El cartel de Bogotá

Hasta la sal se corrompió en la Bogotá de Samuel Moreno. Desde hacía muchos meses era un secreto a voces el famoso cartel de las contrataciones y los nombres de Julio Gómez, Álvaro Dávila, Miguel Nule, Emilio Tapia, Iván Moreno y el contralor Moralesrussi siempre subían a la superficie como burbujas de champaña.

Sin embargo, hasta ahora el tema no era más que un chisme de coctel y digo hasta ahora porque finalmente apareció la prueba reina en la forma de una extraña conversación entre el representante Germán Olano del Partido Liberal y el señor Miguel Nule, conocido de autos por todos los bogotanos.

Como en un episodio de Los Sopranos, Olano nerviosamente le informa a Nule que le faltonearon a Moralesrussi una comisión, que Álvaro (Dávila) y Julio (Gómez) le están mamando gallo y que es mejor que se la paguen o que si no se atengan a las consecuencias, que deben ser de miedo, porque el mismo Olano ofrece voluntariamente cederle la mitad de lo que a él le corresponde, que vendría a ser la significativa suma de 1100 millones, o sea no es cualquier cosa, para aplacar la furia celestial del supuesto guardián de los recursos públicos de los bogotanos. 

A todo esto también se confirma que Julio (Gómez) y Emilio (Tapia) “son la misma mierda”, en palabras de Olano, y que Emilio, quien hace un par de años no tenía donde caerse muerto y que ahora llega a su natal Sahagún en jet privado, es el eslabón ya no tan perdido de este cartel, además de ser en realidad socio de Iván (Moreno), en “negocios en Estados Unidos”. 

Para resumir y utilizo las palabras de doctor Olano, que pido de antemano me excusen, Julio Gómez, Álvaro Dávila, Miguel Nule, Emilio Tapia y el contralor Moralesrussi “son la misma mierda” y que detrás de toda esta mierda, que maneja billones de pesos en contratos distritales, esta Iván Moreno, senador del Polo Democrático Alternativo y hermano del alcalde Samuel Moreno.

Que mierda, porque mientras tanto los bogotanos que pagamos billones de pesos en valorización, con mucho esfuerzo valga decir, tenemos que aguantarnos estoicamente las decenas de obras atrasadas e inconclusas que plagan a la ciudad como un sarampión. Obras contratadas por el cartel de Julio, Álvaro, Miguel, Emilio, Iván y Moralesrussi tales como la salida a Villavo que lleva 37 meses de retraso, o el interconector de la calle 94 cuyo valor fue pagado por los vecinos en el 2007 y para qué hablar de la calle 26, que tiene un hueco físico que todos vemos y uno fiscal invisible de 70.000 millones.

Ya va siendo hora que SamuEl Alcalde empiece a dar respuestas claras sobre este gravísimo episodio en vez de lanzar evasivas diciendo que se trata de calumnias a su familia, o ataques electorales al Polo o inventos de los medios de comunicación, porque de lo contrario en vez de quedar como un idiota quedará como un criminal.