OPINIÓN

Banrep, Procurador y Petro

Html

El BanRep acumula más de 2.5 billones en pérdidas desde 2009. ¿Por qué y qué podemos hacer?

Por Marc Hofstetter. Twitter: @mahofste

El peso colombiano se volvió a fortalecer. Después de haber coqueteado durante varias semanas con los niveles que el mercado conoce como el dólar Cárdenas (1950 pesos por dólar) cerró la semana pasada por debajo de 1900. Volverán lo ojos a posarse sobre el Banco de la República (BR), volverán los llamados para que extienda su programa de compra de dólares. Volverán también las frases apocalípticas y los análisis simplistas que atribuyen al peso fuerte las tristezas de algunos sectores. Aprovecho la coyuntura para abordar un tema de suma relevancia que permanece debajo del tapete: las pérdidas del Banco de la República.

Sin entrar en detalles técnicos es importante tener presente que si el BR obtiene al final del año utilidades se las transfiere al gobierno. Si el resultado son pérdidas, estas se cubren con cargo al presupuesto de la Nación. Las utilidades del BR dependen fundamentalmente del rendimiento de las reservas internacionales. Cuando en Banco compra dólares, como lo ha venido haciendo en los últimos años, estos pasan a engrosar las reservas internacionales del país. Los rendimientos financieros de dichas reservas constituyen la principal fuente de las utilidades de la institución.

¿Por qué entonces las pérdidas? Por dos razones. Como el dólar ha perdido valor en los últimos años, el negocio de comprarlos ha resultado financieramente malo. Adicional a la pérdida de valor del dólar, las tasas de interés en Estados Unidos que marcan el rendimiento de estas inversiones llevan un lustro en niveles históricamente bajos. Total, hemos invertido en miles de millones en un activo que pierde valor y que rinde muy poco.

Van tres gráficas para ilustrar el punto. La primera presenta la tasa de cambio y las compras de dólares del BR. Dos lecciones son evidentes. Por un lado, estamos completando diez años de fortalecimiento de nuestra moneda. Segundo, el BR va a completar el sexto año consecutivo acelerando las compras de dólares. Que esas compras sirvan para depreciar la tasa de cambio no es para nada evidente, pero ese es tema para otro día.

 

La siguientes dos gráfica presentan las utilidades del BR; en una a la par con la tasa de cambio y en otra a la par con las tasas de interés de EEUU. Parece claro que el debilitamiento del dólar y las bajas tasas de interés en EEUU van de la mano con malos resultados financieros del BR.

Desde el punto de vista fiscal las pérdidas de los últimos 4 años suman más de 2.5 billones de pesos una cifra cercana a la que el gobierno espera recaudar el año entrante aplazando el desmonte del 4x1000. La cifra es aún más aparatosa si se compara con utilidades elevadas que tuvo el BR a mediados de la década pasada. Y más allá del la dimensión fiscal, la autonomía política del BR depende en parte de su autonomía financiera. Ida esta última se debilita la primera. Las pérdidas del BR son malas noticias para el bolsillo de los colombianos y para la institucionalidad económica.

¿Podemos hacer algo al respecto? Yo creo que sí. El  BR, como la mayoría de bancos centrales, invierte las reservas internacionales de manera extremadamente conservadora. Intenta minimizar el riesgo y a cambio de eso sacrifica rendimiento. Tiene sentido que una buena parte de las inversiones de un banco central tengan alta liquidez y que además estén invertidas en activos muy seguros. Para esa porción no hay duda de que el bajo rendimiento promedio debería acompañarnos. Pero no es necesario que la totalidad de nuestro colchón esté invertido de esa manera. Ante la creciente acumulación de reservas del último lustro, una porción del colchón podría destinarse a inversiones en activos externos de más largo plazo, de mayor riesgo y por tanto con mayores retornos. Eso impulsaría las ganancias en buenos y malos tiempos.

Se preguntarán por qué en BR no ha dado este paso. Mi interpretación es que la culpa es de Petro. Y del procurador. Ambos ayudaron a que hayamos terminado con un enorme colchón de reservas internacionales perenemente invertido de manera socialmente ineficiente, minimizando al máximo el riesgo pero también la rentabilidad. En efecto, a finales de 2008, cuando se quebró Lehman Brothers y se desató la crisis financiera global de la cual aún el mundo no sale, el BR reportó que una pequeña porción de sus activos estaba en riesgo de perderse. Petro lideró debates en el Congreso y con su retórica altisonante acusó al BR de poner en riesgo miles de millones de dólares de los colombianos. Y el Procurador abrió recientemente una investigación contra la Junta de BR por la pérdida de recursos durante la turbulencia internacional de 2008. ¿Qué funcionario del BR va a proponer invertir parte de las reservas internacionales de manera más agresiva, así esté convencido de que eso va en beneficio de todos los colombianos, si ante las fluctuaciones de los mercados les abren investigaciones que pueden terminar con esposas en las muñecas y con su patrimonio personal amenazado?

Por eso la solución no es simple. Se requiere, creo yo, la creación de un Fondo Soberano que el BR alimente con la porción de las reservas que considere no necesita en el corto plazo y que se puede destinar a inversiones menos líquidas y más rentables. Tristemente, el diseño de ese fondo requiere de muchos y buenos abogados que permitan crear una institución que pueda invertir los excedentes de reservas de la manera más conveniente para la sociedad sin que los que estén a cargo de las estrategias de inversión tengan la hoguera del procurador en sus cabezas. Está en manos del BR y de Hacienda liderar ese debate.

Compartir
0