Todo este montaje en el salón de eventos del hotel más lujoso de Bogotá, el Grand Hyatt, propiedad del empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo. El alquiler del evento se lo pagaron al billonario más rico de Colombia, a quien Petro ha criticado repetidamente y descrito como el hombre que realmente “maneja el país”.
El evento fue el lanzamiento no oficial del Pacto Histórico, el bloque de izquierda liderado por el excandidato Gustavo Petro con el que busca ganar las elecciones en 2022.
Sin embargo, en términos de alcance se quedó detrás de otras intervenciones de Petro. Alcanzó 144.000 reproducciones en el Facebook del senador, al cierre de este artículo, mientras que su primera “alocución en video” previa al paro llegó a los 2,7 millones de reproducciones y la tercera alocución va en 855.900.
Más que un debate entre Petro y Barreras, fue una confirmación de su alianza para 2022. Barreras, quien viene de dejar el Partido de La U y hace parte de los políticos tradicionales -y cuestionados- que se han sumado al Pacto Histórico, se perfiló ayer como probable fórmula vicepresidencial de Petro.
En especial porque el otro precandidato de la coalición, el senador del Polo Democrático Alexander López, no fue incluido en el debate. Los equipos de Petro, Barreras y López le confirmaron a La Silla que no se trató de un tema de agenda, sino de una decisión: presentar a los precandidatos con los que Petro irá a la consulta presidencial de marzo de a uno, y comenzar por Roy Barreras.
Ese empujón, sumado a la logística en torno al evento, refuerzan el nuevo tono de la campaña de Petro para 2022. A diferencia de 2018, cuando Petro se basó casi exclusivamente en su apoyo en los sectores populares y los discursos en plaza pública para impulsar su candidatura, esta vez apuesta a una campaña más tradicional, con apoyo de relacionistas públicos y de políticos tradicionales.
El cambio, como se vio ayer en el Hyatt, comienza por las formas.
Alta producción
El evento de ayer comenzó a planearse desde hace un mes. Estaba programado para el 3 de mayo como la presentación oficial del Pacto Histórico, pero la idea se descartó con el estallido del paro el 28 de abril.
“Las muertes y la violencia fueron creciendo y consideramos que era inoportuno hacer el lanzamiento”, le dijo a La Silla María Antionia Pardo, jefe de comunicaciones de Gustavo Petro.
La protesta se mantuvo y el tiempo y los rivales comenzaron a moverse. Hace una semana, la Coalición de la Esperanza, el otro bloque alternativo de cara a las elecciones del próximo año, se presentó oficialmente con una declaración política que, como contamos, no logró emocionar y les costó críticas por la poca presencia de mujeres.
El Pacto Histórico decidió responder. Retomó el evento pausado en mayo, pero trató de cambiarle el tono. En lugar de un lanzamiento como el que no le funcionó del todo a la Coalición de la Esperanza, buscaron replicar un debate presidencial, y pusieron detrás de la logística a una figura que ha sido clave para Petro recientemente: la relacionista pública Silvia Saénz Pumarejo.
Saénz, sobrina de Julio Mario Santodomingo y con contactos en el sector privado por sus tres décadas de trabajo como relacionista pública, fue quien ayudó a organizar, el mes pasado, la reunión de Petro con empresarios en la casa del dueño de Aviatur, Jean Claude Bessudo.
También estaba encargada del lanzamiento del Pacto el 3 de mayo y luego de su transformación en debate. “Mi rol ha sido exclusivamente el montaje de los eventos, hacer que se vean mejor. Me encargué de la pantalla, del escenario, de las luces. La idea era que se viera como un debate internacional”, le dijo a La Silla.
Tenía un espacio propicio para lograrlo. La sala de eventos Grand Ballroom es la más grande del Hyatt. La página del hotel la describe como “nuestro espacio más opulento, donde el techo se eleva a 5,5 metros sobre la cabeza de los huéspedes”. El alquiler de un tercio del salón durante medio día, como sucedió con el evento de ayer, ronda los 7 millones de pesos. Reservar el espacio completo alcanza los 20 millones.
Los gastos del evento corrieron por cuenta de los equipos de Barreras y Petro. También la elección del formato.
El periodista Lucas Pombo, quien fue moderador en el debate, le contó a La Silla que fue contactado el lunes de esta semana por el equipo de prensa de Barreras. “No me pagaron ni un peso, fue una condición que puse. También que no tuviéramos ningún libreto y pudiéramos preguntar libremente”, dijo.
Pombo y Edulfo Peña, el otro moderador, le dieron el visto bueno a los expertos que los equipos de Barreras y Petro escogieron para hacer preguntas: entre ellos, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, Bruce Mac Master; Germán Cardona, exministro de Transporte de Juan Manuel Santos; y Alejandra Barrios, presidenta de la Misión de Observación Electoral.
