Miguel Gómez, el as oculto del uribismo para Bogotá

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Después de que estuvo a punto de convertirse en la competencia de Francisco Santos para ser el candidato único de la derecha para la Alcaldía de Bogotá, el ex congresista Miguel Gómez Martínez no ha salido del radar del uribismo. Todo lo contrario: están tratando de convencerlo para que se convierta en la cabeza de la lista cerrada al Concejo por ese partido y la jalone.

Después de que estuvo a punto de convertirse en la competencia de Francisco Santos para ser el candidato único de la derecha para la Alcaldía de Bogotá, el ex congresista Miguel Gómez Martínez no ha salido del radar del uribismo. Todo lo contrario: están tratando de convencerlo para que se convierta en la cabeza de la lista cerrada al Concejo por ese partido y la jalone.

“Tenerlo de mano derecha sería una garantía para Pacho Santos”, dijo un congresista del Centro Democrático cercano a ambos políticos. “El ofrecimiento existe y Miguel Gómez lo está pensando”, dice Tatiana Cabello, representante a la Cámara en Bogotá por el uribismo y una de las personas que más está comprometida con la campaña a la Alcaldía.

Con esa movida, el uribismo intenta consolidar a su candidato a la alcaldía y aumentar su intención de voto, que según la más reciente encuesta Polimétrica de Cifras y Conceptos de diciembre está en 14 por ciento, debajo de Clara López con el 22.

Gómez, quien en los últimos dos años se convirtió en una figura reconocida y en cara visible del antipetrismo sería un escudero para Pacho tanto en la campaña como, si gana, desde el Concejo.

Su nombre, además, no pasa desapercibido para nadie en el Centro Democrático. No sólo fue el representante a la Cámara más votado en Bogotá en las elecciones del 2010 por el Partido de la U, cuando era el de Uribe, sino que fue quien encabezó el proceso de la revocatoria al Alcalde Gustavo Petro.  Además, comparte muchas de las tesis de la campaña de Pacho que busca “recuperar a Bogotá de la izquierda” y girar alrededor del antipetrismo.

También comparte muchas de las ideas del uribismo y es un líder de opinión de la derecha reconocido y nieto del ex presidente conservador Laureano Gómez.

El problema es que aún Gómez no se ha decidido y en una semana se vence el plazo para que se inscriban los precandidatos que quieran participar por el Centro Democrático en las elecciones de octubre. Mientras tanto, el afán se empieza a notar entre los directivos del uribismo en Bogotá que quieren arrancar ya con el proselitismo con miras a las elecciones locales.

La apuesta

Hasta finales del año pasado, en las toldas del Centro Democrático en Bogotá se especuló que Alicia Arango, la ex secretaria privada de Álvaro Uribe, sería la cabeza de la lista al Concejo.

Sin embargo, La Silla supo que este nombre está en veremos, no sólo porque Arango podría estar inhabilitada porque no ha vivido en Bogotá los dos últimos años como exige la ley (estaba como embajadora en Suiza hasta diciembre del 2013), sino también por motivos personales, según tres fuentes del partido consultadas por La Silla.

“Alicia ya no va. Era ella pero se retiró porque está inhabilitada”, dice Miguel Uribe Londoño, director del Comité Transitorio del Centro Democrático en Bogotá. Aunque varios congresistas del partido y el propio Pacho Santos todavía no la descartan, ya no la tienen como cabeza de lista porque el nombre de Miguel Gómez se ha impuesto.

Pacho Santos (con la bendición de Uribe) es quien ha propiciado las últimas reuniones con el ex representante a la Cámara por Bogotá. Lo ha hecho en su oficina en la zona G de Bogotá y a puerta cerrada, según le contaron a La Silla dos personas muy cercanas a Pacho que han sido testigos de los encuentros. La última fue el pasado lunes.

Pero Gómez está indeciso porque también le gustaría convertirse en jefe de la campaña del uribismo en Bogotá para eventualmente tener un cargo ejecutivo en el Palacio de Liévano, si Pacho gana. “Él quiere hacer parte de la Administración y no del Concejo,” dijeron dos fuentes que han estado muy cerca de esos acercamientos.

Su intención sería convertirse en Secretario de Gobierno. Sin embargo, La Silla supo que si Gómez no va al Concejo, Santos lo estaría contemplando como su posible Secretario de Seguridad, un cargo que hoy no existe.

Si Gómez no va, dentro del uribismo quisieran que Diego Molano Aponte, ex director del Icbf de Santos I y de Acción Social durante el segundo gobierno de Uribe, encabezara la lista.

Molano no tiene trayectoria electoral por lo que es considerado un hombre de opinión, con buena hoja de vida. Además, como uribista, participó activamente en las campañas al Congreso y a la Presidencia del Centro Democrático el año pasado, por lo que es de la casa.

Para tres fuentes del partido consultadas por La Silla, aunque Miguel Gómez no sea la cabeza de lista, el que haga parte de la campaña ya es un triunfo. “En donde esté Miguel, aporta”, dijo una de ellas.

