Aunque fue popular como alcalde y gobernador, el candidato no pinta fuerte en Antioquia.
Cinco razones por las que Fajardo no es profeta en su tierra
Foto: Colprensa
En las dos últimas décadas, Sergio Fajardo Valderrama ha sido uno de los políticos de Colombia que más ha contado con el voto de opinión. Por eso, por el regionalismo antioqueño y por su gestión como alcalde y gobernador —en las que lideró transformaciones sociales y de infraestructura a la vez que llegó al poder por fuera del clientelismo y gobernó sin negociar contratos o puestos—, Medellín y Antioquia podrían ser su bastión electoral.
Pero esto no es así. Los resultados electorales del 11 de marzo, en los que su candidato al Senado —Iván Marulanda— alcanzó curul, pero solo obtuvo menos de 10 mil votos y su apuesta a la Cámara se quemó, demuestran los contrario.
¿Por qué en otras ciudades del país en donde admiran a Fajardo perciben que en Antioquia no tiene muchos votos después de todos los cambios que iniciaron en su gobierno local?
Después de consultar varias fuentes de diversos sectores, La Silla Paisa encontró cinco motivos que podrían explicar esa debilidad electoral en su tierra.
La clase política, contra la que él lucha, le juega en contra
El líder de Compromiso Ciudadano se refiere a gobernar sin dar cuotas políticas como "el poder de la decencia" y usa una frase en particular: "de la forma como se llega al poder, así se gobierna". Sin embargo, esta consigna —una de las que más usa—, la acompaña de una retahíla en contra de los políticos y partidos tradicionales, algo que nunca ha caído muy bien en ciertos sectores.
Eso no se ha quedado en el discurso, sino que lo ha aplicado, con lo que ha dejado a muchos políticos, acostumbrados a funcionar a punta de puestos y contratos, en el desierto electoral. A Fajardo lo han acusado de muchas cosas, pero no de negociar cuotas burocráticas para llegar a la Alcaldía y la Gobernación. Una prueba de esto es que ha gobernado con el mismo grupo de personas y no ha tenido, en sus dos gabinetes y en los entes descentralizados, a personajes impuestos por caciques o partidos políticos.
Un reconocido dirigente gremial le dijo a La Silla Paisa que "si bien no se puede desconocer que hay mediocridad y corrupción en la clase política, tampoco se puede generalizar y a veces Fajardo ha llegado a ese punto. Para la muestra, lo hizo hace poco con el Partido Liberal. Eso, con los líderes naturales de los barrios, municipios y departamentos, puede generar distanciamiento y ahí están los votos”.
El concejal de Medellín más votado, Jesús Aníbal Echeverri, afirma que uno de los peores errores de Fajardo es denigrar de la clase política. "Él ha sido muy irrespetuoso e irreverente al decir que todos somos políticos de alcantarilla y corruptos, y que el único bueno y perfecto es él y su gente”.
Por otra parte, tres fuentes consultadas por La Silla Paisa coincidieron en que la peor jugada política de Fajardo fue haber publicado el Libro Blanco cuando arrancaba como Gobernador. En ese documento evidenciaba ineficiencias administrativas y fiscales de su antecesor Luis Alfredo Ramos, lo que le creó un rival político.
"Se echó de enemigo a un sector político muy importante de Antioquia. Eso no se hace. Él no es juez, ni fiscal, ni procurador. Fue un mal cálculo porque graduó de enemigo político al ramismo, una de las casas políticas más importantes del departamento", comentó una persona que ha trabajado con Fajardo.
Las otras máximas de Fajardo son: "la corrupción es una empresa criminal más difícil de combatir que las guerrillas y las bandas criminales". "Los corruptos a quien tiene precio se lo encuentran". “Pagan para llegar, llegan a robar". “Muchos ojos, pocas manos”. Con esas sentencias, más de un político y líder se sentirá aludido y así es como se ha ganado más de una campaña de desprestigio en su contra.
“En un país en el que se necesitan posturas claras, su discurso es superficial. Uno no puede hablar en contra de la corrupción sin nunca haber denunciado a nadie”, comentó Bernardo Alejandro Guerra, concejal de Medellín.
Le cobran sus presuntos desaciertos administrativos
Las cinco fuentes consultadas por La Silla Paisa mencionaron varios descaches, pero casualmente coincidieron en tres desaciertos administrativos que tuvo durante su paso por la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia.
El caso Orbitel no se olvida; todos lo mencionaron.
En la alcaldía de Fajardo, Empresas Públicas de Medellín (EPM) —cuya junta directiva preside el alcalde — decidió comprar las acciones que tenían los grupos Sarmiento Angulo y Bavaria (cada una tenía el 25 por ciento) en Orbitel, una empresa de telefonía fija.
Lo hizo por 80 millones de dólares, una valoración que ha sido criticada por supuestamente haber sido demasiado elevada debido a que se basó en su apuesta por la tecnología Wimax (una alternativa a WiFi), que fracasó y por eso no atrajo la cantidad de clientes que necesitaban. Al final, UNE, filial de EPM, absorbió a Orbitel y eliminó su marca, que era reconocida y querida.
