Las elecciones presidenciales suelen ser un momento de inflexión para el poder, y en éstas, en particular, hay varias cosas en juego por el tipo de campaña que fue y los candidatos que están en la contienda. Estas son las diez cosas que creemos que están en juego este domingo:
El futuro del sistema clientelista y la supervivencia de la clase política como electora en las presidenciales
El clientelismo ha sido la forma tradicional de elegirse en Colombia desde el Frente Nacional, con excepción de Uribe I, y luego la de asegurar la gobernabilidad. En esta campaña, ambas cosas están a prueba.
Por un lado, la votación que saque Germán Vargas Lleras pondrá a prueba la eficacia de las maquinarias, las de los congresistas y las de los contratistas movidos desde las alcaldías y gobernaciones.
El candidato de Cambio Radical cuenta con el respaldo de senadores que el 11 de marzo sacaron 5 millones de votos (ver nuestro especial de apoyos políticos) y además las gobernaciones y alcaldías de los más variados rincones del país están presionando a los contratistas a votar por él, como lo reportó La Silla Vacía en esta historia.
Como Vargas en las encuestas no logró superar el 6 por ciento de intención de voto, si logra pasar a la segunda vuelta sobre los hombros de la maquinaria demostrará una vez más que apostarle todo al clientelismo tiene sentido.
Por el contrario, si su resultado electoral es más parecido al de las encuestas, y el que pasa a la segunda vuelta con Iván Duque es Gustavo Petro o Sergio Fajardo, cuyas campañas le han apostado sobre todo al voto de opinión, el sistema de maquinarias recibirá un golpe de credibilidad como vehículo para ser elegido, por lo menos a la presidencia.
Por otro lado, si el que pasa a segunda vuelta es Sergio Fajardo, dadas sus opciones de derrotar a Duque en la segunda, la supervivencia del sistema clientelista estaría amenazada puesto que el candidato de la Coalición Colombia ha dicho que no gobernará a través de los intermediarios políticos ni repartirá cuotas burocráticas ni mermelada, y lo hizo en el pasado como alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia..
El modelo económico del Estado tal como lo conocemos
Si Gustavo Petro pasa a segunda vuelta y con poca diferencia frente a Iván Duque, su oferta de un cambio radical en el modelo económico tendría un chance de hacerse realidad.
Petro propone un modelo en el que el Estado intervendría mucho más para ‘democratizar’ la riqueza versus un modelo tradicional de protección al mercado privado, que es la posición de los demás. Además, propone migrar del modelo actual en el que el petróleo, el carbón y la minería son fuentes clave de ingresos para el Estado y el país, a uno que le apueste más al agro, a las energías renovables y a la industria local.
El futuro del proceso de paz
Como Iván Duque ha dicho que le haría ajustes sustanciales al Acuerdo de Paz dependiendo de cuántos votos saque el futuro de lo pactado en la Habana también está en juego. Si gana en primera vuelta, será un mensaje contundente en contra del Acuerdo y le dará la legitimidad para hacer varios de los cambios que quiere. Si, por el contrario, pasa con una pequeña diferencia frente a los otros que tienen una posición de continuar con la implementación de los mismos, seguramente salvar el Acuerdo de Paz se convertirá en uno de los puntos clave para forjar alianzas en segunda vuelta.
Un realinderamiento de los ejes políticos
Durante los últimos ocho años, la élite ha estado alineada a lo largo de los ejes Uribe vs. Santos. Si es Petro el que pasa a segunda vuelta, arrancará el embrión de un nuevo realinderamiento político derecha vs. izquierda con las coaliciones que seguramente se darán entre la primera y segunda vuelta.
La nueva cara de la izquierda
Si Gustavo Petro pasa a segunda vuelta sería el mayor triunfo político de la izquierda en la historia e implicaría una reconfiguración de este sector político alrededor suyo. Es una izquierda con un discurso más moderno que la tradicional, que combina propuestas de cambio al modelo económico con otras de derechos humanos, y que más que apuntarle a los elementos ideológicos tradicionales ha movido la idea de las ‘nuevas ciudadanías’ organizadas alrededor de la defensa de agendas como el animalismo, el ambientalismo, los derechos lgbti.
