Un “coco” llamado aval que no asustó a todo el mundo

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Por primera vez en muchas elecciones el tema de los avales puso en aprietos a más de un cacique regional cuestionado. Sin embargo, el aval fue un “coco” que no asustó a todo el mundo. Aunque mañana lunes se conocerán las listas de candidatos definitivas, en las que fueron inscritas por las colectividades ante la Registraduría aparecen varios de los nombres de aspirantes cuestionados que había revelado La Silla. Unos porque no les negaron los avales. Y otros porque se los negaron en su partido y en otro les dieron pista de aterrizaje, sin importar mucho el tema ideológico.

Por primera vez en muchas elecciones el tema de los avales puso en aprietos a más de un cacique regional cuestionado. Mientras antes era casi imposible que un partido le negara el respaldo a una candidatura bajo sombra de duda -como quedó evidenciado con los parapolíticos que repetían curules a pesar de que en sus regiones eran bien conocidas sus andanzas-, para las legislativas del año entrante fueron varios los políticos que se vieron a gatas consiguiendo aval para ellos. O, en su defecto, para sus aspirantes en cuerpo ajeno.

Y son varios los partidos que se dieron la pela para cerrarles las puertas, pese a que con esos cuestionados candidatos muchas veces se iba para otro lado un botín de votos cautivos que -en momentos en los que sube el umbral exigido para mantener la personería jurídica- resultaban muy apetecidos para la mayoría de las colectividades.

Sin embargo, el aval fue un “coco” que no asustó a todo el mundo. Aunque mañana lunes se conocerán las listas de candidatos definitivas, en las que fueron inscritas por las colectividades ante la Registraduría aparecen varios de los nombres de aspirantes cuestionados que había revelado La Silla. Unos porque no les negaron los avales. Y otros porque se los negaron en su partido y en otro les dieron pista de aterrizaje, sin importar mucho el tema ideológico.

Los liberales y Cambio Radical rechazan, el Partido Conservador recibe
El hijo del gobernador de Sucre, Julio César Guerra Tulena, fue uno de los candidatos de más alto perfil en ser 'blanqueado' por su partido. Foto: Juan Pablo Pino
Carlos Fernando Galán le cerró la puerta de Cambio Radical al hijo del senador que candidatizó a Kiko Gómez. Foto: Juan Pablo Pino

Simón Gaviria, jefe liberal, le dijo no a la candidatura del hijo del Gobernador de Sucre, quien llegó por el liberalismo. Foto: Juan Pablo Pino

El balance del tema avales es, pues, agridulce, como se lo dijo a La Silla la directora de la Misión de Observación Electoral (MOE) Alejandra Barrios: “Unos partidos se tomaron en serio el ejercicio de revisar antecedentes, algo que nunca se había hecho. Otros lo hicieron parcialmente y otros definitivamente no lo hicieron”.

Los que lo hicieron tuvieron en cuenta las lecciones de la parapolítica, que en los últimos cinco años salpicó a 200 congresistas de la República (según el portal Verdad Abierta), y dejó a algunos partidos con deudas ante la opinión pública. Pero, también y sobre todo, tuvo que ver la reforma política de 2011 que incorporó el concepto de responsabilidad política incluso para los directores de partidos.

Así es como directores como el liberal Simón Gaviria armaron equipos de investigación que se ayudaron hasta con fuentes de inteligencia de la Policía -según le dijo a La Silla alguien de esa colectividad- no sólo para mirar antecedentes sino para armar el mundo de relaciones de los aspirantes a obtener el aval rojo.

Gaviria es el autor del aval negado que más sorpresa ha causado por lo inesperado: el de Julio Miguel Guerra, situación que en su momento reveló La Silla. Guerra es el hijo del gobernador de Sucre Julio César Guerra, y quería aspirar al Senado por el Partido Liberal como lo prueba la biografía de su cuenta en twitter.

Hijo de uno de los caciques liberales más importantes de su departamento, Julio Miguel ni siquiera necesitaba pedir aval pues éste se daba por descontado. Sin embargo, la negativa tuvo que ver con que su padre, el Gobernador, le haya entregado el chance de Sucre a la condenada empresaria Enilce López ‘La Gata’.

Lo del hijo de Julio César Guerra Tulena generó un pequeño tsunami en la política en Sucre. En la región se dice ahora que el heredero de la casa Guerra podría terminar en las toldas del antiguo PIN (hoy Opción Ciudadana), pero esto no se sabrá sino hasta mañana que se revelen las modificaciones a las listas.

A los Guerra les quedan en la contienda política dos pesos pesados de la familia, que no tuvieron inconvenientes para obtener los respaldos de sus respectivas colectividades: el senador de Cambio Radical Antonio Guerra, que quiere reelegirse, y su hermana la exministra María del Rosario Guerra, la segunda de la lista uribista al Senado.

