Ruralidad

Dentro de los muchos aportes del informe de desarrollo humano “Colombia Rural, Razones para la esperanza”, quiero resaltar la propuesta de repensar la forma como definimos el concepto rural.

La visión tradicional, con base en la cual se calculan el grueso de las estadísticas y a las que se hace referencia de forma oficial, habla de cabecera/resto. La cabecera es entendida como el lugar donde se ubica la alcaldía y el resto está compuesto por centros poblados y el área rural dispersa.

El criterio propuesto, combina dos variables: densidad poblacional del municipio (habitantes frente a territorio) y distancia a centro urbanos mayores (56 con poblaciones superiores a los 100 mil habitantes). Con ello resulta que el “75.5% de los municipios colombianos, el 31.6% de la población y el 94.4% de la superficie” de Colombia son rurales.

Esta definición de ruralidad me parece mucho más adecuada y nos puede permitir ver con otro lente los problemas rurales. Por ejemplo, las mediciones de desempleo hoy miran la población de cabecera y resto, de tal forma que lo sucedido en la cabecera de Utica, está hoy en el gran grupo de cabecera, junto a Cali y Medellín. La realidad nos indica que las realidades de mercado laboral de Utica, son más cercanas al mundo rural que al urbano.