Presidencia del Congreso, a grito limpio

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El viernes, en el Claustro de la Enseñanza de Bogotá, la bancada de Senado del Partido de La U decidió aplazar hasta este miércoles la elección del nombre del que será el próximo presidente del Congreso, que se disputan Mauricio Lizcano, Armando Benedetti y José David Name. Estaba previsto que la pelea se dirimiera ese día a voto limpio, pero varios senadores propusieron el aplazamiento para tratar de buscar consensos. Pero en cambio de voto limpio, lo que sí hubo en la reunión fue grito limpio.

Siete horas después de haber arrancado una reunión, interrumpida por varios recesos, en el Claustro de la Enseñanza de Bogotá, la bancada de Senado del Partido de La U decidió aplazar hasta el próximo miércoles la elección del nombre del que será el próximo presidente del Congreso. Una dignidad que este año le toca a La U y que se disputan Mauricio Lizcano, Armando Benedetti y José David Name.

Estaba previsto que la pelea se dirimiera hoy a voto limpio, pero varios senadores propusieron el aplazamiento para tratar de buscar consensos. Puntualmente, los costeños de La U quieren acordar un único aspirante entre los atlanticenses Name y Benedetti, un asunto en el que hasta ahora no han tenido éxito. Pero en cambio de voto limpio, lo que sí hubo en la reunión fue grito limpio.

La Silla Vacía confirmó con tres fuentes que al final del encuentro Armando Benedetti y Mauricio Lizcano tuvieron un fuerte agarrón que muchos temieron terminara en los puños.

Resulta que Lizcano acusó en público a Benedetti de estar detrás de los señalamientos que le han hecho de ser supuestamente uribista para debilitar su aspiración. Puntualmente, Lizcano dijo que Benedetti filtró la foto del matrimonio de Lizcano en el que el ex presidente Álvaro Uribe fue padrino -en una época en la que hasta Santos era uribista- y que también puso a rodar los trinos de su esposa cuestionando al Gobierno.

Benedetti le respondió airadamente que no era así y la discusión fue subiendo de tono al punto en que varios senadores los llamaron a la calma.

Ningún periodista vio la escena, que ocurrió cuando la puerta todavía estaba cerrada. 

Así que la pelea por la presidencia del Congreso está más caliente que nunca y promete varias reuniones buscando acuerdos de aquí al miércoles a las 9 de la mañana.

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