Una votación contundente a su favor relegará a un segundo nivel al senador Jorge Enrique Robledo, incluso dentro de su mismo partido, el Polo, donde ya tiene grandes tensiones con los políticos que están apoyando a Petro y no al candidato oficial del partido, Sergio Fajardo.
La tranquilidad futura y la ubicación en la historia de Juan Manuel Santos
“Una cosa será la evaluación de su gestión y de los suyos si a segunda vuelta pasan Petro, Vargas o Fajardo, y otra si Duque está en segunda vuelta con opciones de ganar”, dice el analista Carlos Suárez.
Uno de los efectos principales de un eventual triunfo del uribismo es que habrá un esfuerzo por cambiar la narrativa sobre lo que significa Santos en la historia de Colombia, comenzando por debilitar los ejes del Acuerdo de Paz firmado en La Habana. Pero también habrá un mayor espejo retrovisor sobre la forma en la que fue elegido con financiación de Odebrecht y compra de votos, sobre la mermelada que repartió, y en general, sobre su gestión.
El futuro de las elecciones regionales del 2019
Dependiendo de quiénes pasen a segunda y con cuánta fuerza y qué tan mal les vaya a los que pierden este domingo, se podrá predecir el futuro del 2019 y provocará nuevos realinderamientos políticos a nivel regional. Por ejemplo, si a Germán Vargas no le va bien en Santander, donde cuenta con el respaldo abierto del gobernador Didier Tavera, o bien en el Valle, donde la estructura de la gobernadora Dilian Francisca Toro le está trabajando, ambas figuras se verán golpeadas con miras a poner sus candidatos en las locales del próximo año. Por el contrario, si Duque barre en Bogotá, los chances del candidato verde en la ciudad serán menores que si Fajardo le da la pelea.
La fama del Caribe como la meca del voto amarrado
Gustavo Petro ha llenado una plaza tras otra en el Caribe, donde el fervor alrededor de su candidatura se siente en la calle. Si este domingo, esa emoción se traduce en votos, y derrota a Vargas Lleras en la casa de los Char se derrumbará la idea de que en el Caribe el voto es amarrado..
La credibilidad de la Registraduría
Tras las acusaciones de Gustavo Petro de que se está ‘cocinando’ un fraude en la Registraduría en su contra y favor de Vargas Lleras, los ojos estarán puestos en Juan Carlos Galindo y la entidad que dirige. La Registraduría sufrió un hackeo en 2010, en 2014 Uribe la acusó de fraude, en las consultas del 11 de marzo se agotaron los tarjetones de la derecha y ahora Petro ha tendido un manto de duda sobre ella. Este domingo será su prueba de fuego.
La supervivencia de las encuestas
En la última elección, la credibilidad de las encuestas fue seriamente cuestionada por los descaches que tuvieron en el plebiscito pero en estas elecciones fueron nuevamente contratados por los medios y siguieron definiendo el marco conceptual para evaluar la ‘carrera de caballos’.
Pero si en esta contienda, los resultados del domingo son sustancialmente diferentes a las últimas tendencias que mostraron (en las que Petro y Duque le sacaban una ventaja significativa a los demás) el golpe sería grande. Y ni hablar del que sufrirá César Caballero si la realidad no se acerca al pronóstico que hizo después de la polémica que éste desató al predecir que Vargas sería el que pasaría a segunda vuelta.
Por el contrario, si coincide la realidad con la foto que mostraron las encuestadoras les alcanzará la vida para las regionales del 2019. Si Vargas pasa a segunda, Caballero habrá iniciado una nueva tendencia en análisis electoral en Colombia.
Les recomendamos nuestro podcast de esta semana para entender lo que opinan nuestros analistas: