Óscar Gutiérrez Reyes

Óscar Gutiérrez Reyes, cabeza de Dignidad Cafetera y uno de los líderes visibles de la nueva súper Dignidad Agropecuaria, es un líder cafetero y veterano político del Moir que ha hecho casi toda su carrera en Caldas.

Gutiérrez -nacido en Armero (Tolima)- estuvo metido inicialmente en el mundo teatral bogotano, primero como actor del Teatro La Mama y luego como actor-fundador del Libre.

En esa época conoció a Jorge Enrique Robledo, líder del Moir y compañero de muchas luchas de Gutiérrez. En la ebullición del movimiento estudiantil de principios de los años setenta, se unió a las juventudes del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (Moir), que se inspiró en las ideas de Mao Zedong y que fundó Francisco Mosquera, junto con Robledo. Son tan cercanos que Gutiérrez estuvo casado con la cuñada del hoy senador el Polo Democrático.

A mediados de los años setenta Gutiérrez se ‘descalzó’, como se decía en el argot de la izquierda de la época: se fue de la ciudad para sembrar entre campesinos y obreros las ideas de la izquierda. A diferencia de sus enemigos dentro de la izquierda de la época, como los comunistas, el Moir nunca estuvo de acuerdo con la lucha armada. Por eso, su actividad era más proselitista y de fomento a las organizaciones sociales.

Gutiérrez se fue a vivir a Caldas, donde arrancó su actividad política siempre muy vinculada a su trabajo entre los campesinos cafeteros y sectores obreros. Fue secretario general de la alcaldía de Chinchiná y cuatro veces concejal, la mayoría de las veces del Moir y ocasionalmente en alianza con grupos como los liberales. Y luego fue tres veces diputado en Caldas, ya por el Polo Democrático.

Su trabajo con los caficultores arrancó con su oposición a los títulos de ahorro cafetero (TACs) del gobierno de Alfonso López Michelsen. En 1985 fundó -con Robledo y Aurelio Suárez- la Unión Cafetera Colombiana, una asociación de pequeños caficultores que buscaba hacerle contrapeso a la Federación Nacional de Cafeteros en la época de la gran crisis por la roya.

Esa organización se convirtió en 1994 en Unidad Cafetera, cuyo principal caballito de batalla fue la oposición a la apertura económica de César Gaviria. De nuevo lo hizo con Robledo, así como con el luego gobernador nariñense Fabio Trujillo y monseñor José Luis Serna (obispo del Líbano).

Luego, participó a finales de los noventa en la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria, un movimiento que unió a los cafeteros de la Unión Cafetera con los arroceros del Tolima, el Huila y los Llanos para oponerse a los tratados de libre comercio.

Esa bandera contra los TLC fue la misma del Movimiento por la defensa y la dignidad de los cafeteros (conocido como Dignidad cafetera), que entró en paro a comienzos del 2013 en protesta por los altos precios de los insumos que encarecen la producción y la falta de políticas agrarias para los pequeños productores. Unos meses después se unieron a los paperos, lecheros y cebolleros que fueron los motores reales del paro agrario que paralizó medio país en septiembre del 2013 después de que el presidente Juan Manuel Santos dijera que “el tal paro no existe”.

En marzo de 2014 encabezó una lista del Polo a la Cámara en Caldas volcada hacia los movimientos sociales, sacando 6 mil votos.

Durante el paro de 2014 -que ocurrió unas semanas antes de la primera vuelta de las elecciones- las Dignidades intentaron sin éxito reeditar el éxito del paro anterior, en parte porque los sectores campesinos más cercanos a Marcha Patriótica se volvieron los actores de más peso en esa nueva movilización y en parte debido al desgaste sufrido por sus líderes en la campaña al Congreso.

Luego promovió el nacimiento de Dignidad Nacional Agropecuaria, una 'súper Dignidad' que reúne a todos los sectores campesinos más preocupados por temas de productividad como el precio de los insumos, la falta de créditos o el impacto de los TLC en el campo. Esa Dignidad se lanzó oficialmente en octubre de 2014 y Gutiérrez quedó como su director ejecutivo y una de sus cabezas más visibles.