¿Sirve prohibir el parrillero hombre para mejorar la seguridad?
Html
El Alcalde Enrique Peñalosa anunció que el decreto que prohíbe al parrillero hombre en Bogotá está listo. Esta medida ya se ha implementado en otras ciudades del país ¿creen que sirve de algo? ¿soluciona el problema de fondo?
Sí sirve, aunque sólo es un elemento relativamente pequeño y de carácter temporal de estrategias de seguridad más amplias: aumento de pie de fuerza, refuerzo de inteligencia para desarticular bandas, control de uso de armas (de fuego y armas blancas), y judicialización de delincuentes.
El control de parrilleros es relativamente fácil, y tendrá un impacto frente a los 14 delitos diarios que se registran por la modalidad de moto. Se debe aplicar sólo en zonas de alto impacto.
La medida recibe aplauso de la comunidad en general (se esta haciendo algo frente al alarmarte incremento de atracos desde motos). Y seguiremos también viendo rechazo de moteros quienes no son delincuentes (en su gran mayoría) y usan la moto como medio de transporte familiar no individual.
Esta discusión también genera un debate más amplio sobre el papel de las motos en la movilidad, muy bien discutida en columnas de Germán Prieto y Diego Laserna en la #RedCacaha: son un modo de transporte conveniente pero peligroso y contaminante, que recibe subsidios ineficientes en un marco de sostenibilidad urbana
Brigitte Baptiste
Bogotá para todas... parrilleras
Álvaro Jiménez
Es más el daño y los inconvenientes que causa para la mayoría de la gente, que la solución efectiva a la seguridad de la ciudad. Es cierto que se han cometido muchos actos delincuenciales con un parrillero, pero no todas las personas que andan en motocicleta con un parrillero están haciendo actos delincuenciales.
Es una medida pensada para causar un efecto en la opinión y no para dar una solución a la delincuencia. Esto se llama populismo en el manejo de la criminalidad.
Se necesitan medida efectivas que impliquen el involucramiento de los organismos de seguridad y de la prevención de la delincuencia. Y no soluciones pensadas para producir titulares de prensa.
Diego Laserna
Es como vender el sofá. La delincuencia se combate con una policía que investigue y desarticule las redes criminales, no con medidas por salir del paso que perjudican al 99.9% de los parrilleros que son gente decente.
Y a propósito de eso, ¿en base a qué estudio se toma esa decisión? Suena a la improvisación que tanto le criticaron a la administración anterior.
Néstor Rojas
He sido víctima de atraco por parrillero, de manera que veo la necesidad de la prohibición para reducir los atracos en los que se utiliza esta modalidad.
Germán Prieto
Claramente la restricción de parrillero en motocicleta es una medida odiosa, una medida que no quisiéramos implementar porque de una manera es restringir también la movilidad de muchas personas que tienen su moto y con ella puede movilizar a alguien más de su familia, algún amigo o compañero de trabajo, etc.
Sin embargo, no sólo en Bogotá sino en otras ciudades de Colombia, el tema de seguridad ha conllevado a que sea necesario hacer ese tipo de restricción, para prever problemas de seguridad.
En Bogotá se calcula que más del 80 por ciento de los delitos de atraco tienen implicado algún motociclista, y normalmente, algún parrillero. Ojalá encontremos mejores medidas de controlar los temas de seguridad, pero en este caso posiblemente sea conveniente para reducir un poco esta problemática y el hecho que estén implicados los motociclistas en actos delictivos.
Anonimo
En general toda medida que implique prohibir, me causa tristeza porque significa retroceso en la auto regulación ciudadana y la construcción de responsabilidad individual y colectiva; y puntualmente sobre la medida de los parrilleros hombres en las motos, me parece que no soluciona nada porque no atiende la causa del problema sino uno de sus síntomas; ¿por qué aumenta la inseguridad en Bogotá? No se tiene un estudio, o al menos no se conoce, que demuestre que la práctica de dos personas viajando en moto, sea la principal causa de la situación.
Adicionalmente, la medida aporta a la generación de miedo porque se vuelve general la sensación de amenaza cuando se vea a un hombre como parrillero de moto.
De otra parte, se afecta a una gran cantidad de personas que optan por viajar en moto debido a la ineficiencia e indignidad del transporte público en Bogotá.
Y mientras tanto en las localidades periféricas no se hace control alguno a los talleres de moto que invaden y deterioran el espacio público, siendo esta una medida que sí ayudaría a generar orden en la ciudad.
Felipe van Cotthem
Sin duda mejorar la convivencia implica, en algunas ocasiones, hacer sacrificios. En esta oportunidad les tocó a los motociclistas. P.S. Es imposible tener siempre lo mejor de los dos mundos.
Andrés Elasmar García
No olvidemos que el atraco que antecedió la medida sucedió en una zona donde se redujo la seguridad policial por la partida del presidente Santos. Cuando vivía ahí, había desde mejor señalización y control de tráfico hasta seguridad militar con decenas de hombres. El fin de semejante esquema de seguridad sin un plan alterno -más la falta de patrulleros adicionales que el sector ha pedido por años-, tuvo un gran impacto. Y donde no hay trabajo de las autoridades lo asaltan a uno hasta en mula. Prohibir al parrillero, entonces, suena a paliativo para contentar a un poderoso sector de la opinión, además con consecuencias negativas: los bloqueos de asociaciones de motociclistas son una demostración de poder al estilo de los taxistas que solo los benefician a ellos y el ciudadano del común queda en las mismas. Mientras ellos santifican y martirizan (“no podremos pagar el nuevo pasaje de TransMilenio”, por ejemplo), la inseguridad sigue y ellos siguen manejando por la ciudad como quieren. Obvio, no todos pescan en río revuelto y la moto es un medio de transporte que responde a necesidades socioeconómicas, pero fue un error de Peñalosa no medir el impacto de esa medida más allá de la opinión.
Roberto Angulo
Si la prohibición del parrillero eleva el gasto en transporte de un grupo poblacional de ingresos bajos, sería recomendable diseñar una compensación para evitar que la medida sea regresiva con relación al gasto de los hogares en la ciudad.
Este punto, el impacto en la capacidad de pago de los hogares más pobres y vulnerables, podría priorizarse en el monitoreo mensual que el alcalde confirmó que se le va a hacer a la medida.