-Directora de Gobierno y Política Pública de ProBogotá Región-
Como ProBogotá creemos que el tema de la gobernabilidad es muy importante. Por eso, hemos venido impulsando este proyecto que busca implementar la Segunda Vuelta. Hemos venido revisando este tema desde hace algo más de dos años. Este proyecto no es nuevo: ha habido por lo menos 7 intentos por reglamentar una segunda vuelta para elegir al alcalde de Bogotá. Bogotá es centro más poblado y centro político. En Bogotá se hace necesaria la medida y hoy por hoy, tiene apoyo en el Congreso, de por lo menos 16 de los 18 representantes a la Cámara que tiene la ciudad. Es, hasta el momento, el proyecto que más lejos ha llegado, hemos trabajado conjuntamente con el Senado para que haya buen debate sobre el tema.
Dentro del estudio que hemos hecho sobre la medida, hicimos un análisis de cómo se estaban eligiendo los alcaldes y vimos que en los últimos 20 años, ninguno se ha elegido con el 50%; y que, además, la tendencia al porcentaje de la votación con que se eligen, va a la baja. Los últimos dos alcaldes mayores, de tendencias opuestas, se han elegido con el 32 o 33 por ciento del total de votos, que son, apenas la mitad del censo electoral.
Ante la realidad de que menos de un cuarto de los bogotanos están eligiendo a su alcalde, esto se convierte en un problema de legitimidad. Una ciudad con las necesidades y problemas de Bogotá, necesita un alcalde capaz de convocar consensos que generen ideas a largo plazo.
Otro punto importante, es que, además de la poca representatividad con que se elige el Alcalde, históricamente se ha visto que quien secunda al ganador en las elecciones, lo hace por un muy breve margen, por lo que ese respaldo debe ser reconocido con la oportunidad de generar acuerdos programáticos con otras fuerzas para reforzar las propuestas de gobierno.
Las críticas sobre el proyecto han estado basadas en que la medida no soluciona los problemas de la ciudad. Sin embargo, si bien es cierto, es un aporte significativo para la gobernabilidad del Alcalde y eso, puede tener impacto en la eficacia que este puede tener en su administración.
Ahora, con referencia a la estructura del proyecto, hemos propuesto que la figura de segunda vuelta no sea automática sino que se realice en ocasiones en que se justifique la necesidad de acentuar la representatividad. Por ejemplo, hemos planteado, bien sea, cuando ninguno de los candidatos alcance el 40 por ciente de los votos, o cuando entre el primero y el segundo el margen sea menor a 10 por ciento.
Somos conscientes que no la elección con dos vueltas no es garantía de solución a los problemas de la ciudad. Lo que sí hace, es facilitar el ‘arranque’ de un plan de gobierno de un alcalde con mejor aceptación, aprobación y legitimidad. Su importancia radica en la mejor posición de arranque con que el Alcalde Mayor de Bogotá necesita arrancar con más legitimidad y con consensos fuertes.
Por último ante su aprobación e implementación, lo mejor es que el congreso defina si es o no un cambio en las reglas de juego para las elecciones de 2019. Eso lo dirán los tiempos del trámite legislativo y el control de constitucionalidad. ProBogotá no se plantea en ninguna orilla o candidato y este debate debe darse por fuera de cualquier agenda política.