El reto de Claudia López en seguridad empieza por mantener a su Secretario

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Hace una semanas, el secretario de Seguridad Hugo Acero intentó renunciar por diferencias con la mandataria. Además, le quieren hacer una moción de censura.

 

La inseguridad en Bogotá es uno de los mayores retos que enfrenta hoy la alcaldesa Claudia López. Y no sólo porque hayan aumentado los homicidios y el hurto a bicicletas, los delitos que más preocupan. También, porque hay evidencias de que el secretario de esa cartera, Hugo Acero, ha tenido intención de renunciar y además le están promoviendo una moción de censura en el Concejo.

Las cifras del problema

Según las cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad, este año, y en parte a causa del confinamiento por la pandemia del covid, ocho delitos se redujeron, salvo dos: el homicidio y el hurto a bicicletas. 

El primero bajó en otras ciudades como Cali y Medellín, pero en la capital aumentó en un 1,5 por ciento con respecto al año pasado y el hurto de bicicletas aumentó en 35,8 por ciento en comparación con el mismo periodo, lo cual preocupa pues la Alcaldía misma ha promovido su uso y es uno de los medios de transporte más usados en la ciudad.

En la categoría de hurto a personas, además, aumentó el uso de arma blanca o de fuego de un 32 por ciento en 2019 a un 40 en lo corrido del año. 

Las noticias diarias sobre estos hechos ayudan a entender por qué también ha aumentado la percepción de inseguridad.

Una encuesta virtual realizada en agosto de este año por el programa Bogotá Cómo Vamos, mostró que el 49 por ciento de los 12.619 encuestados se siente inseguro en su barrio. En 2019, una medición hecha por la misma entidad, pero que fue elaborada de forma presencial, mostró que para el año pasado el 27 por ciento de los encuestados se sentía inseguro en su barrio. 

Cuatro expertos consultados por La Silla coinciden en que este panorama ya se veía desde el cierre de 2019 con el gobierno del exalcalde Enrique Peñalosa. Al final de su mandato, varios delitos como el hurto a personas, las lesiones personales tuvieron un pequeño repunte que fue contenido por la pandemia. La Silla confirmó estas cifras. 

Pese a ese antecedente, y con las cifras como están, la seguridad se ha vuelto un tema recurrente en las intervenciones públicas de la Alcaldesa, recientemente criticada por relacionar a los migrantes con la criminalidad con afirmaciones como que “algunos nos están haciendo la vida a cuadritos” a partir de que casi la mitad de los atracos en TransMilenio son hechos por migrantes a pesar de representar menos del 5 por ciento de los residentes en Bogotá.

La Secretaría de Seguridad destaca que durante lo corrido de este año, en comparación el mismo periodo del 2019, se han reducido otros crímenes como el hurto al comercio, que bajó en un 42 por ciento; el hurto a automotores, en 10,8; el hurto a residencias, en un 21 y las lesiones personales en un 30 por ciento. 

Pero en medio de este panorama que significa una de las montañas más empinadas de la actual administración bogotana, hay una movida alrededor del Secretario de Seguridad y su relación tensa con la Alcaldesa.

Relación tensa con amague de renuncia

El secretario Hugo Acero es respetado entre los que manejan temas de seguridad de Bogotá por su trayectoria de más de 20 años en manejo de políticas sobre ese tema. Trabajó en la Alcaldía del primer gobierno de Enrique Peñalosa, fue asesor y subsecretario de Seguridad del exalcalde Antanas Mockus y ha sido consultor de varias capitales colombianas, de la Policía Nacional, de la Unidad de Víctimas y del Departamento de la Función Pública. 

Goza de buenas relaciones con los entes de control, con la Policía –pese a las tensiones que hay entre la Alcaldesa y los uniformados tras su actuación en las protestas del 8 y 9 de septiembre– y con la mayoría del Concejo de Bogotá. 

Con todo, tanto la Alcaldesa López como el secretario Acero han dejado entrever que la relación entre ambos es tensa. 

Cuatro fuentes dentro de la Secretaría de Seguridad que tienen cómo saberlo le aseguraron por separado a La Silla que, a principios de septiembre, en una reunión entre Acero y López en el Palacio Liévano que se extendió por casi tres horas, el Secretario renunció, aunque sin presentar carta formal.

Durante la conversación, según una de las fuentes, se presentó una “acalorada discusión” en la que el Secretario le contaba a la mandataria de su gestión y al ver que ella no se sentía satisfecha le dijo “si no le gusta mi trabajo, me voy”. 

Según tres fuentes, Acero tiene diferencias con la Alcaldesa porque no le gusta cómo ella le habla en ocasiones y además algunas de sus funciones, como por ejemplo el manejo de las manifestaciones, han sido dadas al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez. Acero lo negó. 

Las grietas se hicieron evidentes en el choque público que tuvieron el pasado 11 de octubre. En una visita por el antiguo Bronx, varios ciudadanos se quejaron con la Alcaldesa de que la delincuencia en esa zona estaba por todas partes. 

“Se está formando otro Bronx. No puede ser que seamos tan incapaces, que junto a la Brigada y la Metropolitana se formen emporios del crimen", decía López en una transmisión por Facebook. Cuando el secretario Acero intentó explicar lo que hacían en esa localidad (Mártires) ella le dijo "Nuestra tarea no es quejarnos... sino apretarlos". 

