos medir con un rasero a la clase alta y con otro a la clase baja. Lo de San Diego lleva más historia. Dionisio (Vélez, el anterior Alcalde) les permitió que se hicieran unas concesiones y pagaran. Aunque allá cierran la vía. Cuando lo hicieron en la calle La Tablada, otro negocio que no es de Juan del Mar, Secretaría del Interior sancionó.
¿Un asesor no podría averiguarle qué pasa ahí exactamente? porque la sensación que ha habido siempre, y repito: lleva años, es que negocios que ocupan el espacio público en el Centro Histórico sin permiso están por encima de todo el mundo…
(El Alcalde pide entonces llamar a la persona encargada de la oficina de Espacio Público, luego de lo cual nos cuenta lo siguiente:) Sólo las plazas de San Pedro y Santo Domingo y el parque Fernández Madrid tienen permisos. Los de San Diego no tienen permiso para cerrar la vía y algunos lo hacen en temporada alta. Así que estamos comprometidos para meterle mano a eso, hay que meterle el diente.
A propósito del día del periodista (que fue ayer), me llama la atención su idea de capacitar a los colegas de la ciudad. ¿En qué consiste la propuesta?
Bueno eso es un tema que tu sabes que llevamos en la sangre. Lo que queremos es aprovechar esta oportunidad para dignificar la profesión. Hemos pedido la asesoría de la Fundación Nuevo Periodismo para que nos de unas bases de cómo ha evolucionado esto, porque tu sabes que a veces te metes en el tema de escribir, y escribir, pero no sabes por dónde va el mundo periodístico. Entonces el doctor Jaime Abello, con la Fundación, nos está dando unas guías bien importantes. Porque queremos entre otras cosas hacer un concurso de periodismo, con unas bases, para ir a la par de lo que es el periodismo actual. Por ejemplo, cuando yo me gradué el periodismo digital no existía. Hoy es una cosa tremenda. Además, no podemos permitir que nuestros periodistas terminen tan mal y pasen trabajos. La profesión se ha profesionalizado, valga la redundancia, y eso es bueno pero muchos de antes no pueden quedar en el olvido.
¿Y usted que, por ser periodista, seguramente tiene un poco más de cercanía con algunos colegas, cómo ha vivido el fenómeno de aquellos que venden notas positivas a cambio de plata?
Era una de las cosas con las que estaba prevenido, pero fíjate que no me ha tocado. Yo inclusive hablaba con Juan Carlos (Díaz, jefe de prensa) que tenemos que estructurar lo de la pauta de manera que hay que darles a las cadenas radiales, pero también a los periodistas independientes que tienen sus programas. No es que los estemos comprando, pero eso es una realidad, eso sí: siempre que tengan programas, para que les llegue una platica. También estamos trabajando con periodistas que tengan proyectos comunitarios y que sean creativos. La radio se ha achicado mucho y difícilmente encuentras el mismo número de programa de antes. La gente está pasando trabajo, aquí se ha visto la necesidad de la gente. Antillas (emisora) tenía 20 programas y hoy lo cerraron, entonces son 40 periodistas, porque siempre hacían los programas de a dos, que hoy están en la calle.
¿Cómo garantizar pauta de la Alcaldía equitativa para todos y no sólo para los amigos?
Yo creo que el tema fundamental ahí es que marquen muy bien (en sintonía), y esa fue la indicación que dimos aquí para curarnos en salud. Sólo los que tengan sus programas al aire.
¿Eso no le ha generado malquerencias entre los periodistas?
No, porque ellos me conocen. Yo no me creo la película de que ahora estoy por encima. Yo los trato como colegas, me han criticado cosas, yo acepto la crítica cordialmente.
¿Ya se firmó el convenio con la FNPI? ¿A cuánto asciende?
Estamos en eso, pero ya está de un tris, hemos venido reuniéndonos en mesas de trabajo, pero eso ya es un hecho. Ellos tienen que pasar la propuesta económica en la que ponen a disposición todo el andamiaje de ellos, los grandes periodistas del mundo van a venir acá, eso también es una forma de garantizar a los periodistas su capacitación.
¿Pero tiene presentación que los periodistas sean capacitados por la entidad que tienen que cubrir?
Pero es una manera de aportarles, más que una cuña, eso es más importante. Es una manera de retribuirles, más que dinero.
