Hoover Alfredo Penilla Romero

El brigadier general Hoover Alfredo Penilla Romero nació en Cartago, Valle, en 1964. Es Comandante de Policía de Bogotá desde el 2015.

Además de ser Administrador Policial de la Escuela Nacional de Policía General Santander (el título profesional de todos los oficiales de la Policía) es Administrador de Empresas de la Universidad Cooperativa de Colombia.

Tras graduarse de la Escuela en 1987 fue comandante de estaciones de policía en Bolívar (1987) y Meta (1988) y luego jefe de un Grupo de Inteligencia de la Dirección de Inteligencia en 1999. También ha trabajado en las direcciones de Antisecuestros y Extorsión, y de Inteligencia.

En octubre de 2006, cuando Oscar Naranjo era director de la Policía, lo nombró en su primer cargo de dirección de primer nivel, como jefe de la Policial Fiscal y Aduanera. Allí trabajó muy cerca del entonces director de la Dian, Oscar Franco Charry. Durante su dirección se hicieron importantes operativos en contra del contrabando de gasolina en la frontera con Venezuela, además de electrodomésticos, licor, cigarrillos en la costa y en otros lugares del país.          

Luego pasó a manejar la Sijin de Bogotá, cuando Rodolfo Palomino era Comandante de la Policía de Bogotá y Cesar Pinzón director de la Dijín.

En enero de 2009 asumió como comandante del Departamento Policial de Risaralda y en 2010 pasó a ser comandante de Policía Metropolitana de Pereira. Ambos cargos durante la gobernación de Víctor Manuel Tamayo y la alcaldía de Israel Londoño.

En 2011 regresó a la dirección de la Policía Fiscal y Aduanera, ya en el gobierno Santos y cuando Ricardo Ortega dirigía la Dian. Bajo su cargo se dieron importantes golpes al contrabando de mercancías en la Guajira y operativos en Barranquilla y Atlántico contra el contrabando de cigarrillos y licores.

En enero de 2013, cuando José Roberto León ya había sucedido a Naranjo en la dirección de la Policía, se llevó a Penilla como su director de Bienestar Social.

Pero ese paso por un cargo administrativo fue breve: en octubre de 2013 pasó a ser comandante de la Policía Metropolitana de Cali en reemplazo del hoy general retirado Fabián Castañeda. Juan Carlos Pinzón hizo el nombramiento respondiendo a las peticiones de Juan Manuel Santos de bajar los homicidios y mejorar resultados de seguridad en la ciudad.

Según el Tiempo, en diciembre de 2013 se reportaron en Cali 2.001 homicidios, para el mismo mes, en 2014, se registró una reducción de homicidios a 1.501, además se desarticularon importantes bandas dedicadas al robo de celulares y de vivienda. Estos resultados fueron reconocidos, por el alcalde Rodrigo Guerrero, al trabajo de Penilla.

A razón de su gestión el General Rodolfo Palomino, director de la Policía, lo nombró comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá en diciembre de 2015. Durante su nombramiento Palomino destacó los resultados en cifras de seguridad en Cali.

Su posesión  en la comandancia de la capital era un reto luego de las malas relaciones entre la alcaldía de Gustavo Petro y la Policía a causa de la supuesta falta de inclusión de la administración a la entidad en los planes de convivencia y seguridad.

En la alcaldía que inició en enero de 2016, Penilla está llamado a trabajar en conjunto por el alcance de la propuesta bandera Peñalosa en su campaña: seguridad y convivencia. Su trabajo está de la mano con Daniel Mejía secretario de Seguridad y Convivencia, con quien trabajó de la mano en el operativo de intervención al Bronx de 2016.

En diciembre de 2019, Penilla fue relevado de su cargo como director de la Policía Metropolitana de Bogotá. Salió en medio de críticas por los casos de abuso policial, tanto a civiles, entre ellos el asesinato de Dilan Cruz, como a periodistas, que se presentaron durante las marchas del Paro Nacional.

Fue duramente cuestionado por la prensa, sobre todo cuando el 7 de diciembre la Policía detuvo a tres periodistas de manera arbitraria en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.

Sus respuestas a la prensa tampoco lo ayudaron. Luego las críticas por el episodio en el que agentes de la Policía metían en un vehículo particular a jóvenes que habían retenido durante las marchas, Penilla sostuvo que no le gustaba que cuestionaran a sus policías y que quienes lo hacían, estarían “afectando el Estado de Derecho.” 

A la dirección de la Policía Metropolitana de Bogotá, llegó el general Óscar Antonio Gómez Heredia.