La semana pasada cuando el Gobierno presentó el presupuesto para el 2016 dijo que se trataba de tener una “austeridad inteligente” que permitiera un apretón fiscal sin golpear el crecimiento económico. El apretón es evidente, pues el presupuesto en total incluye casi exactamente los mismos 216 billones de pesos de este año, a pesar de la inflación. Pero no es claro si es tan inteligente pues, para lograr eso, reduce en 6 billones la inversión para gastarse esa plata en funcionamiento.
Presupuesto para 2016: apretón sí, pero no por igual
La semana pasada cuando el Gobierno presentó el presupuesto para el 2016 dijo que se trataba de tener una “austeridad inteligente” que permitiera un apretón fiscal sin golpear el crecimiento económico. El apretón es evidente, pues el presupuesto en total incluye casi exactamente los mismos 216 billones de pesos de este año, a pesar de la inflación. Pero no es claro si es tan inteligente pues, para lograr eso, reduce en 6 billones la inversión para gastarse esa plata en funcionamiento.
Aunque eso se debe en parte a las nuevas prioridades del Gobierno, como pagarle mása maestros (2,5 billones más de funcionamiento en el Ministerio de Educación) o a los policías y soldados (1,9 billones en la Policía y el ministerio de Defensa), hay entidades que aumentan en más del 50 por ciento su gasto en funcionamiento mientras que no crece su inversión o inclusive, se reduce (por ejemplo, al Fondo Nacional de Vivienda, el Ministerio de Agricultura o Coldeportes).
Y es que ni se le ajusta el presupuesto a todas las entidades por igual ni en proporciones similares: la brecha entre la pequeña Junta Central de Contadores, que duplica con creces su presupuesto, y el Ministerio de Agricultura, que lo reduce a casi la mitad, es inmenso.
En las entidades claves para un eventual posconflicto, la situación vuelve a empeorar, como ya pasó para este año: el presupuesto de inversión en las entidades encargadas de loas herramientas clave del posconflicto cae de 8,8 billones a 5,7, liderado por la reducción en Agricultura, como se ve en el segundo gráfico.
Y es que el agro tendrá un 2016 de vacas flacas: el Ministerio es la entidad que más verá reducida la inversión (es decir, la plata que se puede dedicar a proyectos externos, como financiar mejoras tecnológicas en el campo) de las casi 160 del presupuesto general, con más del 60 por ciento. Y en el top 20 de las de mayores recortes de inversión están otras del sector, como el Incoder (que está a cargo del tema de tierras), el Ica (que debe ayudar a mejorar la productividad en el campo) o la autoridad de Pesca.
También revisamos en manos de qué partidos queda el presupuesto de las entidades con más plata, según quién las maneja. La cuarta y la quinta gráfica muestran que buena parte se va a entidades sin color político definido - aunque en esa categoría incluimos a políticos de carrera como Alfonso Prada, Lucho Garzón, Gina Parody y Cristina Plazas que no son reconocidos como propios por ningún partido (así Santos los haya 'asignado') y a oficiales militares y de Policía.
Acá puede ver la situaciones, entidad por entidad
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