La Silla supo que los liberales también le negaron el aval a Luis Felipe Campo, primo del destituido exgobernador del Valle Juan Carlos Abadía Campo. Y a Pedro Nel Escobar Córdoba, hermano del exrepresentante a la Cámara por el Chocó Carlos Alberto Escobar Córdoba, quien fue capturado y es investigado por sus presuntos nexos con el paramilitar alias el Alemán.

Ambos eran liberales, pero ante la negativa de su aval, Pedro Nel Escobar Córdoba aparece hoy como aspirante a la Cámara por el Chocó con el aval de los conservadores.

Un hermano del condenado por parapolítica Óscar Wilches, exrepresentante por el Casanare, también tocó las puertas rojas pero no recibió ningún respaldo.

Otros dos caciques regionales golpeados por el tema avales desde el liberalismo son, como lo contó en su momento La Silla, Antenor Durán y el senador Jorge Ballesteros de La Guajira. Ambos gestionaron el aval liberal. El primero porque quería aspirar a la Cámara y siempre ha militado en ese partido. El segundo lo pidió para su hijo, José María Ballesteros, luego de que Cambio Radical se los hubiera negado para ir al Senado.

Sin embargo, fueron rechazados porque Durán y los Ballesteros son los artífices de la candidatura del detenido gobernador guajiro Kiko Gómez, como contó La Silla.

Luego de que estos avales fueran negados, La Silla supo que en La Guajira se presentó una situación tensa cuando el representante liberal, y aspirante a la reelección, Jimmy Sierra denunció amenazas en su contra para que declinara a su aspiración (Sierra sí cuenta con el aval de ese partido).

Sierra, no obstante, permanece inscrito. Los Ballesteros no aspirarán. Y Antenor terminó avalado por AICO (el movimiento de las autoridades indígenas de Colombia).

Cambio Radical es junto al liberal el otro partido que más dijo no a los aspirantes cuestionados o herederos de cuestionados. Por ejemplo, además de negar informalmente el aval a Chemitas Ballesteros, rechazó a Eduar Torres, el hijo del excongresista y parapolítico Édgar Ulises Torres.

Desterrado del partido de su papá, Eduard -quien ya había aspirado a la Cámara por Alas- tocó la puerta en el Partido Conservador, allí se la abrieron y hoy aparece como inscrito por esa colectividad a la Cámara por el Chocó.

En las pasadas legislativas, Carlos Fernando Galán (director de Cambio) ya le había dicho no al gamonal de la política en Soacha Fernando Ramírez por razones de “conveniencia política”, debido a que Ramírez es cuestionado por supuesto clientelismo pero no tiene investigaciones en su contra. Ahora le repitió la dosis al rechazar avalarlo para la Cámara.

Galán también se negó de entrada a avalar a Raúl Vives Lacouture, hermano del parapolítico Luis Eduardo Vives y heredero de una de las casas políticas más importantes del Magdalena. Vives nunca pidió oficialmente el aval en Cambio, pero La Silla supo que antes de que llegara Galán a la dirección del partido hubo un acercamiento de los Vives con la colectividad para mirar esa posibilidad debido a que en elecciones pasadas ese grupo había apoyado a Miguel Pinedo, candidato de Cambio Radical.

Entre otras cosas por este hecho, el Magdalena podría quedarse sin senadores porque no hay contendientes fuertes de ese departamento, como lo contó La Silla.

Cambio Radical tampoco les quiso dar aval al excandidato a la Alcaldía de Bucaramanga Fredy Anaya, a quien el jefe ‘para’ Ernesto Báez señaló de ser cercano a las AUC y que se ha beneficiado económicamente de las decisiones de aliados políticos, aunque por esto no hay investigación abierta. Ni a Licet Peñaranda, la exdefensora del Pueblo del Magdalena quien aparece en una demanda por un préstamo que supuestamente habría hecho ella al jefe de una bacrim, aunque ella explica que la deuda era con otra persona originalmente y luego ese alguien se la vendió al ilegal. Ni a Luz Stella Cáceres, la hija del parapolítico Javier Cáceres.

Ninguno de esos tres aspirantes fueron rechazados oficialmente por Cambio, pero sí tuvieron acercamientos y al saber que Galán no lo iba a avalar pidieron pista en el Partido Conservador.

Anaya finalmente no se inscribió, pero Cáceres y Peñaranda sí. La primera al Senado y la segunda a la Cámara por los azules.

Otros que no se asustaron
Para Alejandra Barrios, directora de la MOE, aumentó el escrutinio de los antecedentes de los posibles candidatos, aunque no todos los partidos se comprometieron.  Foto: Juan Pablo Pino
El representante sucreño Yahir Acuña le dio la "bendición" a la aspiración de María del Socorro Bustamante.
Ómar Yepes, jefe del conservatismo, avaló a varios candidatos rechazados de otros partidos.

Alejandra Barrios, de la MOE, también le dijo a La Silla que son varios los partidos que siguen preferenciando los votos y que por eso no tienen mayores reparos en avalar familiares de personas cuestionadas, que aunque no tengan investigaciones en su contra sí son herederos de clanes políticos con votos cautivos.

