Astrid Álvarez Hernández

Astrid Álvarez Hernández  Es ingeniera civil de la Universidad Javeriana y  tiene una maestría en relaciones internacionales de la Universidad de Ohio, Estados Unidos.

Es la presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB) y una súper poderosa de la ciudad, no solo porque está en la cabeza de la empresa que es la joya de la corona sino porque es muy cercana al Alcalde, Enrique Peñalosa, y una de las pocas personas que le habla al oído. 

A menos de un mes de la posesión de Claudia López como alcaldesa, Álvarez fue reelegida por dos años como presidente del Grupo por la junta directiva. Lo que inicialmente causó malestar en la mandataria.

La mayor parte de su carrera la ha hecho como gerente o en altos cargos administrativos de empresas tanto privadas como públicas del sector de medio ambiente y minería. Luego de graduarse, por ejemplo, ocupó altos cargos en las cementeras Central de Mezclas Sumapaz y Cemento Samper y la gerencia de Ecogestión, una firma consultora. 

En 1998, durante la primera administración de Enrique Peñalosa en Bogotá, Álvarez ocupó la gerencia de la Empresa de Acueducto de Bogotá, cargo en el que se mantuvo hasta 2004 durante la alcaldía de Antanas Mockus. 

En ese mismo año, estuvo un período corto como asesora de la Ministra de Vivienda, Cecilia Rodríguez, que duró solo 15 meses en el cargo durante el primer período del presidente Álvaro Uribe. Luego entró a Ecopetrol donde estuvo como gerente administrativa y donde logró ahorros anuales por mas de 150 mil dólares.  

Hasta hace poco fue la representante legal de la consultora Baliza, que entre sus principales clientes tenía a la empresa de servicios públicos Emcali. El año pasado, por su trabajo en esa consultora, terminó cuestionada por el presidente del sindicato Sintraemcali que pidió investigar supuestas irregularidades en la contratación. También ha trabajado en proyectos por fuera del país en el sector de los hidrocarburos. 

Desde que Peñalosa ganó la Alcaldía el año pasado, su nombre sonó para ocupar la presidencia de la EEB. Y es que Álvarez fue la gerente de la campaña de Peñalosa, a quien ha acompañado en sus últimas cinco campañas y fue una pieza clave en su éxito electoral.  Ahora como cabeza de la EEB, está a cargo de la empresa que le genera mayores utilidades al Distrito (en 2014 fueron de 980.855 millones de pesos).

Aunque, como contó La Silla, en su primer año como gerente no dio muestras del poder que tiene, ya tuvo que enfrentar el lío de que se supiera que es una de las propietarias de un predio en la reserva Thomas Van der Hammen que Peñalosa ha querido urbanizar. Como contó El Tiempo, su casa la compró en el 2003 por medio de un remate y aún la sigue pagando.