Prada y Macías, del cielo al suelo por el lío de Uribe

Silla Sur

Prada y Macías, congresistas del Huila y cercanos al expresidente Uribe.

A Prada la Corte también lo llamó a responder, y Macías se va estrenar como presidente del Senado con una coalición de gobierno que sin el liderazgo de Uribe queda debilitada.

En menos de una semana los congresistas huilenses Álvaro Hernán Prada y Ernesto Macías pasaron de ser los compromisarios del Centro Democrático para negociar las dignidades y la coalición de gobierno en Cámara y Senado, a estar en el ojo del huracán político que se formó alrededor de la renuncia del expresidente Álvaro Uribe al Congreso por el llamado a indagatoria de la Corte Suprema de Justicia.

A Prada la Corte también lo llamó a responder por los delitos de soborno y fraude procesal, situación que pone en entredicho su permanencia en la Cámara, aunque hasta ahora no ha dicho que va a renunciar; y Macías se va estrenar como presidente del Senado con una coalición de gobierno que sin el liderazgo de Uribe, queda debilitada.

El lío de Prada

Prada es para la investigación de la Corte Suprema de Justicia uno de los eslabones entre el expresidente Uribe y el confeso paramilitar Juan Guillermo Monsalve, que es el testigo clave que asegura que Uribe y su hermano Santiago son los fundadores del bloque metro de paramilitares que operó en Antioquia y Córdoba.

El representante huilense, dice la Corte, habría buscado que Monsalve cambiara su versión a través de Carlos López, que fue compañero de andanzas de Monsalve.

Aunque Prada admitió ayer en un comunicado de prensa que sí tuvo contacto con López, dijo que lo hizo porque él lo buscó por petición de Monsalve y no al revés. Una versión contraria a la que contó el columnista Daniel Coronell en la que indica que fue López el que le escribió vía WhatsApp a Monsalve diciéndole que Prada lo estaba buscando.

La versión de Coronell salió, según él, de unas declaraciones que hizo el mismo Monsalve a la Corte Suprema de Justicia.

A pesar de que la Corte aún no ha hecho públicas esas pruebas (sólo han dicho que hay más de 100 horas de interceptaciones telefónicas a Prada, Uribe y los demás vinculados), el solo llamado a indagación puso a Prada en el ojo del huracán.

Como contamos, Prada fue uno de los compromisarios del Centro Democrático para hacer los acuerdos de coalición de gobierno, de repartición de dignidades y de asignación en las diferentes comisiones de la Cámara de Representantes antes y durante la instalación del pasado 20 de julio.

Un voto de confianza que para varios congresistas consultados por La Silla Vacía, tiene explicación en la cercanía que tiene con el expresidente Uribe.

Aparte de ser el padrino de bautizo de tres hijos de sus hijos y de hacer la presentación de su libro ‘La dictadura de la paz’, el expresidente Uribe ha respaldado a Prada en la pujas que ha tenido en su departamento especialmente en la confección de las listas a Cámara porque Prada siempre ha defendido que las listas sean cerradas mientras que otros uribistas como el exdiputado Ricardo Ayerbe y el exsenador Hugo Tovar Marroquín han pedido que las abran.

Justamente a través de la lista cerrada fue que Prada logró en 2014 ganar por primera vez una elección, porque antes cuando lo hizo en lista abierta perdió tratando de llegar a la Cámara (2006) y desúés se quemó dos veces buscando la Alcaldía de Neiva (2003 y 2011). 

Ante la vinculación de su nombre al escándalo de Uribe, varios congresistas de otros partidos como Roy Barreras le han pedido que siga el camino de su mentor y que también renuncie a su curul para no interferir en el proceso.   

Prada hasta ahora no ha dicho que va renunciar y entre los miembro del uribismo en el Huila creen que lo mejor es que siga, lo que muestra que por ahora el golpe no le ha pegado en lo local.

 

Henry Cuéllar, que fue el segundo de la lista del CD a la Cámara del Huila, y que subiría en el caso de que Prada renunciara, le dijo a La Silla Sur que aunque el tema lo tomó por sorpresa confía en que Prada logre salir avante del proceso.

“El respaldo moral con el representante Prada es total, él ha hecho una gran labor, se ha posicionado y esperamos que logre demostrar su inocencia. Si renuncia o no es una decisión muy personal”, nos comentó Cuéllar.

Por su parte el exrepresentante Julio Bahamón, que es uno de los precandidatos del uribismo para la Gobernación del Huila, sostiene que ni Prada ni Uribe deben renunciar a sus cargos porque esto sería ceder ante lo que llamó “una persecución del Gobierno Santos y la Corte Suprema de Justicia”.

No obstante, habrá que ver si con el paso de los días, y el destape de las pruebas, el representante Prada no se declara ‘moralmente impedido’ como Uribe, y logra mantener a salvo su credencial.

Mientras tanto Macías, su compañero de fórmula, tendrá que demostrar su capacidad de maniobra en el Senado

Macías, a liderar el uribismo sin Uribe

Por su parte Ernesto Macías no ha podido completar tranquilo su primera semana como presidente del Senado. Hay que recordar que su llegada a ese cargo fue peleada, al punto de que unas horas antes de que el Congreso se posesionara, la senadora Paola Holguín, que también estaba postulada, sacó una carta diciendo que retiraba su aspiración. Normalmente esas decisiones las bancadas las toman el día antes de la posesión y no a minutos de instalarse, lo que muestra que no todos en el uribismo estaban convencidos con Macías. 

A los cuestionamientos por sus títulos académicos, por los que fue entrevistado en los medios nacionales recién ganó el pulso en las elecciones el pasado 20 de julio, se le sumaron las críticas por el tratamiento que le dio a la bajada de pantalones de Antanas Mockus porque dijo que iba a decirle a la Comisión de Ética que mirara si al exalcalde de Bogotá le aplica alguna sanción.

Pero eso pasó a un segundo plano con el anuncio de la renuncia de Uribe, porque como líder de la bancada y presidente, ahora a Macías le cae sobre sus hombros asegurarle la gobernabilidad a Duque en el Congreso.

Como lo contó ayer La Silla, uno de los supuestos de la gobernabilidad de Duque era que tendría como aliado clave en el Congreso a Uribe, quien como cabeza de la bancada más grande del Senado y de la segunda de la Cámara, y como gran líder del partido ganador de las presidenciales, iba a tener el liderazgo para organizar ese frente.

De hecho la coalición mayoritaria del Congreso se organizó alrededor del Centro Democrático y por lo tanto de la figura de Uribe, a pesar de que él no estuvo directamente en las negociaciones, pero Macías sí.

Con los acuerdos, en los que su partido, el Liberal y el Conservador ocupan puestos principales, pero también están La U, Cambio Radical, el Mira y Colombia Justa Libres, Duque arrancaba con una coalición muy amplia y con una cabeza clara.

Sin Uribe, esa solidez queda en duda pues la coalición deja de tener un líder en el capitolio que es senador como los otros pero que los otros no lo sienten como igual. Entonces como presidente del Senado sus decisiones ya no tendrán el respaldo, implícito o explícito presencial, de Uribe. 

Eso le hará más difícil a Macías la interlocución con los otros partidos de la coalición, pues cualquier vocero que tenga el Centro Democrático no tendrá el mismo liderazgo de Uribe y seguramente será visto por los otros congresistas como uno más de ellos.

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