El Conservador, con el sol a sus espaldas pues con la lista uribista está expuesto a perder votos, es uno de esos partidos.

Como lo contó La Silla, los conservadores incumplieron el pacto de los partidos de la Unidad Nacional para no recibir cuestionados en sus listas.

Y lo hicieron avalando a las hijas de los parapolíticos de Bolívar Vicente Blel y Javier Cáceres: Nadia Blel y Luz Stella Cáceres, quien quieren llegar al Senado y son las herederas de las estructuras políticas de sus padres.

No están solos en la lista porque, aunque se atrevió a negar avales, Cambio Radical terminó avalando la candidatura a la Cámara por el Magdalena de José Luis Pinedo Campo. Él es el hijo del condenado por parapolítica excongresista Miguel Pinedo Vidal.

Excandidato a la Gobernación con el apoyo del grupo de su padre, José Luis no es el heredero de una sino de dos importantes clanes políticos en el Magdalena: los Pinedo y los Campo, que tuvieron de Congresista al también condenado por parapolítica Alfonso Campo Escobar.

De número 49 en su lista al Senado, Cambio tiene a Juan Esteban Mejía, una aspiración que han criticado algunos políticos del Valle porque según El País de Cali él era el representante legal de la Fundación Educativa Juvenil de Colombia, que fue funcional para que el alcalde de Buenaventura por el PIN, José Félix Ocoró, beneficiara a sus aliados políticos con dineros de la educación, a la vez que rebajaba la calidad de la educación en el municipio. Según Semana, Ocoró era ficha del parapolítico Juan Carlos ‘el Negro’ Martínez.

Por los lados del Partido de La U está la jugada a dos bandas que hizo la casa política del parapolítico de Bolívar William Montes, cuyo grupo inscribió dos candidatos a la Cámara: el hijastro de Montes, Javier Royo Curi, por el conservatismo que es donde siempre Montes ha militado. Y la esposa del excongresista, Martha Curi, por La U. Como seguramente no querrán dividirse los votos con los que cuentan, se espera que una de las dos aspiraciones sea retirada mañana y en Cartagena dicen que será la de Javier quien no cuenta con experiencia política.

La U también avaló a Andrés Felipe García Zuccardi, hijo de la senadora llamada a juicio por parapolítica Piedad Zuccardi y del excongresista (condenado por desvío de auxilios parlamentarios y destituido por contratación ilegal en Telecartagena) Juan José García, hermano del parapolítico Álvaro ‘el Gordo’ García.

Andrés Felipe García Zuccardi es el claro heredero de los votos del clan García, pues no tiene ninguna experiencia anterior en política ni mucho menos cuenta con votos propios.

El número 80 de La U al Senado es el exconcejal de Barranquilla Eduardo Pulgar. Fue concejal de Barranquilla. En 2007 Pulgar fue destituido e inhabilitado por 18 años por la Procuraduría, junto con otros tres exconcejales y varios funcionarios, por el cobro irregular de sueldos y prestaciones sociales de más de 100 personas en ese Concejo. Aunque no hemos logrado averiguar por qué, hoy en día no tiene antecedentes en la Procuraduría. Es el poder político detrás de la hoy senadora Karime Mota, quien es su pareja, del diputado Yesid Pulgar (quien es su hermano) y del concejal Hilario Bustillo, de AICO. Esta vez Mota va a ser reemplazada por Pulgar, quien tiene el músculo de los casi 48 mil votos de su esposa en 2010.

Por supuesto, entre los que nunca se asustan con el “coco” de los avales está el viejo PIN (hoy Opción Ciudadana) que, por ejemplo, avaló al hijo de Alirio Villamizar, condenado por concusión dentro del estándalo conocido como la feria de las notarías. Padre e hijo hacen política juntos.

En ese partido se quedarón Antonio José Correa (senador, apoyado por 'La Gata' y quien aspira a la reelección) y el parapolítico -detenido por narcotráfico- Juan Carlos 'el Negro' Martínez, quien puso como sus cuotas en la lista al Senado a William Rodríguez y Carlos Arturo Quintero.

Por su parte, a través de una fundación poco conocida llamada Ébano por Colombia, el cuestionado representante Yahir Acuña (llamado a juicio por parapolítica y a quien la Corte Suprema ha dejado seguir haciendo política) inscribió a la Cámara por las negritudes a la excandidata a la Alcaldía de Cartagena María del Socorro Bustamante.

Bustamante fue señalada varias veces durante la campaña a la Alcaldía de estar relacionada con ‘La Gata’, un asunto que la aspirante negó.

Actualización: después de publicada esta historia, precisamos que Raúl Vives nunca pidió aval oficialmente a Cambio Radical, aunque sí hubo acercamientos con esa colectividad para hablar de la posibilidad de recibirlo. Estos acercamientos se dieron antes de que llegara Carlos Fernando Galán a la dirección de Cambio.

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