Aunque las elecciones locales pintan como una pelea entre el uribismo y la Unidad Nacional por el poder local, ya empiezan a surgir las pruebas de que no siempre va a ser así.
El primer santiuribista
Aunque las elecciones locales pintan como una pelea entre el uribismo y la Unidad Nacional por el poder local, ya empiezan a surgir las pruebas de que no siempre va a ser así.
Sigifredo Salazar, un político conservador que lideró la campaña presidencial de Marta Lucía Ramírez en Risaralda, es un ejemplo claro.
Por el partido Conservador, Salazar fue alcalde de Pueblo Rico, ex concejal de Dosquebradas, ex diputado y candidato a la gobernación en 2011. Y desde octubre, está de nuevo en campaña a la gobernación con el apoyo del senador Juan Sammy Merheg y el representante Juan Carlos Rivera.
Fuera de los apoyos de buena parte del conservatismo risaraldense, Salazar también se ha acercado a los uribistas, con los que es tan afín que en 2012 se alcanzó a rumorar que sería candidato al Senado del Centro Democrático. Además, en las presidenciales terminó apoyando al candidato uribista Óscar Iván Zuluaga, como buena parte de los cuadros de Ramírez.
Ahora, está a punto de quedarse con el apoyo liberal. Una fuente conservadora le contó a La Silla que hay un acuerdo para cruzar apoyos: los azules apoyarían a los liberales para quedarse con la alcaldía de Pereira en manos de Juan Manuel Arango (quien en 2011 perdió por pocos votos con Enrique Vásquez, de La U), y a cambio, los rojos apoyarían a Salazar.
Si logra el apoyo de los rojos Salazar podría quitarle la gobernación a La U. En 2011, sacó 97 mil votos contra 127 mil del actual gobernador, Carlos Alberto Botero, quien tenía el apoyo del senador de La U Carlos Enrique Soto. En esa ocasión, el liberalismo y Cambio Radical tuvieron su propio candidato, Alberto Arias, que sacó 30 mil votos, justo los que le faltaron a Salazar para ganarle a Botero.
Con esos votos ahora de su lado, más un impulso del uribismo, Salazar podría convertirse en el primer candidato santi-uribista victorioso del 2015.