 

 

También se vieron diferencias entre ambos cuando enviaron mensajes públicos aparentemente contrarios con respecto a la filtración del ELN en las manifestaciones del 9S. Mientras Claudia López decía que no había pruebas de su infiltración en las marchas, como lo denunciaba el gobierno, Acero afirmó que tradicionalmente ha habido presencia de esa guerrilla en Bogotá. 

Y lo mismo pasó con respecto al episodio de los migrantes venezolanos y la criminalidad. La mandataria ha insistido en que los delincuentes de nacionalidad venezolana son fáciles de reclutar por grupos criminales y difíciles de judicializar porque no tienen cédula, mientras que el Secretario ha pedido que no se estigmatice a esta población. 

Consultado respecto a esto, el Secretario Acero nos respondió: “No he renunciado. Luis Ernesto tiene sus funciones y yo las mías. El día que pase la carta de renuncia sería irrevocable. Con la Alcaldesa tenemos diferencias y discusiones como cualquier empleado con su jefe, pero todo se termina solucionando”. 

Por su parte, cuando la llamamos, López nos dijo pidió que habláramos con el secretario Acero. 

El secretario de Gobierno Luis Ernesto Gómez, por su parte, le dijo a La Silla que él solo está en temas de orden público cuando se trata de atender las protestas. Pero que todos los resultados que ha dado la ciudad y la política de seguridad están en manos de su colega Acero. Recalcó que “no puedo tener a un mejor coequipero que a Hugo en Seguridad”. 

Además de esos episodios y aunque por ahora no parece algo muy fuerte, Acero también tiene encima la sombra de una moción de censura que le están promoviendo las concejales de la Colombia Humana (movimiento del senador Gustavo Petro) que si bien están en independencia, en la práctica le hacen oposición a la Administración.

Las petristas Susana Muhamad y Ana Teresa Bernal le dijeron a La Silla Vacía que la razón de esta iniciativa es la situación de inseguridad de Bogotá, pero principalmente los hechos ocurridos durante las protestas contra la Policía por el asesinato de Javier Ordóñez

Durante las manifestaciones del 9S hubo 13 muertos, 400 heridos, más de 70 con heridas de bala en Bogotá.

“Hasta el momento no ha habido una sola consecuencia política por lo ocurrido en las manifestaciones en septiembre. La política de seguridad no fue preventiva a esos hechos, sino reactiva. Vieron lo que pasó con George Floyd, vieron en Twitter como se convocaba a quemar los CAI y no hicieron nada que previera lo ocurrido ”, dijo Muhamad. 

Las concejalas, además, consideran que la política de seguridad no corresponde a lo que la ciudad necesita ahora después de que la pandemia retrocedió los avances que Bogotá había logrado en 10 años. 

Sin embargo, es muy probable que esta iniciativa no prospere. Solo para que se dé el debate en el Concejo son necesarias 23 firmas de concejales y, como hemos contado, Claudia López nunca tiene a toda la oposición junta en esa corporación. 

Por el momento, a las cuatro petristas solo las apoya el polista Carlos Carrillo y de algunos concejales de la oposición, como el uribista Jorge Colmenares. Pero aún si tuviera a toda la oposición junta, solo tendrían unas 15 firmas en el mejor de los casos. Lo cual es difícil porque en ese grupo hay algunos que respaldan la gestión de Hugo Acero. Y de todas maneras, Claudia López cuenta con mayorías en el Concejo. 

Pero el Secretario y la Administración en general no solo tienen críticas de ese lado, sino también dentro de los expertos. Jerónimo Castillo, experto en seguridad y miembro de la Red de La Silla Llena, asegura que “la Alcaldesa Claudia López en su discurso promueve un modelo alternativo, pero su política, al menos la de seguridad, es muy conservadora”. 

Esto porque la Alcaldía se ha dedicado a continuar con metas como aumentar el pie de fuerza, dar incentivos a la Policía, construir una infraestructura como una cárcel nueva, CAI y URIS. 

El secretario de Seguridad, Hugo Acero, le dijo a La Silla que es verdad que se ha seguido un modelo tradicional en el tema de seguridad, pero porque lo considera necesario. Por ejemplo, considera que sí se necesita más pie de fuerza para la ciudad y más cupos carcelarios.

Acero destacó que la política de seguridad, en cualquier caso, sí tiene un diferencial importante y es que ha reconocido que en Bogotá hay estructuras criminales que han perseguido con inteligencia para que haya pruebas suficientes del delito y no queden en libertad fácilmente.

También dijo que están haciendo esfuerzos para combatir el crimen usando inteligencia artificial. Según él, de las 5.200 cámaras que dejó el gobierno de Peñalosa, 200 ya tienen un software que permite detectar movimientos sospechosos para reaccionar mejor ante posibles delitos. 

En cuanto a cómo se combaten delitos como el homicidio anunció que están concentrando los esfuerzos en localidades como Ciudad Bolívar, Bosa, Rafael Uribe Uribe, Mártires, Kennedy y San Cristóbal. Y que ese trabajo ya estaría dando los primeros resultados: a corte de 10 de noviembre hay nueve homicidios menos que el año pasado. 

Sobre la eventual moción de censura, Acero solo dijo que era respetuoso del control político y que respondería a las preguntas de las concejalas. 

Así no prospere, la movida es una muestra más del reto inmenso que tiene en seguridad la Alcaldesa, uno de cuyos desafíos como líder de centro izquierda es no dejarle el tema de seguridad exclusivamente a la derecha. Sobre todo, cuando las condiciones sociales de los bogotanos retrocedieron al menos una década por la pandemia, y la relación con su Secretario de Seguridad es tensa.

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