La carta del pastor del No para la Alcaldía de Cartagena

En medio de la creciente posibilidad de unas elecciones atípicas para la Alcaldía de Cartagena, el pastor Miguel Arrázola, quien adquirió fama nacional al ser uno de los principales promotores del No a los acuerdos con las Farc, ya tiene un candidato. Es el empresario Juan Carlos Ayala Ruz, quien lleva 14 años en la iglesia y es una de las personas más cercanas al religioso.

Aunque tras intentar contactar a la oficina de prensa del Pastor no logramos hablar con él, pudimos confirmar esta información con el propio Ayala y otras dos personas que conocen la iglesia de cerca.

“Si hay elecciones atípicas yo veo viable mi candidatura a la Alcaldía y que el Pastor me apoyaría”, nos dijo exactamente Ayala.

Eso pese a que lo que se venía rumorando hasta el momento -como lo habíamos contado- es que el candidato sería el propio Arrázola, un asunto que el Pastor decía que no descartaba.

La carta

Ni Ayala ni las otras tres fuentes conocedoras que consultamos para esta historia nos confirmaron mayores detalles de cómo sería esta candidatura (el aval, las alianzas, por ejemplo).

Todos coincidieron en que aún era muy temprano para saberlo, pues todavía no es un hecho que vaya a haber elecciones atípicas (sólo las habría si la ausencia del detenido alcalde Manolo Duque es definitiva: si él renuncia, si lo condenan en su proceso por corrupción, si lo destituye la Procuraduría en su proceso por la caída de un edificio ilegal o si triunfa la revocatoria en diciembre).

Pese a la conocida cercanía que hay entre la iglesia de Arrázola y el Centro Democrático (cercanía que quedó evidenciada en la marcha uribista del año pasado), Juan Carlos Ayala dice no estar casado con un partido y prefiere ir más allá de las categorías izquierda y derecha.

Su discurso, por ahora, le apunta a “lo social”.

“Cartagena necesita un alcalde que se enfoque en la ciudad y que sepa cómo hacer que la ciudad produzca sin olvidar lo social. Necesitamos mucho de los social en Cartagena”, le dijo a La Silla Caribe.

Este interés lo demostró haciendo el viral video ‘Me duele Cartagena’, en el que muestra con imágenes los problemas que sufre la ciudad, que fue retuiteado  por Julio Sánchez Cristo y por el que días después fue entrevistado en la W.

Fue allí en donde anunció por primera vez su intención de lanzarse a la Alcaldía con el apoyo del Pastor, si había unas elecciones atípicas; algo que cada día parece estar más cerca dado que, como contamos ayer, el gobernador Dumek Turbay convocará la revocatoria de Manolo el próximo jueves.

Ayala es un abogado, no muy conocido más allá de la iglesia Ríos de Vida en Cartagena -la de Arrázola-, a la que asiste hace 14 años, y en la que se convirtió en uno de los hombres de confianza del pastor.

Aunque no nació en medio de una familia adinerada, tras terminar Derecho en la Corporación Universidad de la Costa (CUC), ha ido construyendo una pequeña fortuna en el sector salud asesorando empresas en responsabilidad médica y recuperación de carteras.

De hecho, nos detalló que se financiaría la campaña con sus propios recursos: “No tengo afinidades políticas ni tengo necesidades económicas y me puedo financiar la campaña”, nos aseguró.

El aprecio que siente Arrázola por las capacidades empresariales de Ayala hizo que lo encargara de la Ado Empresarial de Ríos de Vida, una escuela de emprendimiento de la iglesia en donde enseñan a los feligreses lo necesario para formar empresas.

Otra de las fuentes que nos confirmó la intención de Ayala de lanzarse es el youtuber Oswaldo Ortiz, otro cristiano que le hizo férrea oposición a los acuerdos de paz, que ha sido cercano a Arrázola y que piensa lanzarse al Senado por el Centro Democrático.

“Ayala es un cristiano ferviente y una persona muy interesante porque, además de ser un empresario exitoso, ha hecho un gran trabajo con los estratos 1 y 2”, nos dijo Ortiz, quien estudió con Ayala por un tiempo en la Universidad Rafael Núñez de Cartagena.

Ahora, con el mandato de Manolo temblando cada vez más, es claro que Ayala traspasará las fronteras de lo privado y se podría convertir en un actor importante en la movida política de los próximos meses en el Distrito.

Sobre todo si lo apoya el pastor de una iglesia a la que asisten cerca de unos siete mil feligreses.