Javier Cáceres, ex senador de la República por el partido Cambio Radical, condenado por el delito de concierto para delinquir por aliarse con grupos paramilitares para favorecerse electoralmente. Nació en Cartagena en 1958 y en 1975 se graduó como técnico turístico del SENA con cursos en gestión y administración pública. Durante 10 años fue guía turístico y en 1982 fue elegido presidente de la Confederación de Guías de Turismo de América Latina.
Su carrera política comenzó en 1982 como parte del Partido Liberal. Logró ingresar a la política porque se convirtió en el hombre de confianza de Álvaro Benedetti, un concejal liberal de la línea que entonces lideraba Miguel Facciolince. Benedetti renunció al Concejo para lanzarse a la Cámara y Cáceres, quien había sido su segundo renglón, llegó al Concejo. Y se reeligió cuatro veces.
Como Concejal fue director ejecutivo de las fiestas populares del 11 de noviembre, un cargo que da mucho contacto con los barrios populares. Cáceres se fue labrando un caudal electoral cada vez más importante gracias a su habilidad para hacer y deshacer alianzas, para pasar de ser crítico a adalid de los alcaldes, y para poner a sus amigos en diferentes cargos públicos. Lideró una poderosa coalición de concejales, conocida como Partido Único de Cartagena, donde también estuvieron José María Imbett, quien luego llegó al Congreso y fue condenado por parapolítica, y Alberto Barboza.
En 1994 apoyó al conservador Miguel Navas Meisel a la gobernación, junto con el entonces senador liberal Vicente Blel y en oposición a los grandes jefes liberales Juan José García y Carlos Espinosa Facciolince. Navas ganó y eso le dio más fuerza a Cáceres, quien fue elegido presidente del Concejo en 1995 y 1996. Se había convertido en cabeza de su propia línea política en Cartagena, en un hombre controvertido y cada vez más visible.
En 1998 renunció al Concejo para lanzarse al Senado, avalado por el “Movimiento Nacional Autonomía por las Regiones”, como liberal pero no oficialista, pues apoyó la candidatura de Andrés Pastrana a la presidencia y no la del liberal Horacio Serpa.
En esa campaña al Senado se alió con otros políticos liberales de Bolívar, como Andrés Ricaurte Armesto (fuerte en el sur del departamento y a quien Cáceres de lio una ‘palomita’ en el Senado en 2002), Arturo Facciolince y Virginia de Benedetti, todos del faccionlincismo, la poderosa línea liberal que encabezaba Carlos Espinosa Facciolince. Eso ayudó a que Cáceres, que era un político local, obtuviera más de 40 mil votos y la segunda mayor votación en Cartagena, y así llegara al Senado.
Pero esa alianza con el facciolincismo, que también eligió como senadores a Carlos Espinosa y a Miguel Pinedo Vidal, no duró mucho. Tan pronto llegó al Senado, Cáceres apoyó la elección de Fabio Valencia Cossio como presidente del Congreso, mientras que Carlos Espinosa se mantenía fiel a Serpa.
Y en ese primer período, a pesar de la novedad, Cáceres tuvo éxito. Primero, gracias a su nombramiento como primer vicepresidente del Senado entre 1999 y 2000 y luego, por los debates que hizo.
A principios de 1999 fue el citante del debate al entonces Ministro de Transporte, Mauricio Cárdenas, por el escándalo de Dragacol, y eso lo proyectó a nivel nacional – además de darle munición contra rivales políticos de Cartagena. Luego controvirtió al gobierno por la designación de Gina Benedetti como alcaldesa de Cartagena, ante la suspensión de Nicolás Curi, y por los contratos de la familia de Juan Hernández, secretario privado de Pastrana, con las Fueras Militares.
A principios de 2001 hizo otro debate sobre los resultados electorales de octubre de 2000 en Cartagena, que en el que denunció irregularidades electorales.
La mezcla de posición ante la opinión y de crecimiento de su músculo electoral lo llevó a independizarse definitivamente. Y terminó formando parte de los creadores del Polo Democrático Alternativo, con Antonio Navarro, Gustavo Petro, Samuel Moreno, Jaime Dussán, Hugo Zárrate y otros políticos independientes o de izquierda moderada, que se agruparon para apoyar la candidatura presidencial de Luis Eduardo Garzón. Se lanzó a la reelección con el aval del Movimiento Autonomía Nacional y con el eslógan de “Chuzo para los corruptos”. Obtuvo 66 mil votos, un crecimiento electoral gracias a sus debates, pues más de 45 mil fueron fuera de Bolívar y 14 mil en Bogotá.
