OPINIÓN

Por qué Peñalosa va a ganar

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Creo en las encuestas. Las firmas encuestadoras colombianas, por lo menos las que contratan con los medios, son objetivas y tienen metodologías probadas que se ajustan a los estándares de la actividad.

Creo en las encuestas. Las firmas encuestadoras colombianas, por lo menos las que contratan con los medios, son objetivas y tienen metodologías probadas que se ajustan a los estándares de la actividad.

Sí, hay veces se equivocan. Como ellos mismos lo afirman, la encuesta es una medición de un instante en medio de una campaña dinámica. Es como tomar una foto del cobrador de un penalti justo cuando le va a pegar a la bola y del arquero que se lanza para atajarla: podemos saber con alta probabilidad el resultado del tiro pero no podemos tener certeza del gol.

La última encuesta de Ipsos-Napoleón Franco arroja un interesante resultado para la elección en Bogotá. En resumidas cuentas gana Peñalosa con el 31% de los encuestados, seguido por Clara, quien aumenta 11 puntos desde la medición anterior. Pardo y Pacho, se mantiene prácticamente iguales, el primero con 16% de intención y el segundo con 6%. Considerando que sus rivales se mantiene prácticamente iguales el importante crecimiento de Clara se debe principalmente a que parece estar recogiendo el voto en blanco, que disminuye 3% y a los indecisos que se disminuyen en 4%.

Buena noticia para ella, aunque de todas formas perderá la elección.

Uno de los errores más comunes en la lectura de las encuestas es desconocer la realidad electoral subyacente. Esos porcentajes y márgenes de error que aparecen en las mediciones reflejan votos y votantes de carne y hueso.  Estos no son mera cifras, tienen una historia electoral propia, toman decisiones racionales y tienen motivaciones para las mismas, legítimas o no, convenientes o no. 

En la misma edición de Semana donde se publica la encuesta se publica también una nota confidencial donde se relacionan los resultados de la primera vuelta de la elección presidencial de 2014, donde Óscar Iván Zuluaga obtuvo 542.459 votos, (22,10%), Clara López 500.603 (20,40%), Juan Manuel Santos 444.077 (18,09%), Enrique Peñalosa 392.460 (15,99%) y Marta Lucía Ramírez 366.394 (14,93%).

Estos, más los votos en blanco y los nulos da 2.510.384, una cifra ligeramente superior a los 2.324.885 votos sufragados en la elección de alcalde de 2011. Es razonable suponer entonces que el universo electoral bogotano no superará en 2015 este promedio, o sea cerca de los 2.4 millones de votos totales, si consideramos que las elecciones locales tienen un participación ligeramente menor que las presidenciales.

Y ya que estamos en las suposiciones, sigamos. Demos por hecho que el 100% de los votantes por Clara en 2014 repetirán, es decir 500.603. Es el case de la izquierda pura y dura de la ciudad, con maquinaria y contratos incluidos.

Supongamos también que, a diferencia de Clara, Peñalosa, candidato verde en 2014, no casa con la totalidad de los votos de 2014, sino con la mitad, unos 196.000 sufragios. Al fin y al cabo, el partido verde estalló en mil pedazos en Bogotá y su apoyo se ha dividido entre varios candidatos.  Sin embargo hay que considerar que Peñalosa solito en 2007 sacó 589.954 votos. De los restantes, asumamos que se dividen entre Clara y Pardo por iguales, o sea 98.000 por cabeza.

Listo. Ahora bien, Juan Manuel Santos, candidato de la Unidad Nacional sacó en 2014, 444.077. Supongamos que el petrismo aceitado le puso al presidente 100 mil votos, que se irían esta vez con Clara y digamos que otros 100 mil se van con Pardo, candidato del liberalismo y de la U en Bogotá. Le quedan a Peñalosa, 244 mil mal contados.

De los votos de Oscar Iván, que uno podría decir son de la derecha uribista, digamos que el 40% sigan fieles y acompañen a Pacho, es decir 217.000, el 50% se vayan con Peñalosa, por aquello del voto útil, unos 271.229, y que Pardo logre arañar 54.000 votos, el 10%.

Queda Martha Lucia y el conservatismo con 366.394 que oficialmente apoyan a Peñalosa. Siendo ácidos digamos que la misma proporción anterior aplica pero de la siguiente forma, Peñalosa se lleva la mitad, 183.197, Pardo, quien tiene el apoyo de un grupo de concejales godos, el 30%, unos 109.000, y en gracia de discusión digamos que Clara y Pacho se reparten lo demás a 36.000 cada uno.

¿Cómo quedan las cuentas? Suponiendo además que entre el voto en blanco y el nulo hay un 6%, unos 144.000 votos, y los pitufos (Vernot, Raisbeck y Arias), sacan otros 100 mil, el total de votos sería de algo así como 2.468.000 votos, en línea con el resultado histórico.

Peñalosa quedaría con 894.426 votos (36.2%) , Clara con 734.603 (29.7%), Pardo con 361.000 (14.6%), Pacho con 253.000 (10.5%), mas o menos lo que están diciendo las encuestas.

A los escépticos les quiero decir que en este análisis no estamos hablando de endosos clientelistas. En general los bogotanos votan libremente, lo cual no quiere decir que lo hagan de una manera díscola. Lo cierto es que en la ciudad sí se vislumbra una consistencia ideológica en los votantes que hace bastante predecible su alineación con los candidatos actualmente en la contienda.

Por eso, dentro de la lógica de las últimas elecciones, muevan los números como los muevan, a Clara no le dan para ganar, y menos a Pardo y a Pacho. Esa es la verdad: Peñalosa será el próximo alcalde de la ciudad. Póngale la firma. 

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