No todo lo que brilla es oro

Por: Juan Andrés Páez y Tatiana Andia

A pesar de que ha sido fuertemente cuestionada por las comunidades locales,  la empresa Sudafricana AngloGold Ashanti, persiste en su idea de explotar la mina de oro de La Colosa en el Tolima. Recientemente, el 18 de Julio de 2013, en una consulta popular realizada en Piedras, Tolima: el 99.2% de los votantes dijo “NO” a la explotación de la mina. A partir de este caso, otros municipios como Cajamarca, Ibagué y el Espinal, han buscado expresar su inconformismo y buscar soluciones a través de este mismo proceso democrático.

A primera vista, no parece obvio por qué un municipio como Cajamarca, con niveles de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) de 28.34% y de miseria de 7.94% (CENSO 2005), donde 80% de las personas ganan entre 0 y 1 salario mínimo y el 69% de las familias solo tienen un miembro que genera ingresos (Estudio socioecnómico y ambiental, AngloGold 2008), estaría en contra de un proyecto minero que potencialmente puede mejorar los ingresos de su población y aumentar su bienestar.

Cajamarca, también conocido como la “Despensa Agrícola de Colombia”, no recibe este nombre por casualidad. El municipio tiene una gran vocación agropecuaria; según el último censo de 2005 el 87.6% de las familias realizan una actividad de este tipo en su hogar.  Con tan solo 19.501 personas, Cajamarca produjo el 0.24% de la producción agrícola total de Colombia y un 7.07% de la producción agrícola total del Tolima en el 2012. Esto lo ubicó como el cuarto municipio agrícola más importante del Tolima y el 69 entre 1123 municipios a nivel nacional (Figura 1). Incluso, Cajamarca se ubicó en el puesto 52 a nivel nacional en producción per cápita agrícola con 5.34 toneladas por persona. Por ejemplo, este municipio produjo el 42% de la Arracacha, el 19% de la Curuba, el 18% del Cilantro y el 13% del Repollo de la producción nacional en 2012 (Figura 2, a,b,c).

Figura 1. Producción Cajamarca relativa al Tolima

Figura 2. Ejemplos producción de algunos productos

Ahora bien, resulta menos paradójico que un pueblo agrícola cuestione a una empresa como AngloGold Ashanti, que no tiene la mejor reputación ni siquiera en su propio país.  En Marzo de 2011, un antiguo minero de la compañía, enfermo de silicosis (una enfermedad pulmonar severa), demandó ante la Corte Suprema sudafricana a AngloGold Ashanti por 2.7 millones de Rand (220 mil USD aproximadamente).  Luego, en la acción colectiva más grande de la historia sudafricana,  4.000 antiguos mineros con silicosis y tuberculosis demandaron a AngloGold Ashanti y otras dos compañías mineras por ser responsables de sus quebrantos de salud.

Sin ir más lejos, a principios de 2013 la Federación para un Ambiente Sostenible (Federation for Sustainable Environment) de Sur África, acusó a AngloGold Ashanti de una continua contaminación del  agua en la ciudad minera de Stilfontein. Según esta organización,  las recurrentes rupturas de sus presas de retención de residuos en la mina, ubicada a tan solo siete kilómetros del rio Vaal, contaminaron las aguas subterráneas perjudicando las tierras aledañas al rio y sus animales. Una investigación realizada por la North-West University de Sudáfrica, encontró un nivel de uranio 400 veces más alto en los riñones y 4.350 más alto en los hígados del ganado de Stilfontein comparado con ganado de otras zonas no afectadas.

Los anteriores son solo algunos de los problemas y acusaciones en los que está envuelta la empresa AngloGold Ashanti. Probablemente por eso la minera planea separar sus negocios y crear una nueva compañía que será la dueña de La Colosa. Los habitantes de Cajamarca, conscientes de su tradición agrícola y del poder  de las tierras y el agua, con las cuales se han alimentado por generaciones, saben bien que no todo lo que brilla es oro.  Puede que la explotación de una mina en el municipio los haga más ricos en el corto plazo, pero por el contrario, en el largo plazo su salud y la calidad del medio ambiente en el que viven,  pueden verse fuertemente perjudicadas.