La campaña de Vargas en Bogotá arranca bajo el liderazgo de su hermano

Silla Cachaca

Enrique y Germán Vargas Lleras.

Enrique Vargas lideró la primera reunión para organizarse en localidades. Por ahora, ni David Luna ni Carlos Fernando Galán asumirán ese papel.

Aunque mucho se especuló sobre la posible llegada del ministro David Luna o de Carlos Fernando Galán a la campaña de Germán Vargas en Bogotá para darle el impulso que necesita en la última etapa, ninguno se ha decidido y las movidas las comenzó a coordinar Enrique, uno de los hermanos del exvicepresidente.

Así quedó en evidencia a finales de la semana pasada, cuando él lideró la primera reunión posterior a las elecciones al Congreso para definir cómo comenzará a moverse el partido en las siete semanas que faltan para la primera vuelta.

Además de su actividad como abogado en el sector privado, Enrique Vargas fue concejal de Bogotá y candidato a la Alcaldía en los 90; y en 2016 inscribió un comité promotor del Sí en el plebiscito por la paz, con el que Cambio Radical hizo campaña después de las dudas crecientes sobre la posición de Germán, entonces Vicepresidente, frente al acuerdo con la Farc.

Dos concejales del partido le dijeron a La Silla Cachaca que a Carlos Fernando Galán todavía lo esperan, pero a pesar de sus declaraciones a favor de Vargas lo ven lejos del partido, como ya lo hemos contado y como él mismo lo ha mostrado al no aspirar a la reelección y criticar los avales a candidatos cuestionados.

Y sobre David Luna, desconocen por qué no ha renunciado al Ministerio de las TIC si todo indicaba que después de las legislativas, hace un mes, era el momento estratégico para meterse en forma en la campaña, sobre todo porque el mismo Vargas lo había pedido.

Por una fuente cercana, La Cachaca supo que eso todavía puede ocurrir, “pero no hay nada seguro”.

Mientras eso se definía, la campaña en Bogotá estuvo fría, hasta la semana pasada que ediles, concejales y congresistas de la ciudad fueron citados a la reunión con Enrique Vargas.

Allí se definió que entre todos ellos, más excandidatos a la Cámara quemados pero que obtuvieron votaciones importantes como Camilo Acosta y Felipe Ríos, se distribuirán el trabajo en localidades para conformar comités que ayuden a mantener la campaña caliente en los barrios.

Y aunque se espera que se una La U, es probable que en la ciudad no llegue en bloque a pesar del acuerdo al que llegaron ayer los directivos de ese partido con Vargas.

Esto porque un grupo de 8 de los 22 ediles que tiene en Bogotá firmó una carta pidiendo que la decisión fuera más discutida con las bases y sugiriendo escuchar también a Iván Duque.

Ese malestar ha ascendido a algunos concejales. La Silla Cachaca supo que de los cuatro, el más jugado con Vargas es Rubén Torrado, que trabaja con el senador Armando Benedetti. David Ballén, de esa misma línea, y Nelly Patricia Mosquera (que trabaja con el senador Ángel Custodio Cabrera) tienen reparos y piden tener en cuenta las peticiones de los ediles. Y de Ricardo Correa no obtuvimos información de primera mano.

Para hoy está programada una reunión promovida por Benedetti con los integrantes de La U en la ciudad para seguir discutiendo, pero Mosquera y Ballén no irán.

Para Vargas, quedarse sin La U completa en Bogotá, que al Senado sacó aquí 109 mil votos, le resta en su estrategia de quedarse con la mayor maquinaria posible para garantizar su victoria, y aunque puede ser problemático, también ha puesto a pensar a la campaña en que no puede depender únicamente de eso, más en una elección como la presidencial, en la que cuenta mucho la opinión, y más en Bogotá, donde el voto de opinión pesa mucho.

Ya Cambio tuvo una primera alerta en las legislativas, cuando los votos por los verdes, el uribismo y la izquierda de Petro contrarrestaron a las maquinarias, incluidas las de este partido, que esperaba quedar con cuatro curules en Cámara y sólo logró dos.

De ahí que, según nos dijo un asistente a la reunión que pidió no ser mencionado, también se habló de “no entregarle la campaña sólo a los políticos y de tener también comités de jóvenes, cultural, de organizaciones sociales y de voluntarios”.

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