OPINIÓN

La dificultad de cubrir a Petro

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El cubrimiento de la Alcaldía de Petro nos ha puesto en directa confrontación con varios de los foristas más activos.

La Silla, a diferencia de la mayoría de medios, tiene una relación envidiable con sus usuarios. Generalmente, son más los elogios que las críticas a sus artículos y cuando algún usuario señala un error no presume la mala fe de los periodistas. Sin embargo, el cubrimiento de la Alcaldía de Petro nos ha puesto en directa confrontación con varios de los foristas más activos.

"Yo conozco un sitio que corre el riesgo de colapsar si se sigue llenando de basura sin control alguno: esta página", dice Judaro, quien critica que en la historia "Petro busca a los actuales operadores para volverlos a contratar" hayamos puesto la foto de un basurero y también el título.

JesusSeattle dice que "Tocará esperar hasta que el alboroto de la basura pase al costado para ver si La Silla vuelve a ser La Silla de antaño" y critica especialmente que "el resultado de las "investigaciones" siempre da el mismo resultado pues a uno le entran sus dudas al menos que estemos hablando sobre la Teoría de la Relatividad de Einstein."

En fin. La conclusión de un sector de foristas es que La Silla, cuando se trata de Petro, no es objetiva, es antipetrista, cercana a los operadores, y parte del complot general del Establecimiento frente al Alcalde.

Yo creo que las críticas son injustas pero me gustaría abrir el debate en este espacio. Estoy abierta a que los usuarios nos convenzan de que tenemos que reorientar nuestro cubrimiento como espero que los usuarios también estén abiertos a mis explicaciones.

Desde que Petro arrancó su Alcaldía, La Silla ha tenido un cubrimiento informativo detallado de la Administración. Cubrimos su política de desarme, su plan de desarrollo, el nombramiento y la salida de Navarro, la conformación de su equipo, sus propuestas de movilidad. Hicimos perfiles de sus principales funcionarios. Es decir, nos tomamos en serio esta Administración y no nos limitamos a la caricatura que otros hacen de él.

Es cierto que La Silla ha tenido, en general, un cubrimiento crítico de la Administración de Petro. Pero hemos sido tan críticos con Petro como lo fuimos con Uribe y lo hemos sido con Santos.

Podríamos haberle dado al Alcalde cierto margen de comprensión por ser un gobierno de izquierda, por tratarse de un líder que se ha enfrentado a las mafias de este país, por tener un equipo sin mucha experiencia administrativa. Podríamos no contar lo que sabemos para no formar parte de los que quieren que le vaya mal a Petro. Pero si hiciéramos eso estaríamos incumpliendo nuestro compromiso con los usuarios, que es contar todo lo que sabemos y saber todo lo que contamos.

Por ejemplo, ¿si Petro dice que no ha visto a Darío Beltrán en 20 años y la Silla se entera que hace 5 días estuvieron juntos en una fiesta, debe engavetar las fotos? Petro terminó admitiendo que sí estuvo en esa fiesta con el contratista del Acueducto. Si nos enteramos que mientras está criticando públicamente a los operadores, tachándolos de "mafias paramilitares", su gerente del Acueducto está negociando con ellos en el Jockey Club para subcontratarlos, ¿deberíamos hacer caso omiso de esa información y esperar más bien a que él la anuncie?

Yo creo que no.  La Silla le aplica a Petro los mismos criterios de cubrimiento que le aplica a los demás poderosos de este país: contrasta lo que dice con lo que hace; revisa si lo que hace se ajusta a la ley; no se limita a consignar sus declaraciones sino que trata de verificar sus acciones; alerta sobre lo que no funciona más que elogiar lo que funciona (para eso está la oficina de prensa de cada uno); contrasta la información que tiene con la Administración (cuando no se niega a contestar nuestras preguntas). Hace más de un mes, le pedimos al Alcalde una entrevista en profundidad con él y aun no hemos tenido respuesta.

Nosotros queremos que a Petro le vaya bien. Consideramos que su alcaldía trasciende Bogotá y que nada le podría favorecer más a la paz de este país que tener un gobierno de izquierda que funcione. Pero nuestro deber no es ayudarle a Petro. Es ayudarle a los ciudadanos a entender cómo se están tomando las decisiones.

Queda así abierto el debate con ustedes. Estaré atenta a debatir sus argumentos y a reconsiderar los míos.

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