Hernán Penagos Giraldo

Hernán Penagos Giraldo es un político caldense de La U que es conocido porque fue presidente de la Cámara de Representantes entre 2013 y 2014, y en septiembre de 2019 se convirtió en presidente del Consejo Nacional Electoral, que vigila y controla las elecciones y al que llegó en 2018,  a un mes y medio de las elecciones regionales del 27 de octubre.

Nació en Samaná, Caldas. Es abogado especializado en Derecho Administrativo de la Universidad de Caldas con un posgrado en Servicios Públicos Domiciliarios del Externado .

Aunque ha trabajado tanto en el sector público como en el sector privado, su carrera política es extensa. También ha sido catedrático de derecho administrativo en la Universidad de Manizales y de derecho público y laboral en la Universidad Cooperativa de Colombia sede Ibagué, entre otros.

Después de empezar dos carreras y trabajar como comerciante de ropa en Manizales, estudió derecho en Medellín. Al terminar esa carrera empezó su vida en lo público, primero como pasante en una comisaría de familia en Fresno, Tolima.

De ahí pasó a ser Secretario de Gobierno y Alcalde encargado de ese municipio y, en los años siguientes fue asesor jurídico de otros municipios del norte del Tolima (Herveo, Mariquita y Fresno) y del oriente de Caldas.

Luego saltó a la vida política. Las conexiones que había hecho con políticos de la zona le valieron para que en 2007 varias personas le ofrecieran ser candidato a la alcaldía de Samaná, pero él no quiso. Le dijeron que más bien por qué no se lanzaba a la Asamblea, y aceptó.

Fue elegido con 8 mil votos, con los que ocupó el tercer puesto en la lista de La U que alcanzó cinco curules, y con la votación concentrada en el oriente del departamento. Sus padrinos políticos fueron tanto el exministro Oscar Iván Zuluaga, como la exsenadora Adriana Gutiérrez.

Aunque era un novato, en octubre de 2008 logró llegar a la presidencia de la Asamblea. Esa movida lo hizo sonar mucho en la política caldense no solo porque derrotó a un diputado con más trayectoria, el liberal Néstor Toro, sino porque esa victoria rompió con el manejo que durante más de tres décadas había tenido la coalición yepobarquista en la Asamblea. 

De ahí decidió dar otro salto: Jaime Alonso Zuluaga, primo del exministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga, iba a saltar de la Cámara al Senado, y le ofreció ser su fórmula. Penagos aceptó, a pesar de que su periodo no se había terminado. Renunció a la Asamblea y se dedicó a la campaña. Zuluaga tenía otra fórmula, el exsecretario de Desarrollo Comunitario de Manizales, Gustavo Alberto Hoyos.

La U obtuvo el primer puesto en la votación en el departamento con más de 80 mil votos, que alcanzaban para tener dos curules. Penagos fue el más votado de su partido y el segundo de todos los candidatos, y así llegó al Congreso.

Él y Zuluaga tuvieron como fortines municipios del Oriente, como Samaná, Marquetalia, Victoria y Pensilvania, que ayudaron a sumar a los más de 20 mil votos de Penagos, con la fuerza del grupo político que crearon hace más de 20 años el ex ministro Zuluaga y Luis Alfonso Hoyos.

Penagos llegó a la Comisión Segunda de la Cámara, desde la cual se dio a conocer por sus debates a la Federación Nacional de Cafeteros y, sobre todo, por haber hecho parte de la comisión de investigación y acusación, donde tuvo a cargo el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por el caso de la Yidis-política.

En aquella época era reconocido como uribista pero empezó a dejar de serlo –por lo menos abiertamente- en la medida en que su apoyo como congresista a la coalición de gobierno alrededor del presidente Santos lo propulsó a la cabeza de la Cámara de Representantes.

Cuando surgió el Centro Democrático y La U dejó de ser uribista, Penagos se quedó en La U, y en el departamento quedaron dos grandes vertientes del partido santista: la del exsenador Mauricio Lizcano y la de Penagos, que han sido rivales a nivel local.

En 2014, logró reelegirse con casi 29 mil votos, mil menos que la entonces candidata de Lizcano, Luz Adriana Moreno, quien también ganó pero perdió la investidura en junio de 2018 por ausentismo.

En su segundo cuatrienio como congresista, Penagos hizo parte de la Comisión Primera, que discute las reformas en la Constitución Política. Desde allí fue coordinador ponente de proyectos gordos como el que reglamentaba la JEP, y la reforma de equilibrio de poderes en 2015.

También recibió cuotas en el gobierno Santos como la dirección departamental del DPS con Jorge Orlando García, o cuotas en algunas oficinas de la dirección territorial del Sena.

De hecho, durante la campaña al Congreso en 2018, cuando intentaba dar el salto de la Cámara al Senado, a Penagos le reventó un escándalo por contratación irregular y por tener familiares contratados en el Sena. Por eso, y por presuntamente usar la entidad para fines electorales, la Procuraduría abrió una indagación preliminar en su contra que está en curso. 

En esas elecciones se quemó con 54 mil votos, y empezó a sonar como magistrado del Consejo Nacional Electoral, un cargo al que llegó con el lobby de los aliados del Lizcano en el Congreso, el senador antioqueño Juan Felipe Lemos y el representante Óscar Tulio Lizcano, papá del exsenador.

Ese fue un precedente para que La U se empezara a juntar en Caldas en torno al lizcanismo, que tiene de candidato a la Gobernación a Luis Carlos Velásquez, y al que se sumó quien era el candidato de Penagos, Fabio Arias, exsecretario de Educación del gobernador Guido Echeverri.

Le heredó su grupo político al diputado Juan Sebastián Gómez, el único de su cuerda, quien para las elecciones de 2019 quiere repetir curul, y poner cinco alcaldes y siete concejales en Manizales. Entre ellos está García, el exdirector del DPS que salió de su cargo con la llegada de Iván Duque a la Presidencia y hoy es candidato por firmas a la alcaldía de Pensilvania, uno de los fortines de Penagos

Penagos está casado con la hermana del exrepresentante conservador Jorge Hernán Mesa Botero, quien en 2019 se lanzó a la Alcaldía de Manizales por el grupo del senador liberal Mario Castaño y el alcalde Octavio Cardona, en alianza con el uribismo.