Entre más demorado, más se calienta el nombramiento del MinSalud

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La próxima semana completa un mes de interinidad la cartera de Salud, que dejó vacante Juan Pablo Uribe, cuando renunció. Foto: Presidencia.

La U y Cambio están alborotados, los gremios piden no politizar la cartera y dejó tiempo para una puja entre uribistas

Si nada cambia, al menos un par de semanas más se tomará el presidente Iván Duque para comenzar a cambiar varias carteras del gabinete, comenzando por la de Salud, que quedó vacante desde finales de 2019, cuando salió Juan Pablo Uribe

 

Mientras más tarda, más crecen los rumores, presiones y especificaciones sobre quién será el encargado de manejar uno de los sectores socialmente más delicados, en pleno descontento, y con chicharrones como definir la reglamentación del aborto y la posición del Ministerio frente a la renovación de la aspersión aérea con glifosato.

El nombramiento no sería inminente, según confirmó La Silla Vacía con cuatro fuentes del uribismo y de la Casa de Nariño. Dos coinciden por aparte en que Duque le pidió al viceministro Iván González que continúe en el encargo por unas semanas más.

En el Ministerio nos dijeron que no tienen plazos y que por ahora la orden es seguir trabajando en la línea que tenía Uribe.

Es una demora frente a lo que dijo Duque a por lo menos una alta fuente de Gobierno que nos lo contó: que habría nuevo Ministro la primera semana de enero.

Mientras tanto, el ruido crece.

El alboroto

El año arrancó con rumores de gabinetología con exmandatarios locales de La U y Cambio (como Dilian Toro y Alex Char) y hasta una pelea interna en el uribismo.

Ese alboroto hizo que varios actores de la salud, como los gremios de las EPS, los hospitales, la industria farmacéutica y las asociaciones médicas y de pacientes, pidieran el miércoles al Presidente no politizar esa cartera

Aunque para la fuente de Palacio es improbable que Duque lo politice, pues pudo dar una cartera a los políticos en el Ministerio de Ciencia, pero nombró en diciembre a la chocoana Mabel Torres, una técnica sin filiación política, los ruidos arrancaron horas después de que el Presidente y su jefe de gabinete, Maria Paula Correa, se reunieron hace semana y media con seis congresistas de Cambio.

Los alimentó la versión de que el partido entraría al Gobierno, algo que el sexteto ha negado. Además, cuatro de los seis congresistas nos aclararon que Duque no les pidió que les enviaran nombres.

Dos nos explicaron, por aparte, que el ruido arrancó porque los representantes a la Cámara de Cambio comenzaron a mover en medios nombres de exmandatarios, como el de Char, el de Jorge Rey (exgobernador de Cundinamarca) o el de Carlos Julio González (exgobernador de Huila) porque eran de sus regiones; otro nos dijo que era el mismo Germán Vargas Lleras que movía esos nombres en los medios.

Como fuera, se ha rumorado una y otra vez que Cambio se quedaría con el Ministerio de Salud, como el miércoles cuando sonó el nombre de José Fernando Cardona, gerente de la Nueva EPS y amigo de Enrique Vargas Lleras, hermano del ex vicepresidente.

En todo caso, los cuatro congresistas presentes en la reunión coinciden por aparte en que sintieron guiños de Duque a Cambio, empezando porque aceptó meter sus ajustes a la reforma tributaria, como contamos.

También en que los acercamientos han creado confianza. “Desde diciembre le dijimos al Presidente que había ministros que no servían”, nos dijo el senador Carlos Abraham Jiménez para mostrar esa fluidez en las conversaciones. 

Otro guiño que vieron es que Duque halagó públicamente a Char, la cara más visible de Cambio para 2022 junto con Vargas, en la inauguración del puente Pumarejo.

“Incluso en la reunión Duque nos dijo que le gustaría que Alex estuviera en su gabinete”, nos dijo el senador charista Antonio Zabaraín.

Aunque en Palacio nos negaron que Duque le haya propuesto a Char un puesto, ayer volvió a sonar:

Un ambiente similar se vive en La U, después de que a fines de año Duque se reunió con su director, el exministro Aurelio Iragorri, con quien también habló de la agenda legislativa para marzo.

Desde ese encuentro y la renuncia de Uribe a MinSalud cogió más fuerza el nombre de la exgobernadora Toro como posible reemplazo, algo que tendría sentido por su profesión, porque fue secretaria de salud del Valle y luego una baronesa de la salud en todo el país. Durante su mandato rescató financieramente el Hospital Universitario del Valle.

