El Consejo Electoral podría reconciliar a Clara con Robledo

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El comité ejecutivo del Polo Democrático el jueves pasado terminó en un bonche por la decisión del partido de fijar la consulta para su congreso en apenas cinco semanas. Esa tensión podría desaparecer esta tarde, ya que el Consejo Nacional Electoral decidirá -a pedido del Polo- si se puede aplazar esa consulta para todos los partidos. De darles el sí, se desactivaría la más reciente pelea dentro del ya dividido partido de izquierda.

El comité ejecutivo del Polo Democrático el jueves pasado terminó en un bonche por la decisión del partido de fijar la consulta para su congreso en apenas cinco semanas. Esa tensión podría desaparecer esta tarde, ya que el Consejo Nacional Electoral decidirá -a pedido del Polo- si se puede aplazar esa consulta para todos los partidos. De darles el sí, se desactivaría la más reciente pelea dentro del ya dividido partido de izquierda.

La historia es la siguiente. El Polo llevaba casi cinco meses sin una reunión de su comité ejecutivo, por lo que aún no habían hecho un balance de la campaña presidencial de Clara López ni habían podido sentarse a discutir temas cruciales como su estrategia para las elecciones regionales del 2015 o si se declaran en oposición al gobierno Santos II. Y se esperaba una áspera discusión, como contó La Silla, alrededor del apoyo de Clara a Santos en segunda vuelta.

Para evacuar tantos temas agendaron todo el día, pero no alcanzaron casi a discutir ninguna porque el futuro congreso del partido se convirtió en el tema central.

Como todos los partidos tienen que organizar un congreso (o convención) cada dos años para no correr el riesgo de perder la personería jurídica y el último del Polo fue en noviembre de 2012, en agosto López -que es la presidenta del Partido- le elevó una consulta al CNE para saber cuándo podrían organizarlo. Y preguntó cuándo se podrían elegir popularmente los delegados, lo que haría con congreso abierto y no cerrado, una decisión que aún no se había tomado.

Hace unos días el Consejo Electoral respondió que el 30 de noviembre es la fecha prevista para que todos los partidos puedan hacer sus consultas populares para escoger delegados si van a hacer congresos abiertos.

Con esa respuesta Clara planteó el tema en el comité y se armó la grande. Tras una apretada votación de 15 a 14, ganó la idea de hacer una consulta abierta ese día para escoger los 758 delegados con voto en el congreso en vez de hacer un congreso cerrado, como el Polo había hecho hasta ahora. Esa decisión los puso en una carrera contra el reloj, pues tienen que armar listas esta semana, preparar la publicidad y hacer campaña todo en un mes.

El sector que perdió -liderado por el Moir de Jorge Robledo y por Alexander López- se retiró de la reunión, muy molesto porque consideraba que los tiempos eran demasiado apresurados y porque en una consulta abierta puede votar cualquiera -y no solo los miembros del partido- para luego en la convención definir temas netamente partidistas como sus estatutos, su nuevo comité ejecutivo y su presidente.

Y además porque, al ser el único partido en optar por esa fecha (ya que la mayoría de partidos hicieron sus congresos en 2013), la ciudadanía quedaría con la impresión de que todo el gasto electoral era solo por el Polo. Por no hablar del mensaje de debilidad política si terminan saliendo pocos votantes.

Por eso el Polo, tras varias cartas públicas aireando su pelea interna, decidió elevar la consulta al Consejo Electoral. Su decisión esta tarde podría cortar de un tajo la razón de esa disputa o volver a alborotarla.

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