Mientras se define, algunos ya están presionando por el tiempo. “Sé que (la aspiración de Miguel Gómez) está sobre el tapete. Ojalá así sea pero no se puede demorar tanto en decidir. Ahorita se están inscribiendo los líderes y la campaña ya arrancó”, le dijo a La Silla María Fernanda Cabal, otro de los miembros del comité distrital del Centro Democrático y representante a la Cámara por la capital.

El resto de la lista

En el uribismo hay un debate sobre cómo va a quedar conformada la lista para el Concejo de Bogotá, en la que algunos propugnan por tener muchos líderes de opinión y otros por meterle más políticos tradicionales con maquinaria

 

Los 45 nombres que el uribismo va a presentar para el Concejo se van a elegir a través la convención distrital que está agendada para el próximo 25 de abril. Sin embargo, para el caso de la cabeza de lista (que es especialmente importante porque ésta será cerrada) hay una injerencia muy grande de la Dirección Nacional. Y en ella, están el ex candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga y el propio Pacho Santos.

Esa definición de la lista refleja la división entre el ala ideológica del partido, como contó La Silla, que lidera Santos y que prefiere un candidato bueno que pierda a uno politiquero que gane, y la que prefiere meterle más maquinaria.

Ese sector que está pensando en términos de estrategia política quiere que en la lista se note que el partido tiene estructura política con líderes en los barrios populares. Y -que según dos fuentes del partido- está representado en Bogotá por Miguel Uribe Londoño, director del directorio distrital temporal, y por los representantes Eduard Rodríguez y María Fernanda Cabal. 

El mecanismo de elección de los delegados a la convención distrital puede favorecer más a los segundos porque son elegidos por las personas que ingresen al partido como militantes y adquieran el carnet del Centro Democrático. Ese proceso de inscripción, que están andando y se cierra el próximo 28 de enero, ya tiene a 12.875 personas en Bogotá y 134.205 en el país (cifras con corte a 19 de enero).

Lo interesante es que cada militante, independientemente de dónde viva, puede elegir a qué convención va a asistir entre las más de mil de los municipios colombianos y las 20 convenciones locales en Bogotá (una por cada localidad). Éstas se harán marzo y abril de este año.

Eso quiere decir que, por lo menos en teoría, una convención municipal o local puede terminar dominada por personas de otra región, lo que abre la puerta para que políticos con maquinaria decidan cómo queda la lista.

Cada una de esas convenciones locales va a elegir a seis delegados para la distrital. Las siete localidades donde ganó Oscar Iván Zuluaga en la primera vuelta presidencial (Usaquén, Chapinero, Suba, Fontibón, Mártires, Usme y Ciudad Bolívar ), además, tienen derecho a elegir uno más.

Además de ellos, los 23 miembros del comité distrital también votan. Allí tienen asiento, entre otros, Miguel Uribe Londoño, Alicia Arango, varios congresistas elegidos en Bogotá y varios de los ex candidatos a la Cámara que se quemaron en marzo del año pasado como la ex edil de Suba, Liliana Alfonso y Javier Santiesteban, el hermano del Concejal del Polo, Orlando Santiesteban. Los dos últimos además, han sonado también para integrar la lista al Concejo. También está el representante Samuel Hoyos, quien fue asesor de Miguel Gómez y es de su entraña.

“Todo el mundo va a tener que meter la mano para tener injerencia en el Concejo y en cómo se arma esa lista. Lo que va a terminar pasando es que la lista va a ser mixta, unos de opinión y otros con maquinaria”, le dijo a La Silla una alta fuente del uribismo en Bogotá que habló off the record. Lo mismo corroboraron otras dos fuentes consultadas.

Al final más de 150 personas (incluyendo potenciales candidatos al Concejo, como los quemados a la Cámara) van a definir cómo queda la lista. También serán quienes definan su orden, algo que seguramente dará lugar a muchos debates porque en una lista cerrada hace toda la diferencia estar un renglón más arriba.

Hoy Miguel Gómez tendría asegurado el primer lugar si decide inscribirse. Eso le permitiría liderar la bancada uribista en el Concejo, un papel clave dado que si Santos gana tendrá una minoría de concejales. Esto, porque aún si se cumplen las expectativas del uribismo de resultar siendo el partido más votado en el Concejo (sus cálculos suman más de 10 curules), eso no les alcanzaría para tener mayoría frente a los partidos de la Unidad Nacional o la izquierda que se quedarían con el resto de las curules. Para manejar esa situación, le resultaría muy útil tener un aliado con el peso y la trayectoria política de un ex congresista.

“Eso garantizaría el liderazgo en la bancada, muy parecido a lo que pasa en el Congreso”, le dijo a La Silla, el senador uribista, José Obdulio Gaviria.

Además, Gómez viene del corazón del Partido Conservador y eso podría ayudar al Centro Democrático. Aunque en Bogotá los conservadores cuentan relativamente poco (en 2011 sacaron apenas tres concejales y 110 mil votos) y la llegada del uribismo podría terminar desterrándolos del concejo, en un voto finish podrían hacer la diferencia.

De hecho Rafael Pardo se ha acercado a algunos de ellos, pero la presencia de Gómez puede ayudar a que esos votos terminen donde Pacho Santos. Todo eso si Gómez se le mide a “bajar” del Congreso y convertirse en un concejal, sobre todo después de haberse posicionado durante dos años como el mayor contradictor de Gustavo Petro.

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