Hoy será relanzado el movimiento Progresistas de Gustavo Petro. Cinco razones explican por qué el progresismo recargado la tendrá cuesta arriba electoralmente hablando, al menos por ahora.
Progresismo recargado le apuesta al 2015, pero la tendrá cuesta arriba
Hace un mes, el alcalde de Bogotá Gustavo Petro había dicho en twitter que no le interesaba conformar petrismos y que cualquier cosa que se organizara en el campo democrático en la ciudad “no será petrismo”. Hoy, como lo contó La Silla, será relanzado su movimiento Progresistas con un sello claramente petrista y el anuncio de jugar en las regionales de 2015.
En el evento, que comenzará a las 9 de la mañana en la capital, serán presentados oficialmente los exfuncionarios petristas María Mercedes Maldonado, Hollman Morris y Guillermo Alfonso Jaramillo, como precandidatos a la Alcaldía de Bogotá. Y los líderes y simpatizantes que asistan serán, en buena parte, los progresistas que se quedaron con Petro cuando decidió no hacer parte de la Alianza Verde.
Petro declaró oficialmente ante el Consejo Nacional Electoral que no hacía parte de la Alianza -que fusionó al Partido Verde con el Movimiento Progresista que lo eligió- a pesar de que compromisarios de su confianza (el fallecido Guillermo Asprilla y su hoy secretaria Gloria Flórez, entre ellos) acordaron esa unión.
Esta nueva versión de su colectivo anunciará, además, que buscará jugar en varias ciudades y departamentos para los comicios del año entrante. Y que está explorando ir por firmas o hacer alianza con movimientos con personería como el MAIS (Movimiento Alternativo Indígena y Social), AICO o la UP. “Colombia Humana” se llamará la empresa nacional petrista.
También ratificará su apoyo a los diálogos con las Farc en La Habana. Si se da un Acuerdo de Paz, Petro podría convertirse en una figura muy atractiva para el 2018 pues representa al ex líder guerrillero que venció en las urnas al Establecimiento y que luego gobernó en su contra y en busca de ideales parecidos a los que defendió en el M-19 pero esta vez a través de la legalidad. Es decir que podría encarnar el espíritu del momento.
Pero aún así, estas cinco razones explican por qué el progresismo recargado la tendrá cuesta arriba electoralmente hablando, al menos por ahora.
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