Carlos Ardila Lülle

Carlos Ardila Lülle

Empresario

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Carlos Ardila Lülle, uno de los hombres más ricos del país, fue un super poderoso en la reelección de Santos.

Este santandereano, nacido el 4 de julio de 1930, estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Colombia.

Según Forbes, es uno de los mil hombres más ricos del mundo. Para julio de 2014 estaba el puesto número 652, representada especialmente en RCN televisión, RCN radio, Postobón, los ingenios Cauca y Providencia y el Atlético Nacional.

Ardila arrancó su carrera en la industria de las gaseosas, que a mediados del siglo XX estaba en plena expansión a través de empresas medianas o pequeñas. Ardila, que estudió en Medellín, se casó a los 23 años con Beatriz Gaviria, una joven cuyo padre Antonio José Gaviria era uno de los fundadores de la pequeña empresa Gaseosas Lux.

Lux, que existía desde 1925, competía con Refrescos Postobón, una empresa mucho más grande y con medio siglo de historia, cuando en 1953 Ardila llegó a Lux con la misión de montar una planta en Cali, como parte de una estrategia de expansión de la empresa.

Ardila se fue a Cali y al año siguiente lideró una decisión audaz para alguien tan joven: impulsó el lanzamiento de una bebida con sabor a manzana (Lux tenía cinco sabores en su portafolio), que terminó siendo un gran éxito y llevó a que Lux creciera y a que Ardila terminara de presidente de la empresa.

En los años siguientes Ardila creó una estrategia que a la larga fue clave. Gracias al éxito de manzana Lux, esta empresa y Postobón entraron en una fuerte guerra comercial y la decisión de Ardila fue tomarse a su rival.

Las acciones de Postobón se cotizaban en la Bolsa de Medellín y Ardila decidió hacerse al control de la empresa con compras de bajo perfil. Con apoyo de su amigo el ex Superintendente de Sociedades Carlos Upegui fue haciéndose a una participación sustancial, pero no le alcanzaba para tener el control y sus dueños no querían venderle acciones para no perder el manejo.

Eso cambió gracias a otro empresario de su generación que también creía en la posibilidad de usar la bolsa para quedarse con empresas. Jaime Michelsen iba detrás de una aseguradora, Suramericana, que también estaba en la bolsa. Por un lado, Ardila compró acciones de Suramericana; por otro, Michelsen lo hizo con Postobón. Y luego intercambiaron.

Con esa movida, en 1968 Ardila se quedó con la gran empresa de gaseosas y entró en las grandes ligas.

Ardila aprovechó que el negocio de las gaseosas tenía buena rentabilidad y le daba músculo financiero porque era en efectivo, para construir un conglomerado alrededor de Postobón. En una clásica estrategia de integración vertical decidió crear o comprar empresas que produjeran azúcar (inicialmente el Ingenio del Cauca), envases de vidrio (Peldar) y tapas para las botellas (Tapas La Libertad).

Eso lo convirtió en uno de los grandes jugadores, sobre todo en el sector industrial. Y más cuando en 1978 se quedó con el control de Coltejer, la textilera que en ese entonces era una de las empresas más grandes del país y uno de los íconos del poderío industrial antioqueño

Y también se la jugó por los medios de comunicaciones. Casi veinte años después de empezar su carrera en Lux, en 1972, compró su primera estación radial y fundó la Radio Cadena Nacional (RCN), que a punta de comprar estaciones pequeñas en diferentes lugares se convirtió en una de las dos grandes cadenas, junto con Caracol. Y en 1978 fundó la programadora RCN Televisión

En los años ochenta su poder se consolidó de forma relativamente tranquila. Ardila no entró en grandes pujas empresariales y se convirtió en uno de los dos hombres más ricos del país, junto con Julio Mario Santo Domingo.

Pero en los años noventa las aguas se agitaron de nuevo. Por una parte la apertura económica debilitó parte de su emporio industrial y sobre todo golpeó a Coltejer. Como Ardila se aferró a la empresa, su fortuna resultó golpeada.

Además Ardila decidió abrir fuego contra Santo Domingo: con una millonaria inversión en equipos creó la cervecería Leona para romper el monopolio que tenía Bavaria, empresa de Santo Domingo, del mercado cervecero. La aventura duró poco, apenas de 1996 a 2000, cuando terminó por vendérsela a Bavaria.

Sin embargo, en esos años hizo otras dos grandes inversiones que se mantienen y que le han dado mucho más poder en la opinión. En 1996 compró Atlético Nacional, uno de los clubes de fútbol más famosos y con más hinchada en el país, y en 1998, cuando el gobierno licitó dos canales privados de televisión, se quedó con uno de ellos.

El poder que ha amasado Ardila corre paralelo a su fortuna. Y a lo largo de su trayectoria se ha distinguido por financiar campañas políticas.

Por medio de diversas empresas del grupo, aportó 500 millones a la campaña de Uribe en las presidenciales de 2002. Dadas las nuevas reglas de juego para la reelección de 2006, Carlos Ardila Lülle aportó, a nombre propio, 50 millones.

En la reelección de Juan Manuel Santos, por ejemplo, su poder se derivó de su control sobre la televisión, que sigue siendo la principal fuente de información de los colombianos y la que más moldea su forma de pensar.

Como dueño de de RCN tuvo en sus manos la opción de priorizar aquello que más le beneficiaba a Santos o por el contrario, recalcar en sus debilidades. Se debe notar que cuando Uribe se reeligió, entre las primeras cosas que hizo fue ir a darle las gracias a Ardila Lülle.

Ardila también se ha beneficiado de subsidios estatales. En Agro Ingreso Seguro, por ejemplo, su empresa Ingenio del Cauca recibió una cobertura cambiaria por casi 90 millones en 2008, mientras que Ingenio Providencia se benefició en el mismo año con un crédito a tasa preferencial por 1.105 millones y un subsidio para riego y drenaje por 598 millones. En 2007 había recibido otro crédito de la línea especial de AIS por cinco mil millones de pesos.

Vale la pena aclarar que otros ingenios recibieron ayudas similares, como el Ingenio La Cabaña que recibió un crédito por el mismo valor en 2007.

En total, entre 2008 y 2010 estas empresas del conglomerado de Ardila Lülle recibieron más de mil millones en subsidios y créditos blandos por más de 6 mil millones de pesos.

Ardila tiene más fuentes de poder en sus otras actividades.

Por ejemplo, su organización es un super poderoso en el mundo del deporte por controlar a Nacional y también al equipo de fútbol de Barrancabermeja, Alianza petrolera, y porque Postobón es o ha sido patrocinador deportivo. Actualmente lo es del fútbol profesional.

Y una de sus actividades filantrópicas, la Fundación Oftalmológica de Santander Clínica Carlos Ardila Lülle, es la quinta empresa en Santander en ventas con más de 260 mil millones de pesos en 2012 y el principal centro médico del oriente del país. A través de ella Ardila es muy cercano a Virgilio Galvis Ramírez, un super poderoso de ese departamento.

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Por medio de diversas empresas del grupo Ardila Lülle, aportó 500 millones a la campaña de Uribe en las presidenciales de 2002. Dadas las nuevas reglas de juego para la reelección de 2006, aportó, a nombre propio, 50 millones.