Ya en el Senado entró formalmente al Polo y siguió con sus movidas políticas. Junto con Vicente Blel apoyó la candidatura de Alberto Barboza a la alcaldía de Cartagena, otra movida victoriosa que además marcó una fuerte derrota para la casa García Romero, competidora de Cáceres durante casi toda su carrera.
Aunque apoyó a la bancada del Polo en buena parte de sus posiciones y especialmente en debates de control político, desde el 2003 mostró sus distancias ideológicas. Por ejemplo, votó en contra un proyecto de ley que buscaba reconocer las parejas del mismo sexo, mientras que el Polo lo apoyó.
Peor mantuvo sus debates: criticó la conciliación con Commsa por la fallida doble calzada de Bogotá al Magdalena Medio; hizo un fuerte debate al entonces director de Estupefacientes, coronel Alfonso Plazas Vega, por el manejo de bienes incautados, que llevó a la caída del coronel; hizo un debate, luego criticado por flojo, por la compra del nuevo avión presidencial.
Pero en 2005 su suerte cambió. En la elección local de Cartagena fue uno de los pocos políticos que no apoyó a Nicolas Curi, quien ya había sido alcalde, y quien ganó - Cáeceres se quedó casi solo en su respaldo a Mery Luz Londoño. Y, pocos días después, Cáceres se empezó a correr: se empezó a acercar al uribismo, que estaba entonces en plena carrera para asegurar la reelección. En noviembre estuvo a punto de ser convencido por Juan Manuel Santos de entrar al naciente Partido de La U, y también lo tentaron César Gaviria para volver al liberalismo y Germán Vargas Lleras para irse a Cambio Radical.
Cáceres decidió irse con Vargas Lleras y adhirió a Cambio Radical en diciembre de 2005, y luego pasó a apoyar la reelección de Uribe, a cuya campaña de adhirió formalmente a principios de 2006. Con el aval de Cambio Radical se lanzó al Senado y, con poco menos de 40 mil votos, logró la reelección. Pero su votación había decrecido notablemente: aunque en Bolívar mantuvo 18 mil votos, ´fuera de la Costa ya no tenía el mismo atractivo del 2002.
Tan pronto empezó ese nuevo período, la parapolítica llegó a él. Primero fueron las menciones que la Fiscalía encontró a él en el computador del jefe paramilitar ‘Jorge 40’, y estos rumores fueron reciendo, a medida que se producían detenciones por la parapolítica y crecía el pulso entre las cortes y Álvaro Uribe, y se cocinaba una nueva reelección.
En septiembre del 2009, Cáceres fue uno de los congresistas que la Corporación Nuevo Arco Iris denunció en su estudio sobre la parapolítica como aliado de las autodefensas en el sur de Bolívar. El miércoles 22 de septiembre de 2010 la Corte Suprema de Justicia le dictó medida de aseguramiento y el 11 de abril lo condenó por aliarse con grupos paramilitares del sur de Bolívar, específicamente con Salvatore Mancuso y Uber Enrique Bánquez Martinez, alias "Juancho Dique", para favorecerse electoralmente. Cáceres fue destituido y con él se estrenó la 'silla vacía'.
En enero del 2010 la revista Cambio lo acusó de tener cuotas burocráticas en la empresa estatal ETESA (Empresa territorial para la Salud) y de estar relacionado con el cobro de sobornos a propietarios de casinos y máquinas tragamonedas. Mery Luz Londoño, ex gerente de ETESA, es muy cercana al ex senador Cáceres (él la apoyó en su aspiración a la alcaldía de Cartagena en 2007) y fue capturada por el DAS junto con su esposo, Raúl Quintana. Este caso ya le había significado una indagación preliminar al ex senador.
En el juicio por parapolítica varios personajes públicos declarararon en favor de Cáceres, como el ex alcalde de Bogotá investigado por el 'carrusel de la contratación' Samuel Moreno, quien lo conoció durante el período en que militó en el Polo, Miguel de la Espriella, ex senador condenado por parapolítica, y Zulema Jattín, ex senadora investigada por parapolítica.
En abril de 2012, la Sala Penal de la Corte Suprema lo condenó en única instancia por concierto para delinquir y a pagar una multa de poco más de 6.000 millones de pesos. Estuvo privado de la libertad entre 2010 y 2014. Su heredera política es su hija Luz Stella, elegida en 2011 diputada de Bolívar. Fue candidata al Senado en 2014 y en enero del 2016 fue nombrada secretaria general de la alcaldía de Cartagena, en donde estuvo hasta el 2017.