Por ahora, la intervención a La Guajira es un globo

Desde hace dos semanas, La W Radio viene promoviendo que el Gobierno intervenga La Guajira para que se facilite la ejecución de la Nación en ese departamento y, supuestamente, se disminuyan los índices de corrupción con un alto funcionario al que hasta la Gobernación le rinda cuentas. La propuesta, que ha recibido el apoyo de varios funcionarios de Bogotá, es tema de conversación en la Guajira política, donde no ha caído nada bien. Más allá de eso, por ahora es un simple globo.

En La Guajira han calificado la iniciativa de La W como un intento de intromisión y una muestra más de la estigmatización bogotana, por sugerir que todos los problemas de ese departamento se deben exclusivamente a la corrupción de la clase política local e intentar salvar la responsabilidad histórica que también le compete a la dirigencia capitalina.

La idea se empezó a mover desde el 20 de abril pasado, por una campaña promovida por el director de La W Julio Sánchez Cristo con el propósito de “salvar a La Guajira”.

Julio dijo que los esfuerzos del Gobierno Nacional han sido infructuosos, en parte porque hay “atravesada una célula política, que no se quiere dejar mover”. Esto, en alusión a los dos grupos que históricamente se han disputado el poder allí: Nueva Guajira y la Gran Alianza, que llevó a la Gobernación al hoy desprestigiado exgobernador Juan Francisco 'Kiko' Gómez y le puso votos a la actual mandataria Pinto.

Julio también llamó a varios funcionarios del alto gobierno para preguntarles si estaban de acuerdo con su iniciativa. Entre ellos a Tatyana Orozco, directora del DPS; Cristina Plazas, directora del ICBF; y al entonces ministro de Vivienda Luis Felipe Henao. Todos le dijeron que sí debería hacerse.

La W también se comunicó con la gobernadora Oneida Pinto, quien dijo que su departamento estaba interesado en una intervención del Gobierno y aseguró no contar con las condiciones económicas necesarias para sacar a La Guajira adelante, porque encontró las finanzas al borde de la quiebra.

A Pinto esas declaraciones le generaron un verdadero tsunami político y una avalancha de reacciones en redes sociales. Entre quienes expresaron su rechazo están el representante Antenor Durán, el presidente de la Asamblea Hilbert Pinto y el exgobernador José María Ballesteros.

“Revuelo en La Guajira por propuesta de intervención del Gobierno Nacional. Gobernadora avala la iniciativa que promueven medios nacionales”, tituló El Diario del Norte, el periódico de mayor circulación de ese departamento.

Esta semana, Pinto tuvo que visitar los medios en Riohacha para aclarar que lo que ella quiso decir en La W es que apoya la figura de un coordinador o súper ministro para que sea el interlocutor de Bogotá con su administración.

“No hemos hablado de entregar el departamento. Sí hemos hablado de un alto comisionado. Lo que pasa es que la entrevista se puede entender como una la quiera entender”, le dijo Pinto, el lunes, al periodista Hugo Leones Carranza, director de Noticias de la emisora Cardenal Stereo, de alta sintonía en el sur guajiro.

El globo

La Silla averiguó la viabilidad de esa posible intervención y encontró que, hasta ahora, es un globo porque el gobierno de Juan Manuel Santos ni siquiera la ha contemplado, como se da a entender. No se trata de una decisión fácil de tomar, ya que iría en contravía de la autonomía que por Constitución tienen los gobernadores y alcaldes en Colombia.

La directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS) Tatyana Orozco le dijo a La Silla que no se ha pensado en intervenir La Guajira con un alto funcionario al que Oneida Pinto le dé cuentas porque eso sería desconocer su elección por votación popular. En el caso de la llamada ‘princesa negra’ ha sido la más alta de La Guajira: 182 mil sufragios.

Orozco le dijo a La Silla que de lo que se ha hablado es de la posibilidad de crear una gerencia como la de los planes San Andrés y Pazcífico -paquete de inversiones que dependen de la Presidencia-,  para coordinar una mejor ejecución de los recursos en La Guajira. Mucho más en medio de esta crisis por las muertes de niños desnutridos.

Ese eventual gerente trabajaría como un enlace entre Riohacha y Bogotá, pero sin estar por encima de la gobernadora Pinto.

Sin embargo, esa iniciativa todavía está en pañales porque sólo la llegaron a hablar, de manera informal, la directora del DPS Tatyana Orozco y la exministra de la Presidencia María Lorena Gutiérrez.

“Y ahora sin María Lorena hay que esperar”, le dijo Orozco a La Silla, al hacer referencia al largo camino que tiene por delante la eventual gerencia para La Guajira.

En declaraciones a La W, Orozco había dicho que no le parecía “loca” la idea de intervenir a La Guajira.

Más allá de la controversia generada por la propuesta de intervención y las declaraciones de Pinto, lo cierto es que La Guajira está en medio de una de sus peores crisis humanitaria y por la que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó medidas cautelares, en diciembre pasado. Solo este año han muerto 26 niños por desnutrición.

A esa compleja realidad se suma que la comunicación entre los gobiernos departamental y nacional no ha sido fluida después del anuncio del documento Conpes, que en febrero pasado hizo el presidente Santos.

Pinto le dijo a medios locales, esta semana, que poco se ha avanzado en el aterrizaje de esos recursos porque son más las evasivas que ha recibido de parte de los funcionarios en Bogotá. Y puso de ejemplo sus encuentros con el director de Planeación Nacional Simón Gaviria.

Con la campaña de intervención de un medio tan poderoso, habrá que esperar las próximas semanas para saber si esta idea se concreta.