Arrancan los desminadores británicos

En 2010 Colombia pidió una prórroga de diez años para cumplir con la Convención de Ottawa y liberar de minas antipersonal todo el país y firmó dos compromisos: incrementar la capacidad del Batallón de Desminado Humanitario -que no da abasto hoy- y vincular a organizaciones de la sociedad civil en las tareas de desminado.

La Silla supo que la británica Halo Trust, que es la mayor ONG en temas de desminado en el mundo y que tiene una larga experiencia en Afganistán y Camboya, está a punto de arrancar ya las operaciones de desminado en los municipios de Nariño y San Rafael (Antioquia).

Y la Fundación Suiza para el Desminado (FSD), que trabaja actualmente en siete países, ya superó las primeras dos fases del proceso de acreditación y está ahora esperando arrancar la fase de evaluación en terreno. Tras esto podría sumarse a Halo Trust y presentar una propuesta de trabajo para alguno de los siete municipios en Antioquia, tres en Santander y uno en Bolívar que aparecen en la lista del Programa Presidencial contra Minas (Paicma) que dirige Daniel Ávila.

En cambio, la empresa de seguridad G4S y el consorcio Indra-atex (entre la española Indra y la Asociación de Técnicos en Explosivos colombiana) presentaron solicitudes de acreditación el año pasado, pero al final fueron desestimadas porque no cumplían los requisitos legales. Pero otras nuevas ONG como el Grupo de Desminado Danés (DDG) y la Ayuda Popular Noruega (NPA), que trabajan en 10 y 18 países respectivamente, han manifestado su interés y también podrían arrancar el proceso.

Como contó La Silla, las minas antipersonal se han convertido no sólo en un problema para la erradicación manual y para los civiles, sino también en uno de los mayores obstáculos para la restitución de tierras.