Sin embargo, la Coalición introduce un elemento que es nuevo y es su primer principio: “construir colectivamente”. Con esto, por un lado, marcan diferencias de forma con el uribismo y el petrismo: “no apelamos a modelos personalistas, que buscan fijar en el imaginario la figura de un líder mesiánico”.
Por otro lado, se comprometen a ir juntos hasta el final: “gobernaremos conjuntamente sumando nuestras experiencias y fortalezas”. Con esto, la unión de estos cinco hombres se presenta como un proyecto que va más allá de la competencia electoral. Más allá de que en una consulta se escoja a un candidato, los demás estarán presentes en el Gobierno de la Coalición si el escogido logra ganar. Las decisiones, de aquí en adelante, deberán ser consensuadas y colectivas.
Para figuras como los políticos, con sus intereses diversos y egos grandes, es una barra alta que se pone al empezar. Y cualquier fractura en el futuro pesará más.
Por ahora, el proyecto tiene puntos para mostrar. En la creación del acuerdo programático estuvieron delegados de los cinco precandidatos, y asesores de Ángela María Robledo y la Alianza Verde. Cada uno de ellos concertó que en el documento final quedaran incluidas las plataformas políticas que han caracterizado a cada candidato. Galán con el cambio a la política de drogas, Fajardo con la ética y la educación, De la Calle con la defensa al acuerdo de paz, y Robledo y Cristo con los lineamientos de política económica. Y el énfasis en el medio ambiente le deja la puerta abierta al partido Verde.
La construcción de los documentos fue colectiva. En representación de Cristo, el economista Daniel Castellanos, quien ha sido asesor de campañas presidenciales y consultor de planes nacionales de desarrollo. Por Fajardo, participaron Gonzalo Hernández, director de investigación de la Universidad Javeriana, y la bióloga y magíster en procesos urbanos y ambientales Mariana Fajardo, hija del ex gobernador.
Del equipo de Galán estuvo el economista de la Javeriana, Oscar Simmonds; por parte de Robledo estuvo Enrique Daza, director de Cedetrabajo e integrante del observatorio Justicia Tributaria; mientras que de La Calle participó el exdirector del Dane, Ernesto Rojas. Y por Ángela Robledo intervino la economista Carmenza Saldías.
“Fue un acuerdo que se construyó durante seis meses con delegados de cada uno de los precandidatos. En otras campañas hay caudillos, pocos colectivos, acá hay una apuesta colectiva”, dice la representante Juanita Goebertus, quien coordinó ese equipo programático.
Lanzamiento sin ruido
La decisión de lanzar la plataforma programática de la Coalición y sus principios éticos en medio del paro nacional, en el tercer pico de la pandemia y parte de la atención mediática centrada en el partido de la Selección Colombia, opacó su alcance. El evento volvió a mostrar que a la Coalición le sigue costando conectarse con el entorno político, mediático y de redes sociales.
Era una preocupación que ya había expresado Sergio Fajardo cuando reconoció que, por ejemplo, Petro había interpretado mejor la coyuntura del país y por eso estaba en la cabeza de las encuestas.
Pero la fecha y el escenario escogido se explican por el afán de mostrar que la campaña está andando y tiene resultados. Y de empezar a recortar terreno a sus rivales.
El exministro Cristo la justificó en la manera de superar esa desconexión. “Cuando anunciamos la presentación de la propuesta varios amigos me preguntaban por qué hacer un acto de campaña en estas circunstancias y si no era anticlimático. Yo les contesté que a estas alturas hay paro, movilizaciones, protestas, pero la democracia no puede parar”, dijo.
“Tenemos que ser capaces de ofrecer a la gente en las calles la manera de canalizar sus frustraciones alrededor de propuestas y lo hacemos con esta opción política”, dijo Cristo.
Esa apuesta por canalizar esas emociones de la calle está por verse. Aunque la convocatoria del evento estuvo enfocada para los medios de comunicación, se hizo en un espacio público, pero hasta allá no llegaron más de 100 personas. La mayoría de los asistentes eran de los equipos de asesores y líderes de los cinco precandidatos, no de gente que llegó de manera espontánea.
A Jorge Robledo, por ejemplo, lo acompañaron el concejal Manuel Sarmiento y líderes de Dignidad como Jennifer Pedraza.