Una fuente del primer círculo de Toro nos dijo que a ella le ofrecieron "el Ministerio antes que a nadie", pero José Ritter López, senador de su grupo, nos dijo que la exgobernadora quiere “descansar e irse a estudiar”. 

La fuerza del rumor fue tal que en diciembre, una fuente técnica de Salud le dijo a La Silla que era “inminente su llegada”.

(Como hemos contado, Dilian quiere pesar para 2022).

Los rumores son fuertes, y para dos congresistas uribistas de la línea de Duque, es inminente la llegada de ambos partidos al Gobierno.

“Con la presión (de los partidos) creo que ese espacio (MinSalud) va a quedar para algún partido”, nos dijo uno, quien pidió no ser citado para no tener problemas con Duque.

El segundo incluso calificó a La U como “partido de Gobierno”, cuando oficialmente en el Congreso está registrado como tal, pero no todos sus miembros votan a favor de las propuestas de Duque y no tiene participación en el Gobierno.

La demora de Duque en definir no solo crea ese ambiente de rumores sino que incluso tiene alta la temperatura en el uribismo, en el que hubo fuego amigo a un posible candidato, el superintendente de Salud, Fabio Aristizábal.

El Superintendente suena porque es amigo del senador Álvaro Uribe desde hace 20 años, es uribista 1A y experto en el tema, y, según dos fuentes que lo saben de primera mano, desde el empalme quiere ese cargo.

Pero el domingo, el medio uribista Los Irreverentes publicó una muy dura nota contra él, después de su público choque con el abogado Abelardo de La Espriella, con lo que esa opción puede estar enredada y queda claro que no tiene el beneplácito de todo el uribismo.

La nota “El hombre de la $alud”, acusa al Superintendente de tener negocios en el sector que vigila; presenta varios documentos que demuestran que fue representante legal de Inversiones Zamtri (hoy lo es su exesposa) y afirma que Aristizábal tiene acciones en Zamtri, que ésta es accionista de otras tres y que ellas tienen negocios en el sector. 

Vía mail (porque está fuera del país) Aristizábal nos dijo que desde septiembre de 2017 no tiene nexos con ninguna de esas empresas, que no fue consultado por el medio uribista “como se espera en la aplicación del criterio de imparcialidad” y que la entidad que maneja no las vigila.

Que eso ocurra justo cuando está vacante el Ministerio, y cuando corren los rumores de los otros partidos, muestra que la demora alborota el avispero.

La disyuntiva al final

En Palacio -según una fuente del círculo de Duque- dan por hecho que además de Salud, habrá nuevo Ministro de Interior, y en el Congreso las especulaciones incluyen también a Cultura, TIC y Agricultura.

De todos, Salud es el único vacante. Por eso es el que crea expectativas más concretas, y en el que Duque tiene más presión por el posible cambio de un técnico por un político (en Interior, el cambio que pinta más probable, ser técnico es ser político).

De lo que decida, depende en buena medida sus relaciones con el Congreso y el éxito de su agenda legislativa, pero también el mantenimiento de su apuesta de no dar participación política.

Por ahora, para tener una agenda legislativa ambiciosa está definiendo el apoyo al paquete legislativo de Cambio, con al menos 10 proyectos como reformas a la justicia y a la salud, o las leyes de consulta previa y de cielos abiertos.

Si se concreta, repetiría su estrategia de buscar acuerdos programáticos, que ha logrado que salgan leyes como las tributarias o la ley TIC, pero demora su aprobación y ha fracasado en otros proyectos como las reformas política o a la justicia.

La semana que viene Cambio volverá a Palacio para revisar con la secretaria Correa qué proyectos quedan, y así quedaría sellado el acuerdo, probablemente antes de que haya nuevo nombre en MinSalud.

Incluso si eso pasa, la agenda puede hacer agua porque una cosa es una coalición entre varios partidos y otra un acuerdo de Duque con uno solo, que le ha dado la espalda al Gobierno y al uribismo en momentos clave como las objeciones de Duque a la JEP, que podría generar molestias en el sector más duro del uribismo.

Pero Duque también puede terminar molestando a los partidos que están alborotados si se quedan sin nombramientos.

La próxima semana Duque viajará al foro de Davos, en Suiza, desde donde es poco probable que un Presidente haga anuncios de gabinete. 

Mientras, seguirá el alboroto de los políticos por un puesto, mientras se reactivan las marchas del paro que ya arrancaron ayer en la Nacional en Bogotá, y cuando el martes está convocada una nueva jornada de protestas.

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