Como por arte de magia, el senador de La U Eduardo Pulgar podría pasar de ser uno de los derrotados de estas regionales a estar en la lista de los triunfadores.
Pulgar, el mago
Como por arte de magia, el senador de La U Eduardo Pulgar podría pasar de ser uno de los derrotados de estas regionales a estar en la lista de los triunfadores. Resulta que sus dos principales apuestas al Concejo de Barranquilla y a la Asamblea, sus hermanos María Luisa Pulgar (liberal) y Yesid Pulgar (La U), estaban ahogadas hasta hace dos días. Pero de un momento a otro comenzaron a aparecerles votos en los escrutinios que los vuelven a meter en el juego. Al respecto, hay denuncias de otros candidatos por supuesto fraude.
Por este hecho, en Barranquilla han comenzado a llamar a María Luisa Pulgar, María Luisa Ibargüen, en honor a la medallista olímpica de triple salto Caterine Ibargüen. A la hermana del Senador le aparecieron 1.139 votos que no solo la convierten en uno de los 21 concejales de la ciudad sino que la hacen saltar del séptimo al cuarto lugar en la lista liberal. Según el preconteo del 25 de octubre, la aspirante obtuvo 5.613 votos y estaba a 314 sufragios de entrar al Concejo.
Mientras, a Yesid Pulgar le aparecieron 918 votos en los últimos días y entraría a ocupar una de las dos curules que ganó el partido de La U en la duma. El domingo de elecciones, Pulgar había quedado de cuarto en su lista porque solo obtuvo 20.049 sufragios y estaba a 397 votos de retener su credencial. Los hermanos Pulgar niegan haber hecho fraude.
Al respecto, una fuente de la Registraduría de Barranquilla le dijo extraoficialmente a La Silla que hubo manipulación indebida del software electoral en el que se registran los escrutinios y que es manejado por la Unión Temporal Soluciones Informáticas Electorales 2015. Quién accedió al sistema y cómo se hizo la supuesta trampa son hechos que la Fiscalía deberá investigar, nos explicó la fuente.
Las suspicacias generadas por esta voltereta en los resultados recuerdan dos escándalos pasados que ubicaron el nombre de Eduardo Pulgar, jefe de la casa política en la que están sus hermanos, entre los sinónimos de la palabra fraude y que también parecen verdaderos actos de magia.
El 20 de junio de 2003, siendo concejal, el hoy Senador Pulgar fue noticia porque previo a unas elecciones regionales le aparecieron en su oficina 112 cédulas y casi dos millones de pesos en billetes de 20 mil.
Sucedió durante un operativo policial, que dejó cuatro mujeres capturadas. En respuesta, el político dijo que se trataba de un “show publicitario para acabar con su carrera política”. Sin embargo, ese año, el Consejo Nacional Electoral denunció una trampa monumental en las inscripciones de cédulas por la que terminaron abriéndole a Pulgar y otros concejales investigación. Meses después, salió bien librado de estos hechos.
El año pasado, en lo que fue considerado otro acto de magia del congresista, la Procuraduría le revocó una inhabilidad que tenía por 18 años y que lo había sacado del juego electoral. La sanción es del año 2007 por haber participado en el 2000, junto a otros concejales, en una defraudación millonaria de las arcas de Barranquilla, calculada en más de 5 mil millones de pesos.
Sin embargo, en enero de 2014, el procurador Alejandro Ordóñez ordenó revocarla en medio de ruidos de supuesto intercambio de favores, debido a que la entonces esposa de Pulgar, la senadora de La U Karime Motta, había votado a favor de la reelección de Ordóñez. Sobre esos señalamientos, no obstante, no hay pruebas ni investigaciones abiertas.
Gracias a esa revocatoria de inhabilidad, Pulgar resucitó políticamente y se convirtió el año pasado en el octavo senador más votado de La U al sacar 85 mil votos. Incluso, logró quedar por encima de uno de los actuales copresidentes de esa colectividad, Roy Barreras.
Por eso, de ganar las dos curules en las corporaciones locales a través de sus hermanos, este político que parece mago demostraría que tras siete años de bajo perfil regresa para convertirse en uno de los grandes protagonistas políticos del departamento.