OPINIÓN

Recomendaciones de un intelectual sobre Venezuela

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“… debemos abordar calmadamente y con buen corazón el problema de cómo manejar a Venezuela. Sobre cómo se debe hacer tengo lo siguientes comentarios:

“… debemos abordar calmadamente y con buen corazón el problema de cómo manejar a Venezuela. Sobre cómo se debe hacer tengo lo siguientes comentarios:

1.      Nuestro primer paso deber ser comprender y reconocer cual es la naturaleza del movimiento con el cual tratamos. Debemos estudiarlo con coraje, desprendimiento, objetividad y con determinación para no vernos provocados o mortificados por él, así como el doctor que estudia un paciente necio y terco.

2.      Debemos encargarnos de que la opinión pública se eduque sobre las realidades de Venezuela. No puedo hacer suficiente énfasis en esto. La prensa no lo puede hacer sola. Se debe hacer por parte del gobierno, quien tiene más experiencia y está mejor informado sobre los problemas prácticos encontrados…estoy convencido que habría menos anti-venezolanismo histérico en nuestro país si nuestra gente entendiera mejor las realidades de la situación. No hay nada más peligroso y terrorífico que lo desconocido. También se podría argumentar que revelar más información sobre nuestras dificultades con Venezuela podría verse reflejado desfavorablemente en las relaciones Colombo-Venezolanas. Creo que sí hay un riesgo real en esto, es uno que debemos tener el coraje de enfrentar, y entre antes mejor. Pero no veo que estaríamos arriesgando. (Ya) nuestros intereses en el país…son menores. (Ya) no tenemos inversiones que salvaguardar…y poco comercio que perder. Nuestro único interés reposa en lo que esperamos y no en lo que tenemos y estoy convencido que tendremos mejores oportunidades realizando estas esperanzas si nuestra opinión pública está informada y nuestros tratos con los venezolanos se colocan sobre una base realista y práctica.

3.      Mucho depende de la salud y el vigor de nuestra sociedad. El chavismo se alimenta del tejido social infectado. Este es el punto donde la política doméstica y la internacional se encuentran. Todas las medidas valientes e incisivas destinadas a resolver los problemas internos de nuestra sociedad, destinadas a mejorar nuestra auto estima, disciplina, moral y el espíritu comunitario de nuestra gente constituyen una victoria sobre Caracas que vale más que mil notas diplomáticas y comunicados conjuntos. Si no somos capaces de abandonar el fatalismo y la indiferencia frente a las deficiencias de nuestra sociedad, Caracas será el ganador.

4.      Debemos formular y presentar a otras naciones una visión mucho más positiva y constructiva de lo que hemos hecho en el pasado. No es suficiente con pedirle a los demás que desarrollen procesos políticos similares a los nuestros. Muchos extranjeros, en Latinoamérica por lo menos, están cansados y asustados de las experiencias del pasado y están menos interesados en libertades abstractas que en la seguridad. Ellos están buscando una guía en vez de más responsabilidades. Nosotros deberíamos poder ofrecer esto mejor que los chavistas. Y si no lo hacemos, los chavistas seguramente lo harán.  

5.      Finalmente, debemos tener el coraje y la auto estima para confiar en nuestros propios métodos y concepciones de la sociedad humana. Después de todo el riesgo más grande que enfrentamos en el manejo de la Venezuela chavista es que nos convirtamos nosotros mismos en aquello que queremos manejar.”

 

 

 

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