“La idea del debate era mostrar independencia a nivel periodístico. A Lucas y a Edulfo no los puedes libretear”, dijo Antonia Pardo, del equipo de Petro.
Y en efecto, ambos se salieron del libreto. Pombo le dijo a La Silla que cuando llegaron ayer anunciaron que iban a hacer una ronda de preguntas previas antes de dar paso a los expertos. Varias de ellas propiciaron algunos de los momentos más reveladores del debate.
Las nupcias de Petro y Barreras
—Doctor Barreras —preguntó Pombo en medio del debate—, usted dijo en 2018 cuando se unió a Germán Vargas Lleras que él era el antídoto contra Petro, contra la polarización. ¿Qué garantía le da a los votantes de que esta vez no los va a dejar colgados?
—Le voy a contestar con la persona que más he amado en la vida, mi madre, que en paz descanse —dijo Barreras—. En 2018 le dije: “Mamá, ¿por quién vas a votar?”. Y me dijo: “A mí ese Vargas no me gusta. No conozco a Petro, pero le duelen los pobres”. Eso le contesto.
—Una mamá muy inteligente —apuntó Petro.
Parte del debate giró en torno al pasado político de Barreras, quien en las últimas dos décadas ha acompañado campañas de todas las orillas políticas: la de Germán Vargas Lleras (2018), las de Juan Manuel Santos (2010-2014), y la segunda de Álvaro Uribe (2006).
De hecho, en un punto el evento adquirió un tono matrimonial, cuando Peña les preguntó a los dos candidatos si se juraban fidelidad el uno al otro.
—Yo siempre he tratado de ser fiel —dijo Petro.
El pacto que sellaron ayer Petro y Barreras va más allá de la anécdota. Aunque no fue el lanzamiento oficial del Pacto Histórico, el hecho de elegir presentar primero a Barreras que a Alexander López fue una declaración de intenciones.
“La idea era mostrar la llegada de un amigo de la paz, de un santista al Pacto Histórico”, le dijo Pardo, del equipo de prensa de Petro, a La Silla.
El compromiso al que llegaron en el Pacto Histórico es que,quien sea segundo en la consulta presidencial de marzo será el candidato a la vicepresidencia. En las pasadas elecciones legislativas Barreras fue la mayor votación de La U, con 110.358 votos. López fue la tercera votación del Polo, con 84.229 votos. Esa diferencia, sumada al posible espaldarazo de Petro, pueden inclinar la balanza a favor de Barreras.
La apuesta por atraer el centro, en especial el centro santista a la campaña para el 2022 no solo se vio en las constantes referencias de Barreras al expresidente, del que se definió como defensor, también en el público.
Dos de los asistentes le dijeron a La Silla que la mitad de los invitados eran petristas y, la otra mitad, al lado de Barreras, exfuncionarios del Gobierno Santos. Algunos de ellos intervinieron con preguntas, como el exministro de Transporte Germán Cardona y el exnegociador de paz con el ELN Juan Mayr.
No sería la primera vez que Barreras trata de capitalizar el santismo. Como contamos, en las elecciones de 2019 fue protagonista del aterrizaje de varios santistas en el partido Colombia Renaciente, que trataron de usar como sombrilla de los aliados del proceso de paz que estaban sin partido o peleados con sus colectividades.
La apuesta fracasó esa vez, pero Barreras ya le ha dicho a La Silla que busca volverlo a intentar. En febrero, dijo que haría una gira nacional: “Voy por dos millones de votos de las bases de ideas liberales”. Y ayer, dijo que el Pacto Histórico era la verdadera coalición de centroizquierda, y describió a la Coalición de la Esperanza como de derecha.
En la pantalla gigante del fondo, entre los rostros de Petro y Barreras, se leía: "El verdadero centroizquierda".
El mensaje lo reforzó la jefe de comunicaciones de Petro: “Roy es un político de centro, liberal clásico. Petro, un líder de izquierda. El debate quería mostrar que la centroizquierda es acá”, le dijo a La Silla.
Esa promesa de Barreras de traer al centro a la alianza de Petro —y quitárselo a la coalición en la que están Sergio Fajardo, Humberto De La Calle, Jorge Robledo, entre otros— le dio prioridad frente a Alexander López del Polo, un senador de origen sindical.
Por eso, este primer evento del Pacto Histórico, muestra que las diferencias en la campaña de Petro frente a la del 2018 van más allá de lo cosmético. Hace tres años Petro insistió hasta tarde en la campaña para hacer una alianza con Sergio Fajardo y Humberto de la Calle. En esta ocasión, reclamando que el Pacto ya tiene integrantes de centro político, será una competencia abierta desde el inicio.
Así, la campaña de Petro para 2022 sigue dando señales de una transformación en la que los políticos tradicionales, las relaciones públicas y la imagen tienen mucha más importancia que hace 3 años. Y esa última apuesta por ser vistos no tuvo el impacto de otras salidas a escena de Petro.