Victoria Sandino

Victoria Sandino

Senadora por el Partido Farc

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Nació el 15 de Julio de 1965 en Tierralta, Córdoba. Se graduó de periodista de la Fundación Universitaria para el Desarrollo Humano (Uninpahu) en 1993, y ese mismo año se vinculó de lleno a las Farc. En 2018 entró a ocupar una de las cinco curules en el Senado que el Acuerdo de Paz dio a los exguerrilleros de las Farc. 

Desde pequeña comenzó a interesarse por la política, dice ella, gracias a la formación que recibió en casa. Aunque sus padres no fueron militantes de ningún partido, recuerda que abogaban por “la autonomía, la dignidad, y la solidaridad con la gente.”

A los 12 años, estando en bachillerato, su profesor de español, que formaba parte del Partido Comunista, la introdujo a la vida política. A través de él entró a las Juventudes Comunistas. 

El contexto de conflicto que vivió en Tierralta, sobre todo con amenazas, intimidaciones y hostigamientos por parte de grupos paramilitares, también fue clave para que Sandino comenzara a interesarse por la política y sobre todo por la izquierda. 

“En el principio yo no identificaba el tema de los paramilitares, en los 80 empezamos a conocer al grupo “Los Tangueros”, que era el grupo armado que los Castaño, un nombre que en ese momento no sonaba, crearon en una hacienda que se llamaba Las Tangas. Ellos eran los que en la región mochaban cabezas y echaban la gente al rio Sinú. Y yo ahí ya estaba en la militancia activa de en la Juco”, dice.

Más tarde, cuando surgió la Unión Patriótica de los diálogos entre el gobierno de Belisario Betancur y las Farc, Sandino se vinculó al partido y comenzó una activa carrera de militancia estudiantil.

Cuenta Sandino que la alegría del lanzamiento de la Unión Patriótica se transformó pronto en “mucho miedo y mucho peligro”, que poco años después se concretó en miles de asesinatos de sus militantes, un genocidio que ya reconocieron el Estados y varios de los asesinos. 

“Para nosotros la UP fue creada por las Farc. Quizá muchos simpatizantes no tenían que ver con la guerrilla, pero por el hecho de pertenecer a algo relacionado con lo subversivo, los matamos”, contó en una declaración desde Estados Unidos el paramilitar Éver Veloza, alias HH. 

Sandino dice que el Ejército estuvo a punto de capturar a su padre varias veces por considerarlo simpatizante de la guerrilla.

En noviembre de 1985, como parte del comité central de la Juco viajó a Moscú, a la escuela internacional de Komsomol, la organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética”.

Allá tomó cursos de formación política y teórica marxista, aprendió del movimiento comunista alrededor del mundo, la revolución rusa, el movimiento obrero internacional.

Volvió a mediados de 1986 pero a Armenia, pues sus padres habían sido desplazados, y allá terminó el bachillerato. Luego se fue para Bogotá, tras un breve paso de 3 meses por Arauca “organizando juventudes comunistas” con una organización agraria en Arauquita, Saravena y otros municipios. 

Sandino conocía a la guerrilla ya desde antes de su militancia en la UP pero fue en 1992, antes de graduarse, que se encontró con un excompañero de la UP que ya era guerrillero, y con él fraguó el plan para irse para la guerrilla. 

Recuerda que él fue en noviembre de 1992 a buscarla. “No sabía para dónde iba, y me llevaron para el Caquetá, a la columna Teófilo Forero.”, dice. 

Estando en la Teófilo Forero conoció a Hernán Darío Velazco, alias ‘El Paisa’, y a través de él conoció a Raúl Reyes, en ese entonces miembro del Secretariado, la máxima instancia de las Farc.

Allá estuvo unos meses y en febrero de 1993 regresó a Bogotá a terminar la universidad. Tras graduarse se fue definitivamente al monte. 

Dice que le costó ser guerrillera por el esfuerzo físico, pero como tenía formación política y era profesional, se dedicó especialmente a estrategias de comunicaciones y propaganda, y formación política. 

De hecho, al regresar en 1993 El Paisa la envió a El Pato, también en Caquetá, donde Reyes la asignó de lleno a tareas de formación política, comunicaciones y propaganda. 

En diciembre de ese año, en el páramo de Sumapaz, conoció a Manuel Marulanda y a Alfonso Cano.

Cano era responsable de las comunicaciones del Secretariado y Sandino se constituyó en una ayuda importante para él. Trabajaron por ejemplo en nuevas versiones Resistencia, una revista en la que Cano explicaba la política de las Farc, sus objetivos y los avances de la lucha armada. 

En 1994 la trasladaron definitivamente a la unidad de Cano y con él estuvo casi hasta que lo mataron en 2012. Cuenta Sandino que viajaron por los bloques Oriental, Sur y Magdalena Medio, haciendo cursos de periodismo y ampliando los trabajos de comunicación y de formación. 

Además de las comunicaciones Sandino, como una de las pocas mujeres guerrilleras que llegaron al círculo de la dirigencia, cuenta que intentó promover a la mujer. “A pesar de que se planteaba en la organización que eran iguales hombres y mujeres, era solo en ciertos aspectos”, dice.

En el 2013, pasado ya un año de los diálogos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc, Sandino fue elegida para hacer parte de la mesa de negociaciones de La Habana.

Como única mujer de las Farc, buscó llevar a la mesa una perspectiva de género y fue miembro de la Comisión de Género. 

Pocos meses antes de la firma del Acuerdo en 2016, fue encargada de anunciar el fin del reclutamiento de menores de edad en las Farc. 

Tras la firma y el regreso de La Habana, fue uno de los tres delegados de las Farc en la Comisión de Seguimiento e Impulso al Acuerdo de Paz.  

En agosto de 2017, en el Congreso Nacional del nuevo partido Farc, fue una de las 26 mujeres elegidas entre los 111 miembros de la dirección nacional; con 797 votos fue la segunda mujer más votada, detrás de Sandra Ramírez. 

Luego, en diciembre de 2017, Sandino se convirtió en la primera persona de la antigua guerrilla de las Farc, junto con Pablo Catatumbo, en firmar el acta de acogimiento a la JEP. 

Su campaña para conseguir votos para la lista cerrada de la Farc en 2018 (tenía garantizada su curul), se basó en un discurso de “cambiar la manera de hacer política”, centrado en la diversidad de género y la representación de las mujeres así como la implementación del Acuerdo

En este último aspecto ha concentrado su actividad legislativa; según este informe del Senado de su actividad legislativa, 7 de los 19 de los proyectos de ley o actos legislativos en los que participó como autora o ponente son de implementación. El resto son de enfoque de género, medio ambiente y derechos laborales. 

Sandino ha hecho oposición al gobierno Duque: ha dicho que el presidente no tiene voluntad para implementar el Acuerdo, que no ha hecho lo suficiente para evitar los asesinatos a excombatientes y a líderes sociales, fue crítica de sus objeciones a la JEP y de políticas como el Piso de Protección Social o el Plan Nacional de Desarrollo. Incluso dedicó un hilo en twitter para resaltar “los escándalos más sonados de Duque”.

 

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Sandino forma parte de la dirección del Partido Farc, que dirige Londoño

Sandino trabajó en comunicaciones y formación política de la mano de Alfonso Cano en la guerrilla