Eso llevó a la Contralora Distrital a abrir un proceso contra Fajardo y el entonces presidente de EPM, Juan Felipe Gaviria. Pero como la contralora era Martha Cecilia Vélez, enemiga de Fajardo por ser cercana de Luis Pérez, ellos le pidieron al contralor general Julio César Turbay que se llevara ese proceso porque consideraban que no tenían garantías, el Contralor General accedió y el proceso terminó a favor de Fajardo y Gaviria.
La Contraloría Nacional se sustentó en el análisis financiero del profesor norteamericano Aswath Damodaran, que decía que la mitad de Orbitel podía costar entre 46 y 84 millones de dólares, por lo que lo que pagaron tenía sentido con la información que había en ese momento. Y que el fracaso de WiMax es un riesgo que asumió la empresa.
Respecto a su paso por la Gobernación, las fuentes hicieron énfasis en el manejo de la deuda pública y el desempeño fiscal.
De la deuda pública, en 2012, cuando Fajardo le recibió la Gobernación a Luis Alfredo Ramos, era de 640 mil millones de pesos. Cuando salió en 2015, la dejó en 1,44 billones. Es decir, aumentó 124 por ciento. La causa fueron los préstamos que la Gobernación hizo en dólares para cubrir rezagos en infraestructura y educación, cuyos intereses se inflaron por la subida del dólar.
En consecuencia, por lo anterior, cuando terminó su gobierno, según el Departamento Nacional de Planeación, Antioquia se ubicó en el puesto 19 en desempeño fiscal, con 71,25 puntos; esto es un mal resultado si se tiene en cuenta que en 2011, el año anterior al inicio de su administración, Antioquia se ubicaba en el puesto 12, con 72,59 puntos.
Sobre estos puntos, Fajardo ha dicho que no endeudó al departamento por encima de su capacidad, y que lo hizo para apostarle a superar un rezago en educación que iba a servir para que en el futuro en departamento fuera más productivo, y por lo tanto la Gobernación tuviera más ingresos.
Estas críticas han calado en algunos sectores del departamento, y las han repetido en campaña algunos rivales o mediante cadenas de Whatsapp como "los fracasos de Fajardo" y "Pregúntele a Google", a las cuales La Silla Paisa les ha pasado el detector.
Los problemas de sus símbolos en infraestructura
Entre todas las obras de infraestructura que ejecutó Fajardo en Medellín y Antioquia, tres se convirtieron en un karma mediático y político para el exmandatario: el Parque Biblioteca España, las pirámides de la avenida Oriental y los Parques Educativos.
El Parque Biblioteca España fue el gran símbolo del proyecto Parques Biblioteca de Medellín. Este edificio, ubicado en el barrio Popular, fue inaugurado por los Reyes de España, se ganó dos premios internacionales de arquitectura y se convirtió en un ejemplo de su administración siguiendo uno de sus principios: “lo más bello para los más humildes”.
Sin embargo, en 2012 se evidenció un deterioro prematuro en la estructura y en la fachada. En 2014, un estudio contratado por la Alcaldía de Medellín recomendó demoler y reconstruir la fachada. En 2015, se evidenciaron otros problemas en la estructura, los cuales obligaron a detener la reparación. Reparar el Parque Biblioteca España vale más de 16 mil millones de pesos y construirla costó menos de 8 mil millones. Por eso hoy, algunos lo consideran un elefante blanco.
“En infraestructura, cometió muchos errores. Él dice que en sus administraciones no se pierde un peso; pero es que hay muchas formas de que se pierdan los recursos”, comentó en La Silla Paisa Jesús Aníbal Echeverri, concejal de Medellín.
Las pirámides, un separador vial de la avenida Oriental que se construyó durante su alcaldía para que los peatones cruzaran por las cebras y costó 970 millones de pesos, es quizá el proyecto que más le han criticado a Fajardo.
Aunque en 2009 la Contraloría de Medellín determinó que habían logrado reducir los accidentes de tránsito, el resultado final recibió muchas críticas de la opinión pública; además, los habitantes de calle no tardaron en aprovechar que las 240 pirámides eran huecas para convertirlas en refugio, lo que aceleró su deterioro.
En octubre de 2017, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, anunció que iba a tumbarlas para sembrar árboles; proyecto que avanza en su ejecución.
“Muchas de sus obras recibieron premios de arquitectura, galardones a la estética, pero funcionalmente fueron poco duraderas con el paso del tiempo”, afirmó el concejal liberal Bernardo Alejandro Guerra.
Tratando de replicar en Antioquia el proyecto de los Parque Biblioteca de Medellín, en su plan de desarrollo “Antioquia la más educada”, se comprometió a construir y a entregar 40 parques educativos en igual número de municipios. Debido al éxito de la convocatoria —los parques se asignaban a los municipios con los 40 mejores puntajes en sus propuestas para tener uno— Fajardo decidió hacer 40 parques más.
El problema es que no alcanzó a construir los 80 parques antes de finalizar su administración, aunque dejó listos la gran mayoría, y que su sostenimiento dependía de la decisión del Gobernador siguiente.