A mí me han intentado atacar por el lado de mi hermano, pero yo la verdad es que dejo que hablen. La gente que está aquí sabe quién es el que pone a operar las cosas y finalmente toma las determinaciones.”– Manolo Duque
La segunda pasión suya, aparte del periodismo, es el deporte. Y en ese sentido ha prometido rescatar al disminuido equipo de fútbol Real Cartagena, que es de privados aunque el Distrito tiene unas pocas acciones. ¿Cómo va a hacer va a ser la inyección de recursos públicos a una iniciativa que manejan privados?
Bueno, ahí hay un tema y es que donde yo voy la gente me pregunta ‘Manolo, ¿y el Real?’. Yo no pensé que este equipo estuviera tan metido en el corazón de la gente porque ha sido un equipo perdedor. En compañía de Dumek (Turbay, el Gobernador) hemos hecho una alianza para intentar subir el equipo. Esa alianza incluye buscar patrocinios de empresa privada, que nos pueda solventar la ayuda. Estamos pensando en boletas gratis para la gente y para eso queremos una alianza con el Real. Algo de recursos públicos irá para allá porque se van a hacer capacitaciones a los jóvenes, el Real puede ayudarnos en temas de pandillas. En este momento tenemos apenas el 5 por ciento de las acciones, queremos estructurarlo de manera que sea un patrocinio y no una compra de acciones y que ellos nos remuneren con boletas y capacitaciones.
¿Cómo encontró las finanzas del Distrito? Venimos de un cuestionado empréstito que hizo el alcalde pasado Dionisio Vélez que endeudó la ciudad…
Maltrechas. Este año tenemos 140 mil millones de pesos de inversión, que no es nada. Ese empréstito tiene al Distrito empeñado, yo tengo que ser muy creativo. Me he puedo en la cabeza no quejarme porque me dicen ‘no has ido a Bogotá que está peor’, como diciendo que en todas las ciudades pasa lo mismo. Entonces, yo lo que he planteado ser creativos. Por eso paso en Bogotá buscando recursos porque en la medida que el Gobierno Nacional nos inyecte recursos vamos a poder salir adelante en este mismo primer año, porque yo quiero mostrar obras temprano y afortunadamente he encontrado mucha receptividad de los ministros y del mismo Presidente.
Hablando de inversión, ahora que entraba a su despacho vi salir al empresario Carlos Mattos. ¿Va a revivir su proyecto en Chambacú?
Él vino aquí porque quiere hacer un hotel en Chambacú. Precisamente, los que estaban con él son unos inversionistas, tu sabes que él ya no está en lo de los carros, y quiere hacer su proyecto. No se si es el que tu dices. Aquí vienen muchos inversionistas a hacer propuestas.
Dígame en este mes y ocho días, ¿qué lo ha sorprendido para bien y para mal del sector público? Lo pregunto especialmente porque hace poco lo vimos en un video reaccionando airadamente frente a un simpatizante que al parecer le pedía algún favor...
Bueno, para mal la lentitud. Es una cosa paquidérmica. Anteriormente la idea que uno tenía era la de ‘vamos a hacer ese contrato’ y se hace. Aquí tienes que buscar que esto, que lo otro. La imagen que tu viste en ese video es la de un amigo, que fue boxeador, con quien había hablado ya seis veces. Esta era la séptima vez. Entonces, le estoy diciendo ‘mi hermano, suéltame, porque ya ya he hablado contigo’. Pero esto hace parte de esa dinámica que yo he entendido, que a veces las cosas no son a lo que uno quiere, sino al ritmo que marca la Administración pública.
¿Y para bien?
La manera como nos ha recibido la ciudad, la gente está ilusionada, hay una expectativa enorme, por eso digo yo que no podemos fallar. Queremos hacer una ciudad realmente incluyente, en la que sea primero la gente.
Manolo Duque es el segundo periodista que en menos de 10 años llega a la silla principal de Cartagena. |
¿Usted cree que con las entidades en manos de los políticos clientelistas se va a poder hacer una ciudad menos excluyente?
Tenemos que hacerla. Yo creo que por primera vez, y esto me lo decía un enemigo político, por llamarlo de alguna manera, todo el mundo está alineado en que me vaya bien y Cartagena salga adelante. Yo lo que no puedo dejar es que me metan el dedo a la boca. Si bien es cierto que aquí hay una clase política conmigo, yo no soy bobo, yo tengo el instinto para saber cuándo quieren hacer las cosas bien y cuándo no. En el momento en que yo vea que están haciendo las cosas mal, se van.