Con estrategia mixta despega la campaña de Fajardo en Bogotá

Silla Cachaca

Encuentro de Sergio Fajardo con transeúntes en el Parque Santander, de Bogotá.

El candidato de los Ni-Ni combina su carrera en busca del voto de opinión en la calle con el acceso a sectores sociales que logra, en buena medida, gracias a las fuerzas del Polo que sí decidieron respaldarlo.

El Polo Democrático negó anoche la solicitud de cinco congresistas de ese partido de que los dejaran en libertad para hacerle campaña a Gustavo Petro y no a Sergio Fajardo. Seguramente, como hemos contado, esos sectores no se la jugarán por el exgobernador de Antioquia, pero éste sigue contando con unas fuerzas polistas que le permiten meter en su estrategia principal por cautivar el voto de opinión una serie de acciones que lo acerquen a estructuras donde tiene influencia la izquierda que aún lo respalda.

Un ejemplo de eso es Bogotá, donde la campaña tiene a los verdes Antanas Mockus y Antonio Navarro como principales cabezas, mientras que dos de los tres frentes estratégicos para mover gente los coordinan militantes del Polo.

Mockus y Navarro, a la cabeza

La campaña en Bogotá tiene un comité político que encabezan dos figuras de opinión representativas para los verdes en la ciudad: Antanas Mockus, que es el Presidente y acaba de sacar en Bogotá 327 mil de sus 500 mil votos; y Antonio Navarro, que es el coordinador del comité, como senador también concentró aquí la mayoría de su votación y quiere aspirar a la Alcaldía.

 

Ese comité es el que toma las decisiones gruesas sobre la estrategia, mientras el que define cómo se materializan es Martín Rivera, el coordinador operativo, un fajardista de hace años que en la ciudad dirigió el Combo 2.600, un colectivo ciudadano que se dedica a estudiar y promover debates sobre Bogotá.

En terreno, la campaña se mueve a través de tres frentes: universidades, que coordina Sergio Fernández, Vicepresidente de Juventudes del Polo, que recién se quemó como candidato a la Cámara con 36 mil votos (la segunda votación más alta del partido en Bogotá).

La concejal del Polo Xinia Navarro coordina el frente de sectores sociales, entre los que están sindicatos, LGBT, animalistas, ambientalistas, entre otros. (Los otros tres concejales del Polo -Manuel Sarmiento, Álvaro Argote y Celio Nieves- siguen vinculados a la campaña).

Y el frente de localidades lo encabeza el concejal verde y mockusiano Jorge Torres.

Eso les permite focalizar esfuerzos, al tiempo que trabajan, según le dijo a La Silla Cachaca Martín Rivera, con unos 2.500 voluntarios que provienen de campañas como la de Claudia López, la de recolección de firmas para inscribir la campaña de Fajardo, y del Polo.

Así, el fin de semana, mientras Fajardo estaba de correría en Boyacá, sacaron 630 personas, con Claudia López a la cabeza, a hacer campaña en 26 puntos de Suba, Usaquén y Chapinero, localidades donde tradicionalmente les ha ido bien en elecciones a los verdes y al Polo. Este fin de semana van para Kennedy y Engativá.

Es un tipo de campaña con la que él se siente cómodo porque es la que ha hecho desde que comenzó a hacer política. A diferencia de la apuesta por las plazas de Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras, Fajardo tiende a hacer concentraciones menos concurridas en las que da la oportunidad de que le hagan preguntas.

Haberse aliado con los verdes, y sobre todo con el Polo le permite ampliar el margen de acción.

El trabajo de estructura

“Es cierto que Fajardo es un candidato de opinión, pero la estructura también es importante para llevar la campaña a espacios específicos como las universidades”, le dijo a La Silla Cachaca Sergio Fernández, el coordinador de universidades.

En este frente, por ejemplo, el Polo tiene un activo porque, agrega Fernández, es el partido con más presencia de militantes en instituciones de educación superior. “Y donde no estamos nosotros hemos encontrado integrantes de los verdes y de Compromiso Ciudadano (el movimiento que fundó Fajardo)”.

Eso permitió que después de que hace un mes se propusieron crear 100 comités de la campaña en igual número de universidades, en una semana en Bogotá conformaron 36.

Para Martín Rivera, el coordinador en Bogotá, una muestra de esa fuerza fue la nutrida asistencia a la visita de Fajardo la semana pasada a la Universidad Nacional: “Ni con Carlos Gaviria había logrado el Polo esa convocatoria, y eso fue un trabajo sobre todo de Sergio acompañado de voluntarios”.

Hoy, por otra parte, Fajardo tiene un encuentro con trabajadores y pensionados. Allí firmará, junto a Claudia López, un “pacto por el trabajo decente” en el que se comprometerá con la formalización laboral, pensiones dignas y el respeto a los derechos de los trabajadores establecidos en convenios de la Organización Internacional del Trabajo, que son reivindicaciones comunes de la izquierda.

“Llevarlo a esos espacios lo hace hablar sobre temas distintos a los que está acostumbrado y le cambia un poco la dinámica de la acción, pero es necesario porque nosotros nos movemos más de esta forma”, nos dijo una fuente del Polo que pidió reserva.

El objetivo es que el encuentro con los trabajadores se replique en otros espacios, teniendo en cuenta que son 18 sectores sociales vinculados a la campaña. “Le estamos apostando a un grupo de salud porque personal médico y asistencial de los hospitales quiere organizar una asamblea para invitar a Fajardo”, nos contó Navarro, y agregó: “Hay víctimas que nos llamaron con la intención de que él pudiera tomar una postura clara para esa población a propósito del posconflicto. Un grupo de taxistas me pidió una reunión para hablar y el sector cultural está organizando un evento”.

El reto de Fajardo es, así, ser competitivo en Bogotá, una plaza clave para ganar la Presidencia que no es su ciudad y donde se mide por primera vez.

Aquí, sin embargo, la Alianza Verde y el Polo tienen una fuerza que no tienen en otra parte del país. Entre los dos sacaron 700 mil votos al Senado, una base importante aunque habrá qué quitarles lo que pierdan por la desvinculación de Inti Asprilla, de los verdes, y de Iván Cepeda, del Polo, que tienen sus fortines en Bogotá.

Para tener una idea, en la primera vuelta presidencial de 2014 Óscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos, que pasaron a segunda, sacaron en Bogotá 540 mil y 440 mil votos, respectivamente. Fajardo tiene que hacer un esfuerzo adicional porque, a diferencia de ellos, tiene menos apoyos regionales fuertes fuera de Bogotá que le ayuden a crecer su votación lo suficiente como para mantenerse vivo el 27 de mayo. La plaza para conquistar es Bogotá.

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