Luis Pérez logró que la Asamblea tumbara la política pública que garantizaba su operación, lo que los dejó sin recursos departamentales para funcionar.
En muchos municipios los alcaldes no tienen presupuesto para su funcionamiento y mantenimiento, por eso a dos o tres años de haber sido inaugurados algunos ya se ven muy deteriorados y son considerados elefantes blancos. Además de que tres ni siquiera se terminaron.
Sus principales contradictores políticos aseguran que Fajardo descuidó la planta física de las instituciones educativas de Antioquia, porque destinó más recursos para construir los parques que para reparar y mejorar los colegios.
La respuesta de Fajardo es que la apuesta de tener un departamento más educado, con infraestructura de alto nivel en sus municipios, asegura un mejor futuro, y que lo que tiene los parques en mal estado es la decisión de Pérez y su coalición de no de financiar su funcionamiento.
Perdió el poder contra su peor rival político
La continuidad que tuvieron las políticas públicas de Fajardo en Medellín durante la alcaldía de Alonso Salazar, sirvió para consolidar su legado en la capital antioqueña, ser visto como presidenciable entre 2009 y 2010, y alcanzar la Gobernación de Antioquia en 2011.
Pero en 2015 le fallaron la estrategia y el cálculo político y perdió la continuidad de su administración departamental contra uno de sus grandes rivales políticos, el también exalcalde de Medellín Luis Pérez. Eso abrió la puerta para que su némesis socavara su buena imagen.
Sin haberse posesionado, Pérez le hizo la primera mala jugada a Fajardo. Sabiendo el peso que tienen las ventas de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) sobre el presupuesto de la Gobernación, el mandatario electo —según María Eugenia Ramos, directora de Planeación de Fajardo— presionó a los distribuidores de la FLA para que no compraran todo el licor que habían proyectado en 2015, sino para que lo hicieran a partir de enero de 2016 y así afectar las finanzas de la administración departamental saliente.
El incumplimiento en las ventas de licor llevó a que la Gobernación se pasara del límite de gastos permitidos, lo que le costó una lluvia de críticas a Fajardo y es uno de los elementos centrales de las críticas por desaciertos administrativos que explicamos en el punto 2.
Aunque hace poco la Procuraduría falló a su favor, fue mucho el ruido que la gente de Pérez hizo con el supuesto mal manejo del presupuesto en el último año de la gobernación de Fajardo.
Durante su primer año de gobierno, Pérez —con la ayuda de la Asamblea— se encargó de borrar del mapa todas las políticas públicas que tuvieran el sello fajardista, como la de Olimpiadas del Conocimiento, Cafés Especiales y los Parques Educativos.
Además, el problema que hoy tiene Antioquia con la EPS Mixta Savia Salud, en la que está en riesgo la cobertura de 1,7 millones de afiliados por problemas administrativos, Luis Pérez se han encargado de decir que la administración de Fajardo no advirtió a tiempo lo que estaba sucediendo y ni aplicó correctivos.
Su coalición para las elecciones presidenciales no cayó bien entre antiguos aliados
La coalición política que Fajardo armó para su candidatura presidencial, con Jorge Robledo del Polo Democrático y Claudia López de la Alianza Verde, es calificada como incoherente desde diferentes sectores económicos y políticos de Medellín y Antioquia, que tradicionalmente han sido cercanos a él.
"El empresariado antioqueño es de centro-derecha y le molestó que Fajardo se hubiera recostado a la izquierda para su campaña presidencial. Políticamente, a la izquierda en Antioquia le ha ido muy mal. Cuando Fajardo se sale del centro y se toma la foto con la izquierda, acá lo ven como una equivocación", opinó en La Silla Paisa un dirigente empresarial, muy cercano al fajardismo.
Representantes de tres gremios nos comentaron que creen que si Fajardo hubiera seguido solo en la carrera por llegar a la Casa de Nariño, seguramente estaría mejor en las encuestas en Antioquia.
En cuanto a lo político, el exdiputado y ahora representante a la Cámara electo por el Polo, Jorge Gómez, fue el principal opositor de Fajardo en la Asamblea y el único diputado que votó en contra de su plan de desarrollo, por lo que ahora esa alianza pinta como contradictoria.
Además, Gómez es de la línea de Jorge Robledo en el Polo, y por eso cada vez que el senador tenía críticas sobre la administración de Fajardo, Gómez las difundía en la Asamblea.
Para un estratega político consultado por La Silla Paisa esa coalición con el sector del Polo que representa Robledo tampoco le suma muchos votos, porque al Polo le está pasando lo que le pasó a los uribistas que quedaron atrapados en el Partido de la U y no podían irse para el Centro Democrático: hay muchos militantes del Polo que están atrapados en el partido pero van a votar por Gustavo Petro en las presidenciales.
Del lado de Fajardo, en cambio, explican que la coalición sí tiene sentido porque las tres fuerzas han hecho política sin clientelismo, lejos de los partidos y métodos tradicionales, y que suman para ser una fuerza de cambio.
Aunque todavía quedan 40 días de campaña y es mucho lo que puede cambiar, lo que seguramente seguirá igual es la mala publicidad de los contradictores locales de Fajardo.